Epílogo.

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VINCENT FARRELL.

Cinco años después. 

Inglaterra.

Reinventándonos.

Quizá algunos hubiesen pensando en que no duraríamos, incluso yo creí que mi viaje con ella sería de un corto período de tiempo, pero aquí estamos, han pasado seis años desde que nos conocimos y nos esforzamos días a día para que sean más.

Seguimos aquí y juntos porque ninguno de los dos ha querido rendirse con el otro pues ninguno ha temido en llegar a cortarse con los trozos rotos del otro pues es más fuerte las ganas de querer complementarnos que el miedo. En ocasiones cuando alguno de los dos quiere detenerse el otro siempre está ahí para animarlo, o cuando hemos tenido tiempos difíciles que nos hacen querer botar la toalla, la risa de Ehren resuena en el silencio de la casa recordándonos la vida latente que tenemos.

Así que así continuamos, reinventándonos. Saltando los errores del pasado, sanando de forma correcta y olvidando las peleas y las heridas que hubieron en el camino. Rocío y yo hemos aprendido mucho en los últimos años. Ella finalmente dejó de sentirse como una niña manchada y dañada, entendiendo que sus virtudes valen más que los malos recuerdos que querían atacar a su mente, ella aceptó que una mujer con tales heridas también tiene el derecho de levantarse, alzar su voz, sanar y construir la vida que quiere sin sentir que debe alejar a todos de su lado o que está demasiado rota como para que alguien quiera reconstruirse a su lado. Rocío hoy en día es una mujer que ya no llora al recordar lo que le hicieron, es una mujer más valiente y aunque ha sanado no puede evitar sentir dolor cuando lee en las noticias como los abusos de cualquier tipo siguen aumentando cada día. Actualmente los dos tenemos trabajo gracias a la ayuda de Pershy, Rocío trabaja menos horas que yo y con esto logra invertirle más tiempo a Ehren, aunque también sé que le gusta servir de voluntaria en comedores comunitarios, alienta a jóvenes que asisten a grupos de apoyo y muy de vez en cuando se pasea por varios orfanatos como una simple curiosa que quiere conocer el estado de los menores.

A su lado he dejado de martirizarme por lo que creo merecer y no. Y es que nosotros, los que hemos sido manchados de oscuridad por los actos que cometimos o los que ya han venido así no queremos seguir sintiendo que sólo los falsos perfectos pueden obtener las cosas buenas.

Estos últimos años han sido de buenas cosas para mí y para quienes me rodean. Y también para las obras que han iniciado como por ejemplo la fundación la cual ahora se encuentra en Irlanda. Años atrás, Rocío le encargó a una contratista la construcción de un nuevo lugar para los niños y niñas que están bajo el cuidado de la fundación, con ayuda de una abogada arreglaron los papeles de los menores verificando que realmente estuviesen desamparados y no hubiese un familiar responsable buscando por ellos. La nueva fundación fue inaugurada en el 2016, bajo la dirección de todos los Dornan, aquel lugar dejó en claro desde sus inicios que no se arriesgaran a entregar a los niños a familias que desconocen por más excelentes que sean sus curriculum. Al tener una cantidad de menos de veinticuatro menores, ellos decidieron hacerse cargo de todos hasta que lograrán valerse por sí mismos en cuidados, conocimientos y demás ámbitos.

El día de la inauguración fue muy emotiva, Rocío dio un discurso reconfortante y conmovedor, y todo fue más especial cuando mostraron una placa la cual dice:

En honor a:

Sophie Leahy.

Ian Mackey.

Arthur Farrell.

Y a todos los niños y niñas por quienes anhelamos salvar la luz que poseen. Trabajaremos día a día para no perder más sonrisas y bonitos ojos en el camino.

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