La Dornan

Capítulo 23.

NARRADOR OMNISCIENTE. 

Él tenía sus ojos cerrados mientras descansaba sobre el colchón. Se sentó, poniendo sus pies en el piso y abrió sus ojos después de cerciorarse de que ella ya se había vestido. La miró con detenimiento mientras la veía recogerse los rizos.

Ese rostro tan angelical y esos muy peculiares ojos, pero demasiado bonitos nunca lo hubiesen dejado descubrir que en algún punto ella había mostrado una amplia sonrisa mientras se deleitaba al ver cómo sus manos se empapaban de sangre. Nunca hubiese imaginado que esos ojos que a veces parecían arder se hubiesen iluminado por cometer dos asesinatos en una misma noche.

La Dornan era la asesina de George. Ella fue quien empezó a derribar las columnas. Alguien debía ayudarle a terminar con eso.

—Realmente me tomaste por sorpresa. —confesó— Y es algo raro lo que pasa contigo.

Ella lo miró de reojo— ¿Por qué lo dices?

—Es que realmente no lo entiendo. No eres mi tipo, no eres el tipo de persona que me hubiese vuelto completamente loco, pero si lograste obtener toda mi atención.

—Ahora soy yo quien no está entendiendo.

—Las grandes escorias son los que más me atraen y tú no eres una completa santa. Sabía que debía matarte porque implicabas amenaza para la fortaleza por eso desconfiaba de ti, sabía que eras tú el verdadero peligro, pero...

Es bonita. A lastimado, pero también la han lastimado. No la lastimes.

Ladeo su cabeza— Pareces una maldita tranca a todo mal pensamiento. Nunca había dudado, realmente nunca lo había hecho y llegaste, llegaste tan frágil y poderosa a la vez a dañarme el perfecto historial. Realmente me resultaste muy interesante de conocer.

Ella lo observó con detenimiento. Había algo diferente en el hombre frente a ella, lo percibía diferente, incluso su manera de mirarla había cambiado. Él era un poco más oscuro.

—Te ves diferente.

Él se puso de pie, mostrando una sonrisa torcida mientras se acomodaba la camisa— ¿Más guapo? Ah que sí lo soy —dijo y guiño un ojo como un perfecto coqueto.

—Oh. —susurró— Hola... por primera vez, creo.

—¿Lo sabías?

—Lo deduje.

—Tú también pareces esconder algo.

—Es diferente.

—¿En qué sentido?

Ella rio— Eres un lado oscuro y demasiado curioso.

—Vamos, no siempre puedo encontrar a alguien que llame mi atención y no termine muerto al instante. Siéntete honrada de que estemos cruzando palabras.

—Gracias por concederme el honor —dijo, llevándose las manos al pecho fingiendo supremo agradecimiento.

—¿No contestas?

—Digo que soy diferente a ti, pero no sabría explicarte. Tú eres otra parte, yo... bueno, esto es lo que soy. Lo mejor que puedo decir es que soy Dornan y he nacido el 11 de enero.

—¿Y eso qué?

—En eso resumí las historias que contaban.

—Pudiste hacer un mejor resumen para mí.

Él salió de la habitación y ella lo siguió hasta la siguiente. Era su otra habitación. Sacó una caja debajo de la cama y cargó su FN Five-seven.