A Salvarte Parte 5

21 4 6
                                    

El cuerpo de kenny cae choriando sangre en el esfalto, Yasper comienza a gritarle con odio a Mark y a sus gorilas pero yo no puedo de dejar ver el cuerpo sin vida y la sangre que fluye, escribiendo en el suelo que es mi culpa. Pienso en su hija y se me parte el corazón.

- Llevátelos, no quiero que mi padre se entere de este pequeño asunto- un gorila nos separa a mi y a Charles bruscamente.

-¡No! - grito pero él no está en condiciones de venir a salvarme, lo montan en una de las camionetas y a mi en otra contra mi voluntad, veo hacia atrás y me encuentro con que Jack se ha quedado de piedra en la mitad de la carretera, él jamás había tenido que lidiar con una situación semejante a esta y también es mi culpa que este aquí. Me alzó contra los gorilas e intento escapar, peleó con ellos y al final como ven lo inquietante que soy, uno de ellos me da un golpetazo para luego todo ponerse oscuro.

- Levántate, cariño- el zumbido en la cabeza me es realmente molesto y las imágenes que no logro procesar me recorren la mente como un casete de fotografía- vamos, levántate- una voz dulce me llama y yo trato de abrir los ojos. La luz me ciega por un momento y el cuerpo me duele, cuando recobro la conciencia, me doy cuenta que estoy en una cama, y a mi lado, esta el mal nacido más grande del mundo.

-¿Por qué haces esto, mark? - me incorporó pero él me coloca la mano en el pecho y me vuelve a acostar, sonríe con esa expresión que antes adoraba y que ahora se me parece al mismo demonio.

- Yo de verdad que te quería Ria, eras importante para mí. Estábamos viviendo algo real- me dice y comienza a tocarme el pelo con sus asquerosas manos- y luego tuvimos tu primera vez y yo- me sonríe abiertamente y yo solo de recordar el día, las lágrimas comienzan a escapar de mi.¿Cómo alguien puede ser tan diferente y ocultarlo tan bien?. Él susoira- pero ya era costumbre entrar al subterráneo, luego me había metido en unos problemas algo fuertes pero no podía decirle a mi padre, perdería el subterráneo si lo hacía, y no tenía esa cantidad de dinero pero estabas tú, mi amor- me acaricia el pelo y lo coloca detrás de mi oreja. Con cada cosa que me dice, me da mas rabia que yo no haya notado el mounstro que tenia ante mi.

-¿Me vendiste? - no se porque lo pregunto, si es obvia la respuesta. El niega.

- Tú me ayudaste a saldar una deuda, ellos solo se iban a divertir un rato contigo y luego te iban a dejar en paz- yo niego con la cabeza, recordando su miedo en el rostro cuando me arrastraban hacia la camioneta, recordando el dolor, la desesperación y la agonía de saber que no lo iba a ver más. ¡Que idiota fui!- no tenía ni puta idea que ellos te iban a traer aquí, sino te hubiera sacado de una, mi amor- dice y suspira- pero las cosas no son así y ahora- se levanta y detrás de su traje saca un arma que apunta a mi cabeza- debo matarte- quita el seguro y me mira con fingida pesadez. El miedo recorre mi cuerpo y comienzo a temblar pero jamás le mostraría eso Mark y menos ahora.

-¿Crees que eres el único que jugó? - no se que coño hago, solo busco tiempo, alguna salida de este infierno. Mark niega con una sonrisa y yo me levanto.

-Quieta- sentencia, pero no le hago caso y me acerco a él, me coloco el arma en el seno y el dirige la mirada directamente a ellos, si hay algún punto débil de este individuo, es el maldito sexo. Miró alrededor y logró ver la puerta aún costado, un espejo enfrente de nosotros y la habitación aseada sin nada más. Algo parecido a una habitación de hotel de paso-¿quieres un último deseo antes de irte? - me mira sugerente y se a que se refiere, yo intento no vómitar le encima, porque me parece la cosa más asquerosa del mundo pero asiento con la cabeza. Mark se acerca a mi y me coloca el arma en la cabeza- aseguremos, que no intentarás nada, bonita- me empotra con la pared y quedó justo frente al espejo, veo su espalda y siento su asquerosa boca en mi garganta, me tenso de una vez cuando siento su mano izquierda tocarme la nalga, comienzo a subir mi pierna izquierda por su parte íntima pero él la para de inmediato-¿que coño crees que haces? - me mira con mucho sigilo y yo le sonrió lo mas perversa que puedo.

- ¿A ti no te gustaba que yo hiciera esto? - le agarro la mano que tiene suelta y la coloco sobre mi seno apretandolo, alzó mi pierna izquierda y comienzo a masajearle los testículo con la rodilla, veo como sonríe de satisfacción y me aprieta el seno con demasiada dureza.

- Así es, así es- dice en un suspiro y se arremete frente a mí, solo nesecito esa oportunidad, que cierre los ojos y este perdido. No deja de mirarme, se lanza hacia delante y me besa fuertemente, de manera asquerosa y totalmente rústica, me muerde el labio y yo chillo de dolor pero a él parece gustarle, siento la sangre entre su lengua y mi labio, pero no me suelta, las lágrimas comienzan a salir y cuando el saldo de ellas y el óxido de la sangre está entre nuestro paladar, Mark me suelta. De inmediato la sangre comienza a escurrir y cae al piso, no me quiero ni tocar mi labio porque se que esta partido y que me dolerá a sueldo.

Mark se relame la sangre de mi boca que le queda, es algo realmente desagradable, es enfermo.

Me coloca de rodilla y se intenta abrir la bragueta con una mano, gruñe cuando no puede y cuando veo que el arma la tiene hacia otra dirección que no es mi cabeza, lo hago, el chilla de dolor y cae justo arrodillado como yo, le propinó otro golpe duro con la mano cerrada y el con sus dos manos se intenta tapar el pene, cojo el arma y le disparo en la pierna.

Grita, grita de dolor y yo lo siento como música para mis odios, le escupo mi sangre en la cara y con mi tacon le quito las manos que tiene en su miembro.

- Maldita puta- le disparo en un dedo y veo como llora, pero eso no es nada comprado con lo que me hizo, con lo que le ha hecho a otras mujeres, cojo mi tacon de punta y lo machacho una y otra vez en sus bolas, una y otra y otra vez, hasta que veo que el color azul oscuro de su traje, se vuelve más oscuro por la parte de su miembro, Mark no grita, se ha desmayado del dolor.

La puerta suena.

-¿Señor Sabanna? Ya está todo listo- dice uno de sus gorilas al otro lado de la puerta. ¡Mierda!

SECRETO OSCURODonde viven las historias. Descúbrelo ahora