Yo aun seguía en shock, incluso después de que Jack entrará a la estancia y me dijera que tendríamos que irnos, después de regresar a Manhattan en el jet e incluso aún seguía estando en shock, después de durar todo el día anterior durmiendo.
- Siento que esta enferma o algo por el estilo- mi madre le dice a Luciano y yo bufo debajo de la sabana. No me quiero levantar y tampoco quiero hacerme la idea de que tengo que inventar otra excusa para que Jack me lleva al subterráneo. ¿Que le voy a decir? ¿Que me fascinó ver a otras mujeres en ropa diminuta y coqueteandome o bailando encima de mi?. Grito fuertemente y mi madre junto con lucíano se callan de una vez.
- Nesecito hablar contigo luciano- digo mientras me descubro. Mi madre aunque no dice nada, hace un mal gesto y sale del cuarto, ya me las arreglaré con ella después.
Luciano se sienta en mi cómoda y yo suspiro mientras unos cabellos se aremolinana en mi frente.-¿ Pudiste verlo? - Luciano espera con ansias y yo débilmente niego con la cebza.
-No pero vi a alguien que me ayudara a encontrarlo.
Luciano comienza a pensar en las posibilidades de personas que podrían ayudarme.
- Nesecito ir al subterráneo sin Jack- digo y la cara de mi amigo se vuelven un poema.
- Estas loca. ¿Cómo vas a hacer eso?- dice eufórico y yo salto de la cama, para no derribarla con la tremenda ira que tengo en mi interior.
- No tengo ni puta idea- comienzo a caminar en círculos.
- Ria. Habla con Jack dile que quieres que él te lleve otra vez y...
- Se vería demasiado raro- le interrumpo y lo miró a los ojos- me presento al señor Mena y no pude estrecharle la mano, en ese momento Luciano, me congele- le describo la situación y lo que sentí en el momento que uno de los monstruos de mis pesadilla, apareció delante de mi con una sonrisa perfecta y el cabello blancuzco. A esa altura él ya debería de estar muerto.
- Mierda.
- Eso fue, una Mierda, si le digo a Jack que me lleve otra vez allí. ¿Que pensará ?- no puedo permitirme perder esa pieza tan importante.
Ambos nos adentramos en un silencio absoluto y luego de unos minutos mi madre entra con un carrito lleno de comida y un sobre en su mano.
- Te han mandado esto- dice y me da el sobre, yo paso de la comida, el manojo de contradicciones y emociones, me hace dejar de lado, algo que ahora es tan insignificante como comer.
El sobre es de Jack.
Fue una noche explendida y muy diferente a cualquier otra noche de mi vida. Sin duda alguna señorita Daltonic, es única y quiero seguir teniendo el placer de vivir noches explendidas a su lado.
¿Acepta mi invitación a la campaña de recaudación para la compañía de stirpe?Un placer, J. Collison.
Y hay estaba, esa pequeña señal y oportunidad que el destino me brindaba. Mire a Luciano, quien se estaba deborando unas tortas que habían en el carrito y sonreí de inmediato, no era la victoria, claramente, pero se sentía como si me hubieran regalo algo más que un millón de dólares.
- Tienes que prepararte- le indico y este deja de comer.
-¿Prepararme? - pregunta y yo asiento, me siento justo al frente de él y le agarro de las manos.
- Tú serás la única oportunidad para que Simón T. Collison, regrese al subterráneo.
Luciano ríe y me mira como si me hubiera salido otra cabeza.
-¿De que colo estas hablando, Ria?.
- Jack me ha invitado a la fiesta de su fundación, es decir que no estará en casa por esa noche. Estará conmigo, en un espacio que yo puedo controlar y tu, mi querido amigo, iras por esa tarjeta.
- ¿Tarjeta?
- Si, esta en su despacho, justo en donde está el teléfono con el que se comunica para ir al subterráneo pero tu solo cojeras la tarjeta, del resto me encargaré yo- le digo. No iba a ser una tarea tan fácil, de hecho esto podía ser incluso más difícil que vivir con las chicas Wik, ya no era más un juego, ahora estaba debatiendo entre mi vida y la vida de las personas que me rodean. En el subterráneo además de chicas sexys que se venden a voluntad, habían secretos de gente que se ocultaba tras el poder, negocios que representaban las cumbres de imperios y millones de Dinero, no eran las vegas, era el mundo que nadie conocía y que yo estaba apunto de difundir.