SIMON,MARIE Y RIA

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Al día siguiente, me encuentro que el señor Collison se ha ido a un viaje de negocios, la punzada que me da porque no me haya dicho o siquiera proponerme ir con él, desaparece,después de darme cuenta que fue lo más prudente que pudo hacer, Jack de alguna forma entendió que después de esa pregunta y esa respuesta, ambos nesecitabamos un tiempo y espacio, aunque sin darse cuenta, se fue sin despedirse.

La cuenta regresiva va en descendencia y yo  no hago más que repasar una y otra vez el plan en mi mente. El viernes en la noche cuando estoy apunto de salir, le doy una pequeña mirada a mi oficina, toda completa, y la nostalgia me inunda, Marie Daltonic, ya no existirá y todo lo que alguna vez creo, se irá con ella.  Paso por donde Carly.

- Hasta el lunes señorita Marie- canturrea ella feliz de que sea fin de semana,yo me detengo y me vuelvo a verla, sin duda alguna, fue  más que una trabajadora, fue una amiga, me ayudó en los peores momentos sin siquiera saber que estaba pasando, Carly fue más que un apoyo incondicional o un elemento sorpresa, fue esa pequeña parte segura de la vida, que sabes que si te caes, te ayudará a levantarte. Así que me acerco a ella y le doy un abrazo, mientras siento como se sorprende por mi pequeña intromisión a su espacio personal. ¡Que se vaya al carajo el espacio personal!.

- Gracias Carly, por todo- le digo y siento como ella me abraza también.  Trato de no llorar mientras sigo en la oficina y le dejó indicaciones de una carpeta llena de folders en mi escritorio, que tiene que organizarla el lunes, en realidad le he dejado todas mis acciones, ahora Carly es la mayoritaria accionista  de Daltonic. Cuando salgo a la calle el viento me arropa el cuerpo y al subirle en mi GT, las lágrimas pueden conmigo, así que me deshago de ella antes de llegar a casa, y una tras una van sacando la nostalgia y el dolor en el  pecho  que me da el  dejar está vida atrás. Puede que no extrañe a Marie pero si extrañare lo que junto a ella, he construido.

Al llegar a casa ceno con miadre y como nunca, le pregunto si puedo dormir con ella, me acurrucó entre sus brazos y la punzada de culpabilidad me atormenta. Además de revelarle al mundo el subterráneo, tendré algo más cruel que hacer, decirle a mi madre toda la verdad.

Por la mañana me excuso, diciendo que tengo un vuelo de negocios y me dirijo a la casa de Simón, un pent houses a las afueras de Manhattan.

-¿Y entonces?-  

- Estaré esperando cualquier cordenada de Kenny- dice Luciano y bufa al saber que es la sexta vez que le hago repetir lo mismo.

Yo dejo los planos estructurales del "paraíso masculino" y suspiro mientras me arrecuesto en la silla del despacho.

- Tienes que relajarte, todo saldrá bien, sacarás a Charles de ahí- me dice Luciano y yo asiento-¿Has dormido bien?-  abro un ojo y veo su arruga de preocupación en la frente.

- No he podido. No he dormido casi nada, solo tengo en mente esta noche, después de que Charles este seguro, podré dormir mil horas si quiero.

-Pues cariño, necesitas energía, deberías ir y recostarte un rato, apenas y son las 11, quedan muchas horas para entrar al maldito subterraneo- dice y sale de la habitación, yo me echo en la silla y comienzo a dar vueltas. No entiendo porque mis sentimientos son tan contradictorios en este momento, por un lado quiero con infinitas ganas, sacarlo de ese lugar y por otro lado, extrañare a Marie, a la tranquilidad y a Daltonic. Suspiro. ¿Debería sentirme mal conmigo misma?. 

Cierro los ojos por un momento, solo un instante.

- Hey, hey- me levanto abruptamente y veo a Luciano negando con la cabeza.

- Te lo dije, tenías que descansar- me regaña y Jovanni, el maquillista que le da vida a Simón T. Collison, me sonríe.

-¿Qué hora es?- pregunto con cansancio absoluto.

- ¡ay querida, luces agotadisima!- suspiro y me siento en la silla donde Giovanni hace su magia, no digo nada, solo quiero entrar a ese lugar y terminar con todo. Cuando el traje azul se cierra sobre mi cuerpo y la barba me da la habitual picazón, me volteó a ver  y Jovanni sonríe por su creación.

- Aún me da pánico, lo tan verdadero que se ve- anuncia Luciano y Jovanni se despide.

-¿Entonces esta es la última vez?- me pregunta y yo asiento, le entrego una maleta llena de dinero y el niega- es demasiado, señorita Marie.

- has hecho un excelente trabajo y tu discreción es imprescindible. Tomalo- le exijo, y Jovanni toma la maleta con pesar, aunque sé que por dentro debe estar brincando de felicidad.  Luciano lo acompaña a la puerta y al regresar coloca el celular en la mesa.

- En 20 minutos están aqui- me avisas y yo asiento, las manos me tiemblan y el corazón se me sacude a más no poder. Hoy es el día. Hoy es el nueve comienzo de Charles y el fin del subterráneo.

-¿Estas lista?- me pregunta Luciano y yo lo miro tras la mirada de Simón,Marie y Ría.

- Más que eso.

SECRETO OSCURODonde viven las historias. Descúbrelo ahora