Los días habían pasado, y yo había provocado un gran enigma para Jack Collinso, quien no había dejado de escribirme en toda la semana, el lunes me invitó al restaurante Masa de New York, y lo rechacé, diciéndole que ya había ido un par de veces. El martes, me había mandado una pulsera de Pandora y corrí a comprarme una igual para mandarle un correo con una pequeña descripción: Dos iguales no combinan :).
El miércoles, creía que su interés había decaído, ya que le había regresado sus dos carisimos y únicos regalos, pero me callo la boca en absoluto, cuando un trabajador suyo me trajo un boleto para un recorrido en el history supreme, uno de los yates más caros del mundo, gentil mente, lo rechacé y le dije que odiaba el mar, aunque no fuera cierto, tenía que mencionarle que ya había conocidos todas las maravillas del mundo y que sólo quería algo que fuera inigualable, algo que nadie, sólo la gente de Élite pudiera conocer y ese, era el subterráneo.
El viernes, no llegó nada y pude seguir mi jornada laboral hasta que llegue a casa.
- ¿ Él las mando?- un ramo de rosas negras gigantisimo estaba sobre la mesa de madera caoba que se hacía en el vestíbulo, mi madre asintió.
Leí lo que decía la pequeña tarjeta.
Flores únicas para alguien única.
J. Collison.
- Se que no pregunte por todo esto pero... ¿Quien es J. collison? - mi madre me mira fijamente y yo no le tengo respuesta de inmediato, es cierto, cuando volví a estar frente de ella, su emoción y su alegría fueron más grandes que todas las dudas que su mente creaba, incluso dos días después de volver a reunirnos, ella no quiso saber dónde estaba, ni porque volvía en tal más estado, ni muchos con esa cantidad de dinero, ella solo estaba feliz de no perder a otra hija más.
- Mmm, pues mamá es un enamorado que no tendrá nada a cambio- le sonrió y ella asiente.
-¿Ya comiste?.
Niego con la cabeza y me siento en las sillas de la isla, ella prende la estufa electrónica y mete unos espaguetis a remojar.
- Puedo pedir algo en un restaurante, no tienes por qué...
- Este apartamento es tan grande y ya viene gente a hacerle limpieza, me aburro sin hacer nada.
Dejame cocinarte- yo asiento y dejo que su mente se ocupe- me alegro mucho que estés aquí.Le sonrió y le estiró para tocarle la mano.
- A mi también me alegro volver, mamá- ya habíamos vuelto a estar juntas hace 5 años pero ella aún me lo recuerda todas las noches, no me cuesta ni imaginar el infierno que pasó, al saber que yo estaba perdida fueron sus peores seis meses en la vida. Seguimos hablando de cosas triviales, como el trabajo y unas pequeñas vacaciones que ella quería que yo tomará pero estando tan cerca de encontrar el subterráneo, mi cabeza no daba para mas. Yo solo quería ver a Charles una vez más y poder traerlo a la superficie, mostrarle todo lo que pude hacer y vivir bien, como una pareja normal. Además de demostrarle al mundo las locuras y perversiónes de los "grandes hombres del país".
El sábado por la mañana, la planta de mi empresa estaba por la mitad y yo seguía revisando unos papeles de compras importadas, que no me cuadraban con unos egresos, cuando Carly, mi asistente, llamo al citofono.
- Carly- contestó, sumida en los papeles.
- Lo siento mucho, señorita Marie, yo le dije que no podía pasar así pero el...
-¿De que hablas carly? - la puerta se abrió con un empujó y yo me levanto sorprendida, quien me está mirando desde la puerta es nada más y nada menos que...
- Te estuve buscando- me mira inquisitivamente y yo trato de no virrar mis ojos, no me lo puedo creer que este aqui.
- Desearia que no me encontraras- le comento y me vuelvo a sentar, preparada para cualquier cosa que intente.
- Tu madre me esta volviendo loco. me mando a traerte esto y me llama cada cinco minutos- se tira en el sofa que esta justo aun constado del pequeño lounge que tengo en mi oficina y antes de que responda, Carly entra agitada.
- Señorita Marie, lo lamento. Corre muy rapido para estar en muletas- él la mira mal y yo me echo a reir. es completamente cierto lo que dice.
- No te preocupes, colocare una alarma para sasber cuando esté a dos metros del edificio- él gruñe por lo bajo, carly se marcha a seguir con su trabajo y yo sigo revisando papeles.
- Me conto lo de las flores- dijo, como esperando una explicacion que saliera de mis labios. suspira- entiendo, si. Quieres encontrarlo y todo lo demás pero Ria .. sabes lo peligroso que eso es...- viro los ojos.
- Luciano, todos estos años, he creado esta identidad, he formado esta empresa y no me he dejado caer por ninguna de las inconveniencias, solo para encontrarlo- dejo los papeles aun lado- y para vengar lo que te hicieron - le repito y el mira hacia bajo, hacia sus piernas, lo mas preciado que tenia y que ahora solo puede moverlas porque tienes clavos inscrustados en ellas.
- Ya no es como antes, eh- me dice y se que recuerda todas las veces que bailos en clubs nocturnos o incluso cuando nos daba clases. ya no tiene las mismas piernas, pero aun sigue siendo el mismo Luciano, que sueña en grande y por mucho que no se lo diga, es lo que me mantiene con mas ganas de entrara a ese infierno de lugar- de todas formas, cuidate. No sabes si quiera si este... Collison, conoce ese lugar, en verdad.
- Claro que si, investigue y sus hermanos tiene lazos con Tongrey industries- lo observo y él me mira sin entender nada, cojo un papel y me acerco hasta el sofa, le escribo en grande <TONGREY >×y lo escribo alreves, luego de unos minutos, abre los ojos como platos.
- Greyton - dice y yo asiento, Luciano conocia toda la historia, inlcuido lo de Mark o mas bien, lo de Rayder greyton-¿estas segura?.
- Completamente. Las fuentes que me han dando los contactos entre ellos, son muy confiables.
- De todas formas, ¿como carajos conseguiras que el te adentre al subterraneo?- lo que me dice, es lo que me preocupa, solo hombres pueden entrar al subterraneo para festejar y disfrutar de sus excentircidades. y yo soy una mujer, pero despues que consiga que Jack me logre hablar de el. Lo unico que nesecitaran para no poder entrar, es que muera.
- Ya algo se me ocurrira. tengo que mostrarle a Jack, que para poder tenerme, nesecita confiar en mi y mostrarme algo interesante, unico, algo que pueda superar todo lo que me ha dado.
Luciano chifla.
- Te ha dado vales para un super yate, flores gigantes, pulseras con diamantes..¡¿ y crees que te dara más ?!.
- Lo vi, Luciano , él no se cansara hasta que yo acepte salir con él y allí .. poom- le digo y luciano sonrie.
- Estas loca- me tiro al mueble y suspiro. estoy loca, de remate pero lo único que nesecito es ver esa sonrisa otra vez.
- Señorita Marié - el intercomunicador suena y yo me acerco para responderle a carly.
-¿Si?.
- Ehhh, el señor Jack collison , se encuentra aquí - de inmeadito veo a Luciano y este se recompone. ¿ pero que hace aqui?. no me sorpende mucho, si descubrio el apartamento donde me estoy quedando en Mahattan, puede descubrir mi oficina, en uno de los edificios mas grandes de la ciudad.
- Que pase, carly- le respondo y dejo de presionar el botón del intercomunicador.
-¿ Que haras?- Luciano, un poco temeroso me pregunta y yo le sonrio.
- Conseguire algo interesante.
la puerta se abre y Jack Collison entra con una sonrisa de oreja a oreja.