*Música*
Producción HS presenta
El teatro
Escrito y dirigido por “…..”
Después de quedarme dormida en la pequeña casa desperté con la luz del día entrando por la ventana y un pajarito posando en ella.
Todo estaba muy tranquilo hasta que el reloj empezó a sonar.
-DING DONG!, YA ES TARDE!, DING DONG!
- Esa cosa habla! – rápidamente tire el reloj al piso y espere a que se callara.Al recordar en que dimensión estoy también recordé porque ese reloj de repente hablo, bien 11A224 recapitulemos todo desde el principio.
Me llamo 11A224 426286977, me mandaron una carta el día de mi cumpleaños para ser una de las famosas viajeras de dimensiones, acepte y mi primera dimensión fue la de una niña con una bestia, muy rara por cierto.
La siguiente fue la de Lili y Regino, algo tranquilo aunque no puedo decir lo mismo de la de Cosme y Abel, por último fue la de los villanos que sirvió para relajarme y distraerme de lo sucedido en la dimensión anterior aunque…había muchos misterios.
También tengo muchas preguntas pero no e obtenido respuestas de parte de nadie, lo único que se y que todo mundo me repite es que tengo un año de vida o soy comida…de nuevo.
Ahora hablando de esta dimensión, todo parece…una de las primeras caricaturas, aún no me acostumbro a todo esto pero existe Ricardo, Eugene y el joven de la máscara.
El joven de la máscara es muy llamativo a pesar de que a sido ignorado, un lado lo tiene sonriente y el otro triste, usa sombrero y trae un bastón consigo pero Ricardo siempre me aleja de el lo que me causa más curiosidad.
KNOCK KNOCK alguien llamo a la puerta desde fuera.
-Bayas ven pronto!, tenemos que salir temprano! – era la voz de Ricardo que me apresuraba.
- Ya voy! – Me puse de pie de un salto aparecieron más pájaros de la nada y empezaron a rodearme.- Esperen esperen!
Al parecer me querían vestir porque cuando se fueron me dejaron con un bonito vestido blanco con toques azules.
-Paso algo? – Ricardo abrió la puerta mientras aún se cubría los ojos.
-Nada nada, estoy lista. – le sonreí y me acerqué a la ventana para cerrarla.
Que incómodo es que un grupo de pájaros te quiten la ropa para luego ponértela, la experiencia de princesa no es lo mío.
Salimos los dos de casa yo iba tomada del brazo de Ricardo, el iba silbando por todo el camino y yo veía la ciudad, cómo todos actuaban me parecía gracioso.
El me ayudó a subirme a un tranvía, me cargo y me subió, le extendí la mano y el también subió, el lugar se veía tan pequeño pero tenía un toque único.
-Ah esto ya está lleno, salimos tarde, bueno no importa, nada puede arruinar este día. – el me sonrió y yo también le sonreí.
A lo lejos se veía un pequeño muñequito acercándose.
-Esperen!, esperen! – se acercaba corriendo con un maletín, era el joven de la máscara. – Deténgase!
Por más que intentaba parar el tranvía aún estaba muy lejos y cuando estuvo apuntó de llegar a tocar la baranda un auto lo atropelló.
-Eso debió de doler! – dijo Ricardo mientras se asomaba a ver hasta donde llegaba el cuerpo.
- El estará bien? – pregunte al ver como se alejaba cada vez más de nosotros.
- Si, no te preocupes por el.- el saco de su abrigo un reloj y después lo volvió a guardar.- Ah!, muy pronto llegaremos a nuestro destino!, estas emocionada?
-Algo, ya quiero ver que tan grande es.
El viaje continuó un poco más y cuando al fin llegamos el bajo y me cargo para luego dejarme en el piso.
-Gracias!
- No es nada, vamos? – me ofreció su brazo de nuevo.
Cuando levante la mirada me encontré con algo muy diferente de lo que imaginé. Era enorme!, había muchas personas fuera pero todo se vía tan limpio, no se veía muy actual pero el toque antiguo llamaba la atención.
-Bayas te presento el gran teatro.
No le podía prestar atención a el ya que estaba mirando el gran edificio. Era tan diferente a los que había visto a lo que había imaginado, me sorprendía mucho.
El me guió a la entrada, en un momento se rió y lo voltee a ver.
-De que te ríes? – pregunte un poco enojada.
-Sólo me pareció muy linda tu expresión, en verdad una chica de pueblo nunca había visto algo como esto?
-No…es mi primera vez, nunca pensé que iba a ser tan llamativo!
- Bueno no se puede esperar menos, a durado muchos años y sólo se exponen las obras más destacadas y amadas por todos. Entremos.
A medida que más nos acercábamos al edificio más me llamaba la atención sobre como sería por dentro.
Una vez dentro se veía muy elegante, la decoración se veía muy fina, parecía que cada mínimo detalle había sido planificado desde un inicio para estar ahí.
Había pocas personas dentro de el por tan temprano que era pero los que se veían que estaban ahí parecían ser personas muy importantes. Ricardo conocía a todos los saludaba con una gran sonrisa, debo decir que Ricardo tiene un carisma y una forma de hablar que hace que sea fácil conversar con el y sus cumplidos no molestan por muy empalgosos que suenen.
Me presentaba a todos sus conocidos si bien no soy una persona social pero sonreír no me costaba nada y hasta parecía divertido. Cuando terminamos decidió mostrarme el gran escenario, me llevo del brazo y cuando estuvimos apuntó de entrar me cubrió los ojos con sus manos.
-Esto te va a gustar aún más. – su tono me daba confianza por lo que no temí que me fuera a gastar una mala broma.
Abrió la puerta y me llevo dentro, me siguió guiando y cuando quitó sus manos abrí mis ojos.
-Qué te parece?!
Me quedé quieta y sin palabras…estábamos sobre un gran escenario dejando ver todos los asientos vacíos enfrente, con las luces encendidas sobre nosotros me sentía de alguna manera…la protagonista de una historia.
-Con ese vestido lleno de brillos no pareces nada una chica de pueblo, mira el público tiene sus ojos en ti, impresiónalos con una historia que sólo tu podrías protagonizar!
Vi el brillo de los ojos de Ricardo y luego volvió a ver los asientos vacíos, me sentía tan segura de mi misma e impresionada, las palabras de Ricardo me animaban, cerré mis ojos un momento para imaginar la escena.
En mi imaginación se veía gracioso, yo como actriz?, que gran chiste, muy de apenas me recuerdo de lo que pasó en mi primera dimensión me voy a ir recordando de un libreto.
Me quise reír y estaba apuntó de abrir mis ojos cuando esa voz volvió.
-Ayuda…
Sentí como mi piel se erizaba y como el aire se sentía frío, al abrir mis ojos voltee en todas las direcciones pero no había nadie más que Ricardo, el me miro raro por como actuaba y se acercó.
-Pasa algo?, tienes frío?
- No…sólo me recordé de algo…- la ilusión en la que caí el otro día aún se siente tan real…
Me dio un escalofrío con recordarlo, definitivamente fue una pesadilla vuelta realidad.
En eso se abrió la puerta de nuevo y entró Eugene.
-Oh niños ya están aquí!, no pensé que algún día Ricardo se presentaría antes para el ensayo siempre llegas tarde, eres un niño muy travieso! – Eugene se acercó al de cabello rizado y le jalo sus mejillas mientras este otro se quejaba.
-Señorita Eugene esto duele un poco….
-Antes te metías en muchos problemas por llegar tarde, ahora el director no te dice nada!, oh pero dime Bayas tu también vas a entrar al teatro como actriz?, sería grandioso tenerte como compañera!
-Compañera?, usted también actúa?
- Por supuesto!, soy la actriz más destacada de este lugar!, es como ser la superestrella de hollyw**d ya sabes.
-Ho-que? – pregunte sin entenderle muy bien por como hablaba, antes menciono un tal b*mbi, quién es esa?
- Si no le entendiste no te preocupes, aveces nosotros tampoco le entendemos de que habla, una vez mencionó una tal B*etty Bo*p, no sabemos a quien se refería. – dijo en voz baja Ricardo mientras Eugene seguía presumiendo de su lugar en el teatro.
-En fin, estas lista para también brillar? – pregunto ella mientras se retocaba su maquillaje con un pequeño espejo de mano. – No es nada fácil estos días conseguir a nuevas estrellas, muchas de ellas creen que ya han llegado a la cima y se van, además se vienen tiempos difíciles por lo que muchas no van a querer tomar el riesgo de ser actrices.
-Tiempos difíciles?, a qué se refiere? – Me acerqué con curiosidad a ella pero en eso ella me puso polvo en la nariz y tuve que alejarme mientras estornudaba.
- La guerra esta cada vez más cerca? – pregunto Ricardo mientras me daba un pañuelo.
- Me temo que si…esta guerra va a traer un cambio totalmente diferente a como vemos todo, es mejor que estemos preparados.
Me quedé quieta, no esperaba eso. Pero me hizo recordar a lo que dijeron en la dimensión de Cosme y Abel que la guerra iba a empezar.
-Ah…entonces habrá más publicidad sobre la guerra que del teatro y si contamos que probablemente haya recorte para seguir a salvo, sin duda esto va a afectar a todos. – Ricardo parecía preocupado y yo no se que hacer si en dado caso llega a ocurrir.
Estar preparada para este suceso…nos dieron algunas clases de esto cuando iba a la escuela pero en mi mundo en imposible que haya una guerra, para empezar Z52119 es el que controla todo sin contar que se necesita de cada espacio para que el mundo se mantenga a flote.
Las únicas batallas que a habido han sido por robo de inventos o por copiar pero eso se soluciona con un juez y abogados, hay batallas de robots pero eso es para entretenimiento así que las guerras están fuera.
Nos dieron clases de como sobrevivir a un ataque zombie ya que por los inventos nunca se sabe cuando se saldrán de control entonces creo que de cierta manera estaré a salvo.
Pronto comenzaron a llegar más personas a si que Ricardo me dijo que esperará por el afuera ya que iban a hacer un ensayo.
No dije mucho y sólo salí Ricardo me dijo que me iba a invitar a ver la obra una vez estuviera lista ya que sería pronto, sólo le sonreí antes de cerrar la puerta tras de mi.
-Supongo que con esto ya tengo tiempo de escribir…- suspire y me senté a esperar a un lado de la entrada.
- Lo siento llegó tarde! – voltee y mire como el joven de la máscara se acercaba corriendo con toda su roba hecha un desastre, se acercó a la puerta y la intento abrir. – Eh?!, ya está cerrado?, necesito hablar con el director!
- Ya no dejan a nadie entrar, creo que puedes esperar a que terminen.
-Que?!, pero esto es urgente! – a pesar de que no podía ver sus ojos se le notaba la desesperación. – Ah!, de nuevo lo arruine…
- No te presiones, seguro el director tendrá que salir a ir al baño o a comer.
-Tienes razón…- el ya muy desanimado se sentó al otro lado de la puerta con la cabeza baja.
-Oye, debido a que Ricardo nos interrumpió no llegue a saber de tu nombre, cuál es? – intente crear una conversación para animarlo y que el rato se pasará rápido ya que no se cuanto tarden en el ensayo.
- No es muy importante, muchos lo olvidan fácilmente…- levantó los ojos hacia mi aún triste, no podía asegurarle que me iba a recordar de su nombre todas las veces pero si me aprendí el de Regino y Ricardo que no pueda con el.
- No lo olvidaré, dímelo.
-Mi nombre es Rafael BuenaSuerte, un gusto.
-Rafael Buena-que? – pregunte ya que era un apellido muy raro.
-BuenaSuerte, es un apellido único…
-Oh BuenaSuerte!, es muy único. El gusto es mío, eres actor?
- No, bueno también pero principalmente soy sólo un bailarín, iba a hablar con el director por si me podía dar un pequeño papel secundario al menos…pero el director es muy estricto con la puntualidad, creo que así nunca podré volver a este teatro.
-Eh?, seguro el director será comprensivo si le explicas.
Sonreí y me quería dar un golpe en la frente por la tontería que acababa de decir, cómo le explicas a tu jefe que camino al teatro te atropellaron pero que has venido aún así y que te de un papel.
-No creo que me de un papel…creo que tendré que conformarme con el teatro de la ciudad baja…- el suspiro aún desanimado mientras se quitaba el sombrero.
-Ah pero dijiste que no te dejarían volver, antes trabajabas aquí?
-Si…junto con Eugene fuimos las estrellas del teatro, mientras yo era el bailarín principal ella la actriz, pero de repente me cambiaron al teatro de la ciudad baja y en poco tiempo Ricardo se volvió la estrella tomando mi lugar.
-Eh…así que así son las cosas…- En verdad la suerte de Ricardo debe de ser muy buena, si bien no e visto a Rafael en el escenario pero parece que si le gustaba su papel. – Pero el teatro de la ciudad baja no puede ser tan malo.
Le sonreí para hacerlo sentir bien pero soltó un suspiro más largo que el anterior.
-E tratado de verle lo mejor, pero ni ahí me dan papeles grandes, estoy cansado. – se puso de pie y tomo sus cosas, poco a poco la música de fondo empezaba a subir, no pude evitar ponerme de pie y seguirlo a la salida.
– Oh cansado estoy…Levantarse en la mañana se vuelve cada vez más difícil...te cae un piano camino a trabajar, te arruinan tu traje, te atropella un auto, las señoritas me dan bofetadas por qué me confundieron, me tiran agua o caigo por una alcantarilla. Al llegar al trabajo escucho regaños de mi jefe y lo peor es que no trabajo como bailarín si no como el de limpieza, caigo desde el escenario al suelo, me golpeó con uno de los asientos o la lámpara de araña me cae encima.
-Eso suena horrible!
-Y eso no es todo.
-Hay más?!
-Termino de trabajar hasta la noche, la luz se va y me deja en la oscuridad, aún así debo de limpiar el desastre que cause en el día pero por las tablas viejas se rompen y caigo, si mi mala suerte no es mucha me encuentran y me sacan, del contrario me quedo ahí hasta el día siguiente, si puedo salir tengo que trabajar en el bar donde siempre me pisan o golpean, siempre quebró vasos y me lo descuentan.
- Al menos tu día ya acabo!
-No…termino en la madrugada, voy a casa pero en el camino me topo con tipos problemáticos que me roban, me golpean o me hieren. Al llegar la vecina loca me golpean con su bastón ya que cree que soy un ladrón, cuando llegó a casa me doy cuenta que me han robado o hay ratas de nuevo, duermo un poco y el día continúa…esta pesadilla ya no la quiero vivir, puedo sentir como mis huesos se quiebran, como cada malestar llega pero mi cuerpo aún avanza…
-Oh pobrecito de ti…
- Es triste que piensen eso de mi pero tienen algo de razón mi dama, la única razón del porque me pongo de pie luego de dormir es por la poca esperanza que tengo de que algún día mi suerte cambié a la de antes.
Habíamos llegado a la salida y el estaba esperando a que el tranvía llegará, se puso su sombrero y tomo su bastón de manera un poco más animada.
-Mi dama me temo que yo ya me tengo qu- antes de que pudiera irse paso el tranvía a toda velocidad y lo volvió a atropellar.
-Oh no!!! – muy asustada me acerqué hasta donde quedó el cuerpo de Rafeal que estaba en medio de la calle con la probabilidad de poder ser atropellado de nuevo. – Rafael estas bien?!
-Mi dama estoy bien…- levantó su mano y cabeza un poco y luego calló de nuevo quedando inconsciente.
A rastras lo pude jalar a una orilla para así pronto poder llamar a una ambulancia, cuando fui a tratar de conseguir un teléfono note que un perro se estaba orinando sobre Rafael!
Cuando espante al perro llame a la ambulancia pero me dijeron que estaban muy ocupados por lo que iban a tardar, estuve esperando y cuando vi la ambulancia a lo lejos llegaron y pasaron sobre Rafael.
-Rápido todos!, esto es más grave de lo que pensamos!
- Por favor ayúdenlo! – dije mientras me volvía a acercar a Rafael para ponerlo en la camilla pero…bajaron la camilla sobre Rafael y encima pusieron al perro en ella!
-Gracias por llamar amable ciudadana, sin usted el perro moriría de falta de amor por no tener dueño! – el muñeco de cabeza redonda sonrió tras de pasar de nuevo por encima de Rafael.
- Pero yo hable para el! – apunte a Rafael que seguía inconsciente y el hombrecillo lo vio.
-Oh!, parece que necesitaremos otra ambulancia, espere a que llevemos al perro y volvemos por el!, vamos a tardar pero vendremos!
Ellos se fueron y estuve esperando, espere mucho pero nunca llegaron y al volver a llamar me dijeron que ya no podían aceptar a heridos en el hospital que llamara a otro, no se nada de este mundo como se supone que sepa de números y eso?!
-Esto siempre pasa…me quiero morir…- pronto escuche como Rafael empezaba a llorar, yo no sabía que hacer no se nada de aquí y apenas lo conozco por lo que dejarlo sólo…- Vete…este no es tu problema sólo vete.
-Pero…- Lo mire y por alguna razón sentía lágrimas en los ojos, parecía un perro triste en sus últimos minutos de vida.
-Estoy bien, o quiero creer eso…ya estoy harto, en que estoy pensando…- el soltó un suspiro mientras se tocaba la cabeza y se intentaba poner de pie. – Pedirle a una dama que me mate aquí…no quiero dar problemas.
-Eh?
-Para comenzar hablar de muerte está prohibido debería de haber censura aunque supongo que como no soy el protagonista no importa, hablando de Ricardo, no deberías de volver con el mi dama?
-Censura y protagonista….Eh, se supone pero no puedo dejarte aquí!
Lo ayude a levantarse, en varias ocasiones me trataba de alejar pero…una historia es más interesante con un protagonista que pasa desgracias a que uno que sólo le va bien en todo.
Al final se rindió y me dejó llevarlo a su casa, en el camino varias veces se cayó o le pasaron cosas dolorosas por lo que al llegar cayó al suelo ya rendido.
-No puedo decir que mi mala suerte es absoluta ya que me pude encontrar contigo mi dama.
No estaba acostumbrada a escuchar que me dijeran así por lo que aún era raro, yo trataba de recomponer mi aliento ya que el estaba pesado y cargarlo por tanto tiempo hizo que me cansada y que me doliera el cuerpo.
-Debería ayudarte a ir a la cama. – cuando nuevamente me levanté mire mejor el pequeño cuarto…no había nada.
Afuera empezaba a hacer viento y todo entraba por el marco de la ventana por qué no había un vidrio o algo que cubriera. Las paredes estaban llenas de grietas y el piso estaba lleno de polvo, no había ni un mueble más que una pequeña caja y una sábana delgada sobre el piso.
Antes mencionó que le robaban o había ratas, supongo que por eso ya no queda nada.
-Con sólo traer y sacudir la cobija esta bien.
-Cobija? – me acerqué y tome la tela blanca, era tan transparente que en lo absoluto no parecía una cobija, es más hasta podía romperla fácilmente. -Esto no está bien.
Me acerqué nuevamente a el que seguía junto de la puerta y le puse mi abrigo, si bien sólo era prestado por Eugene no podía dejar a Rafael en un estado así y pasando frío.
Doble la cobija y me puse a limpiar el suelo y paredes con ella, si bien no era lo mejor pero esto era horrible.
-Que una mujer me de su abrigo…qué tan bajo e caído? – podía escuchar su llanto mientras se cubría la cabeza.
Sacudí la cobija y pronto vi de nuevo la pequeña caja, la tome y me senté de nuevo frente a el.
-No te sientas mal, estoy tratando de ayudarte porque quiero conocerte. Podría ver que guardas aquí?
-Eso…son las únicas cosas que me quedan…- el tomo la pequeña caja en sus manos y la abrió.
Había fotos ahí, una vela, vendajes y un lindo reloj de mano.
-No quiero perder esto, pero a este paso creo que sería mejor si tu lo conservas, tarde o temprano alguien vendrá y lo va a querer robar.
-Sólo tenía curiosidad, me prestas esto? – tome los vendajes y el asintió.
-Para qué los necesitas?, estas herida?
-Yo no. – le levante el pantalón y note como sus piernas estaban moradas, el de inmediato acomodó su pantalón muy nervioso. – Quiero tratar tus heridas, pero no puedo ponerte el vendaje sobre la ropa.
- Es que…que una mujer haga eso…puedo hacerlo yo mismo!, quiero conservar mi poca dignidad…
Lo mire seriamente y le devolví el vendaje, me volví a poner de pie y le di la espalda para no incomodarlo.
Mientras el se trataba yo use la tela y la puse en la ventana para que al menos no entrará tanta tierra.
-Gracias…creo que ya es tarde, ya deben de estar saliendo los créditos, deberías de volver con Ricardo.
-No se como volver. – dije mientras miraba el cielo oscuro aún dándole la espalda.
-Que?-Llegue ayer de un pueblo del sur, por lo que no se nada de la ciudad, no te molesta que me quedé aquí?
-A mi no mi dama, pero...No tengo nada que ofrecer.
-Esta bien con esto. - me senté a un lado de el y me cubrí un poco con el abrigo. - Es sólo por esta noche.
-Bien...- El ya un poco más animado se acercó más a mi y dormimos juntos.
No se cuanto tiempo estuve dormida o si fue en mi sueño la voz que escuche pero alguien me decía; lo siento.
FIN
Producciones HS estudio.
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Random11A224 es una chica que se ve obligada a viajar a distintas dimensiónes y descubrir misterios.