CHARLES Y ÉL

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- Mamá... - le susurro y siento
sus lagrimas caer en mi hombro.

- Mi hija- dice llorando y  la abrazo aun más - sentí que...

- No mamá. Aquí estoy- la aparto de mi para verle la cara y veo como me sonrie con los ojos y cachetes llenos de lágrimas, sabia lo que diria y de hecho, lo que sentía, que otra de sus hijas no iba a volver.

- Mirate, te ves tan flaca, cariño, te hare algo de comer enseguida- me sonrie y aunque mi estomago este cerrado por como me mira Charles y por la conversación pendiente, que tenemos que tener, lo dejo de lado y gustosa le digo que si. Ella asiente me vuelve a abrazar y mira a Charles- Tambien te hare algo a ti- le dice y el asiente con una linea recta en sus labios.

- Pondre la mesa- digo rapidamente y me levanto para dirigirme a la entrada de la cocina, a buscar donde sea que esten los platos y vasos para la mesa, pero él me frena, justo al pasar a su lado.

- Creo que antes tenemos que hablar- me dice calmado, pero con un tono que denota que no esta tan contento.

- Hija, deberias estirar los pies, ya hace dias que andas tumbadas. Pueden salir a caminar mientras yo preparo la comida. El rio tiene unas vistas, hermosas- dice mi madre y yo asiento. Seria la mejor manera para contarle lo que podría ser una nueva etapada en lo que llamamos como relación, aunque a decir verdad, no seria la mas fuerte de todas, vivimos un instante donde podiamos confesar nos amor eterno y en un segundo pasábamos a un instante , donde uno de los dos lloraba la perdida del otro, sin embargo, creo que esto supera todo lo que él cabron de Mark nos hizo pasar.

- Es una buena idea- digo y mi mamá asiente.

- les buscare abrigos, en uno de los cajones de arriba  debe haber algo- dice y desaparece con rapidez por el pasillo. El silencio se hace y yo me alejo un poco de Charles, quien parece estar sumido en sus pensamientos.

-¿Puedes hablarme ya? - pregunta con un tono de voz tajante y yo me doy la vuelta para mirarlo.

- Charles acabo de llegar, lo que quiero ahora es paz

- Y yo tambien Ria, pero no han dejado de estar raros tú y Luciano.

-¿Nosotros? Pero si yo me acabo de lavantar- le recrimino y él se pasa las manos por el pelo, se adentra a la cocina, se sirve un vaso de agua y sale dando fuertes pizadas.

Me recuesto en la encimera y suspiro.

No queria esto pero era inminente que el golpe llegara rapido y fuerte. No puedo decirle así nada más y tampoco, puedo dejar que se haga la idea erronea de cualquier cosa. Asi que decido tomar fuerzas y hacerle caso a mi amigo. Salgo de la cocina y me dirijo hacia fuera de la casa, por donde creo que se ha ido Charles, sin embargo, Luciano entra rapidamente y me da su celular movil. Me hace señas que hable. Me lo llevo a la oreja.

-¿Hola?

- Marié- su voz me traduce que se ha dibujado una sonrisa en su rostro y yo siento una tremenda paz cuando oigo a Jack- disculpame, debo decir Ria.

- No te preocupes, siento que te suena mejor el Marié- él se rie por lo bajo y yo me alejo un poco de Luciano, para tener mi momento con Jack.

- He querido visitarte pero se que por seguridad, han salido del país y solo puedo llamarte- miro a Luciano que me indica que le siga la historia a Jack,  y algo asiento confunddida. Odio mentirle, odio decirle que si estamos lejos, cuando enrralidad estamos justo a la salida de la ciudad. ¿Pero que mejor lugar para ocultarte que enfrente de las narices de todos?.

- Si ... Ha sido una decisión dura pero es lo mejor.

- lo sé. ¿Cómo has estado? ¿Cómo sigue tu pierna?

SECRETO OSCURODonde viven las historias. Descúbrelo ahora