A la mañana siguiente se encontraron con su compañero profundamente dormido sosteniendo un libro, Lili quiso reír y lo cubrió para que descansará, ambas se cambiaron y fueron al comedor donde ya estaban todos.
-Lili, Bayas, que bueno que despiertan, quieren algo de comer? – dijo con tono amable como siempre Elizabeth.
Lili sin más tomo un pan y lo partió a la mitad, le entregó un pedazo a 11A224 y ambas comieron, por otro lado la señora Chanel parecía estar muy bien arreglada, como si fuera a ir de nuevo a la Iglesia.
El doctor Windsford metía muchos sobres a una canasta y los hombres preparaban farolas porta velas y hachas.
-Hoy vamos a necesitar que ustedes se queden a cuidar los niños, iremos a la Iglesia, los hombres irán por más leña, pueden cuidarlos? – dijo Adele algo apresurada.
-Por supuesto, no se preocupen. – dijo segura Lili.
-Nos tenemos que ir! – aviso la señora Chanel y todos se apresuraron a salir, incluso el doctor Windsford iba.
11A224 miro a Lili quien ya se había acercado a los niños.
11A224 se sentía desesperada, quería salir de la casa, no estaba acostumbrada al lugar, sin contar que los días parecían muy aburridos, no había cosas con las que ella se pudiera distraer que ella usará normalmente, pero tampoco sabía que hacer.
-Bayas quieres tocar un poco? – pregunto una de las niñas con una sonrisa mientras sostenía un tambor pequeño.
Todos tenían un instrumento en sus manos.
La niña mayor tenía un pequeño tambor, la otra un triángulo, el bebé sostenía una simple pandereta, Hipólito por ultimo también tenía un tambor.
La más pequeña le acercó una flauta a 11A224, esta se quedó confundida hasta que la tomo, sabía un poco como tocarla, pero se veía muy antigua, ella utilizaba una muchísimo más moderna por lo que lo más probable era que no la tocará muy bien.
-Son instrumentos algo viejos, pero sirven un poco para divertirnos, no se escuchan muy fuerte tampoco por lo que no atraen a las bestias. – dijo Lili mientras sonreía.
11A224 llevo la vieja flauta a sus labios y comenzó a tocar un poco, como era de esperarse era horrible, los niños comenzaron a reír al igual que Lili. 11A224 algo desanimada dejó de tocar.
-No te preocupes Bayas, nosotros tampoco sabemos tocar jaja. – dijo la mayor de las niñas.
-Comencemos.
Con eso dicho comenzaron a tocar todos, poco a poco se escuchaba un poco mejor, Lili los guiaba.
Eso quitaba un poco el aburrimiento que sentía 11A224.
En eso salió Regino de la biblioteca, tenía el cabello hecho un lío y parecía haberse despertado apenas.
-Un sacrificio!
Lili y 11A224 se quedaron quietas y en silencio, los niños no entendían.
En ese momento llamaron a la puerta, eran los hombres, traían costales llenos de leña, estaban vestidos completamente de negro y usaban capuchas, el primero en quitarse la capucha y mostrar su rostro fue el doctor Windsford, el era el único que llevaba una farola porta velas, inmediatamente los dejaron pasar.
-Cómo les fue? – pregunto Hipólito mientras se acercaba a su padre.
-Bien, muy bien, por suerte esta vez no perdimos a nadie. – dijo el señor Conrado con una sonrisa mientras abrazaba a su hijo.
-Les dije que no podía fallar mi idea, usar capuchas negras para que no nos noten. – dijo orgulloso el doctor Windsford.- Como es qué no se me ocurrió antes algo tan obvio?!
-Doctor Windsford no debería de confiarse mucho, las bestias también tienen un buen olfato. – dijo Lili mientras ayudaba a acomodar los costales.
- Para ser la primera vez está bien.
-Tengo hambre, no pude desayunar, podrían hacer Algo? – dijo de manera amable el señor Bonifacio.
-También muero de hambre! – dijo con su típica sonrisa el señor Gregory.
- Bayas ayúdame si?- pregunto Lili y 11A224 asintió.
Ambas fueron y prepararon comida para todos, 11A224 ya sabía un poco ya que le estuvo ayudando mucho en la cocina a la pequeña. Una vez en el comedor el señor Gregory parecía muy feliz.
-Entonces un día me encontré con un conejo enorme!, era de pelaje blanco!, tan blanco como la cara de Bayas jaja!, nadie le podía disparar hasta que yo lo hice!, lo corte y le saque las entrañas!, me quede con su piel, y aún la tengo!
11A224 miraba a los hombres, parecían más emocionados que de costumbre, que había pasado en el bosque?, ella nunca lo sabría, sólo comía sopa mientras escuchaba historias que quien sabe si eran ciertas o no.
-Señor Gregory es mejor que baje la voz, ya sabemos de su historia, la ha dicho cientos de veces. Siempre después de contar la historia del conejo sigue la del lobo.
-Oh el lobo!, era un lobo enorme!, parecía una de las bestias!, no le temía a nadie y tenía un pelaje negro, completamente negro!, brillaba a la luz de la luna!, aún recuerdo esa noche, llevaba mi Mauser Kar 98, tenía un cañón corto pero tenía una gran fiabilidad, gran precisión…
-Solo vaya al punto ya por favor. – dijo el señor Bonifacio mientras se masajeaba la frente.
-Eh bueno, entonces el lobo estaba muy alejado de mi, entonces tome el rifle, le apunté al cuello y…PUM!!!, le dispare justamente en la vena yugular!, nadie lo podía creer!, también me quede con su piel!
Nadie parecía interesado en la conversación, ni siquiera Lili, esta tenía una expresión aburrida al igual que los niños.
- Qué pasó con las pieles? – pregunto 11A224 que si bien tampoco estaba interesada no quería dejarlo hablando sólo.
-Aún las tengo, están en la biblioteca, quieres verlas? – pregunto con un brillo en sus ojos el señor Gregory.
-Uh…- 11A224 miro a todos, negaban con la cabeza, si seguía quien sabe cuando iba a terminar ese hombre.- Puede ser en otro momento, tengo que ayudar a Lili a limpiar. - 11A224 se puso de pie y comenzó a limpiar, el hombre bajo la mirada algo triste, se sentía algo culpable, pero no quería aburrirse más.
El resto del día 11A224 se la paso sentada viendo el techo, no quería quedarse así pero se sentía tan aburrida.
Las mujeres no tardaron en llegar pero eso no le importaba a 11A224, si quería escribir la historia tendría que irse a otra habitación y las habitaciones por separado no eran muy seguras, además si quería aprender a leer tendría que ir a la biblioteca con Regino, pero ahora la señora Chanel con sus palabras hizo que muchos pensarán que entre Regino y ella había algo.
Sencillamente tomo la flauta y comenzó a tocarla, sabía que era horrible el sonido pero no le importaba ya.
-pssst…- 11A224 al escuchar eso volteó hacia los lados, atrás de ella en una esquina para ir a la biblioteca estaba Lili, le hizo una seña para que se acercará, 11A224 fue lentamente hacia Lili tratando de no ser vista, al llegar Lili le susurró.- Vamos con Regino para que nos diga que leyó.
-…por qué hablas así?
- Para que la señora Chanel no piense cosas raras.
11A224 asintió y la siguió, en la biblioteca ya estaba Regino que seguía leyendo como loco, tomaba un libro y otro.
- Regino qué pasó? – pregunto Lili mientras se sentaba a su lado al igual que 11A224.
- De qué? – pregunto sin quitarle la mirada a los libros.
-Dijiste sacrificio antes de que los hombres llegarán, por qué lo dijiste?
-Oh si. Verán según leí en algunos lugares dan sacrificios a los dioses para pedirles algo, se que no creo en nada de esto, pero pueden intentarlo.
- No es un poco…anticuado? – dijo 11A224 mientras miraba los libros, ambos se quedaron confundidos.- Es decir, creo que ya nadie lo hace, pero podría funcionar de cualquier modo. Sería mejor preguntar; quién podría ser el sacrificio?
Todos se quedaron callados.
-Lo podemos intentar, si no funciona no hay nada de malo, no?- dijo Lili con una sonrisa. – Yo lo haré.
- Nadie te obliga a hacerlo. – dijo Regino seriamente.
- Yo lo quiero hacer, si podemos hacer que regrese la luz entonces deberíamos de intentarlo, si no se puede no hay nada que perder!
Regino no parecía convencido, pero no había nada más que hacer.
11A224 sentía que no podía interferir con ello, es decir ella no podría ser el sacrifico o quien escribiría la historia?, si bien perdería a su protagonista no se podía hacer nada, o eso pensaba 11A224.
-Ya qué estás tan decidida lo haremos!, no te dejaremos sola!, devolveremos la luz! – dijo dando ánimos 11A224.
- Lo haremos! – dijo también Lili.
11A224 miraba a Lili, en verdad su inseguridad era muy notoria, parecía temblar pero seguía sonriendo y no dudaba de sus palabras, decirle que no en este momento sólo la dejaría mal.
También se sentía como una mala persona por no ayudar a sus compañeros en mucho, pero Lili ya estaba convencida.
-Entonces qué haremos exactamente? – pregunto Regino.
Lili vio la flauta que 11A224 aún sostenía. – No podemos ir simplemente y decir que soy un sacrifico, si moriré al menos quiero que mis últimos recuerdos sean felices.
-Hmmm… tengo una idea entonces… saben donde están las pieles? – preguntó 11A224.
-Eh?
Los tres comenzaron a buscar ropa en las habitaciones, buscaban un cambio para Lili, 11A224 no sabía mucho de moda a menos que fuera de su estilo que era un poco más provocativo al que usaban todas en el lugar, encontró un vestido corto morado con manga larga negra, unas mallas sencillas del color de las mangas, y una tela delgada morada.
Aún no planeaban mucho, pero querían darle un cambio a Lili, ella también lo quería así.
11A224 sin que nadie viera tomo algunas farolas porta velas y la escondió en la biblioteca, escondió también la ropa, irían en la media noche cuando la señora Chanel y todos durmieran.
No encontraban las pieles por lo que 11A224 se acercó al señor Gregory.
-Señor Gregory, podría mostrarme las pieles de las que me hablo hace unas horas?
-…eh?, eh?!, enserio?!, por supuesto!
El hombre la llevo a la biblioteca y sacó un de una vieja caja las pieles, la del conejo era realmente grande, fácilmente le podría quedar a 11A224 por encima.
Mientras el señor Gregory le contaba todo de las pieles y sus rifles Regino y Lili seguían planeando lo que harían, tomaron un carrito viejo de madera con llantas, los niños lo usaban para jugar normalmente, ahí pondrían varias farolas para que todo se viera más brillante, Lili se cambiaría y llevaría en sus manos una farola.
Regino y 11A224 irían a sus lados, Regino llevaría el carrito mientras que 11A224 tocaría la flauta, Regino usaría la piel de lobo y 11A224 usaría el del conejo.
Podrían ser comidos en el camino por las bestias pero era algo a lo que no le daban importancia, ninguno quería dejar sola a Lili.
Una vez todos dormidos los tres jóvenes se levantaron y se cambiaron.
Regino leyó que muchos creían que la luna tenía un conejo, y además los lobos eran los más parecidos a las bestias, cada uno los representaría, 11A224 se puso la piel que inesperadamente no tenía mal olor.
-Hagamos esto. – dijo Lili mientras salían de la casa e iban al camino de la Iglesia, llevaba el cabello suelto, se veía hermosa, su piel era pálida, sus ojos morados, destacaban entre la oscuridad, 11A224 sentía el corazón latir con fuerza al verla.
11A224 tomo la flauta, Regino encendió las velas, comenzaron a caminar, 11A224 tocaba la flauta suavemente con cada paso que daban, se morían de miedo por dentro, habían llamado la atención de las bestias pero ellas sólo miraban confundidas.
No llevaban mucho del camino cunado de repente a sus espaldas escucharon el sonido de un tambor.
Los tres confundidos voltearon, eran los niños!!!, cada uno traía su instrumento, incluso el bebé, Lili miro a los dos, pero ellos tampoco sabían que hacer, podían decirles que se fueran a casa pero si se detenían por más tiempo las bestias los atacarían, por lo que 11A224 y Regino siguieron caminando, el bebé se subió al carrito y tocaba, el resto de los niños también.
De alguna manera inesperada se sumaban más niños, justo como en el cuento del flautista, tocaban por todo el bosque, las bestias se acercaban a mirar, por las farolas que iban en el carrito parecían brillar, Lili sostenía una sola farola y guiaban a los más pequeños.
Todos tocaban, podría escucharse pésimo pero aún así no se detenían y sonreían, las bestias que sólo veían parecía que pensaban: “y estos idiotas de donde salieron?”, aún así los seguían hasta que llegaron a la Iglesia, todo estaba cerrado, ellos sólo se detuvieron y siguieron tocando, tardaron en abrir como era de esperarse, debían de estar dormidos después de todo, cuando abrió uno de los monjes se quedó sorprendido.
Lili dio un paso al frente y dio luz con las velas de la farola. – Venimos a hablar con la diosa!
-Eh?!, de qué hablan?
-Queremos hablar con la diosa toda poderosa. – dijo de manera segura 11A224.
- Qué diosa?, regresen a dormir antes de que se los coman las bestias…-el hombre se quedó en silencio al ver que…las bestias ya estaban alrededor de ellos, el hombre rápidamente los dejo entrar a todos. -Están locos, no podemos permitir eso. – dijo susurrando.
-Tenemos algo importante que darle.-dijo Regino.
- Darle…?
-Le tenemos preparado un gran regalo, al menos nos puede decir donde la podemos encontrar?
- Quién me busca? – una voz triste sonó por todo el lugar, el monje se asustó.
Después de una larga pausa el hombre hablo.-S-son unos jóvenes, le tienen un regalo…
-… deja que pasen… - el monje que había respondido les hizo una seña para que lo siguieran, en el camino todo estaba vacío, todos incluso los niños iban, estaban en silencio.
Llegaron hasta una gran puerta.
Cuando abrieron la puerta se vio a una mujer gigante sentada en una gran silla, llevaba un largo vestido negro con brillos que parecían estrellas, usaba un gran chal del mismo color, en su largo cabello negro también había brillos pequeños, su piel era extremadamente pálida, abrió sus grandes ojos revelando que eran azules y morados como los de las bestias, debajo de sus ojos había ojeras y parecían hinchados por el llanto. Era hermosa sin duda, pero tenía ese aire de extrema melancolía. Ahora que lo notaban, Lili se parecía a ella…incluso en el vestuario.
-Es la primera vez que unos jóvenes como ustedes me visitan.
-Usted es la diosa toda poderosa? – pregunto nerviosa Lili.
-Ese no es mi nombre, pero me halaga que me llamen así.
-E…l-le…e, bueno vinimos a darle un regalo…
-Regalo? – dijo con un poco de brillo en sus ojos.
- Un sacrificio a cambio de la luz. – dijo Regino, que a pesar de que no creía en dioses ahora le hablaba a una.
- No podía ser algo más…niños, no devolveré la luz nunca.
-E-entonces las bestias…!, no podemos salir sin tener temor de no regresar, vivir cada día encerrado sin saber si Al día siguiente vamos a seguir vivos es un horror. – dijo nerviosa Lili.
-…esperen, dijeron sacrifico?, yo nunca e pedido uno.
-Huh bueno…pensamos qué sería lo justo…
-Nada puede ser justo en esta situación!– dijo furiosa la mujer.-Incluso si me dieran todas sus vidas no sería suficiente!
11A224 miraba todo sin decir nada…si que era una diosa muy bipolar. -Por qué su odio a los humanos?, nosotros no sabemos que hemos hecho mal pero aún así estamos tratando de solucionarlo. -11A224 no apartaba la mirada de la mujer, estaba segura de si misma, la mujer la miro seriamente.
-Mejor no intenten nada, quédense como la basura que son o serán comidos por las bestias.
11A224 puso una expresión de enojo al igual que Regino. – Disculpe, pero sabe lo que es tener miedo de morir?!, sabe lo horrible que se siente sentirse observado todo el tiempo, recordar lo hermoso que era vivir sin miedo y que todo sea arrebatado de repente!, lo sabe?!, no es justo que venga aquí y usted sólo diga que merecemos morir por un error que nosotros ni siquiera sabemos de que se trata!
Todos miraron sorprendidos a 11A224, estaba más que estresada, los días que había pasado en el lugar eran tan aburridos, tan frustrantes, no podía evitar sacar ese lado suyo que ahora que lo notaba…hace tiempo no se sentía así de molesta.
- Cómo te llamas pequeña?
-Hmmm yo? – pregunto 11A224 una vez se relajo un poco con la ayuda de sus compañeros los cuales también estaban confundidos con la pregunta de la mujer. La mujer asintió.- Mi nombre es Bayas.
-Bayas…acércate. - 11A224 siguió las palabras de la mujer, la mujer acercó su mano y 11A224 subió, era muy pequeña a comparación de la mujer, estaba sobre su mano y muy cerca del rostro de la mujer.-Bayas, que bonito nombre, me recuerdas a alguien…
-A alguien? – pregunto aún con una expresión algo molesta.
-A mi difunta hija.
A 11A224 se le helo la sangre, que le dijeran que se parece a alguien muerto no es bonito de escuchar.
-C-como era ella? -la mujer al escucharla sonrió.
-Tenía el cabello corto y blanco, su piel blanca y ojos grandes blancos, tenía una hermosa sonrisa.
-Qué le pasó?
El rostro de la mujer paso de una agradable sonrisa a un ceño fruncido, después cambió a uno entristecido. – El Dios de este lugar la mando matar, por si fuera poco dio una gran recompensa por su muerte…Mato a mi hermosa hija y se burló de su muerte…el Dios del Sol es un hombre cruel…- una gran lágrima salió del ojo de la mujer.- Por eso ahora la gente de su creación merece morir, ellos merecen morir de forma cruel así como mi hija.
11A224 miro a la mujer y luego a Lili. Para Lili significaba mucho, había crecido con esas ideas desde pequeña, y recientemente la señora Chanel había hecho que su fe en el Dios creciera. Aun así Lili no dijo nada al igual que los niños, se mantenía mirando a la mujer mientras apretaba su mano.
11A224 limpio el rastro de la lágrima de la diosa con su pequeña mano.-Aun así hay muchas personas en este lugar, personas inocentes que no saben ni siquiera que problema hay entre ustedes, por muy dolida que este por la pérdida de su hija, no cree que es injusto para las personas de aquí?
La mujer suspiro y siguió llorando.-Se que es injusto, y más cuando su Dios los ha abandonando…-Shock…esas palabras dejaron a todos en silencio y los ojos bien abiertos. – Se que ustedes merecen vivir como personas normales pero aún no me lo puedo perdonar…tampoco lo puedo perdonar a el…
La mujer bajo a 11A224 y señaló a la puerta para que se fueran.
-Puede pensarlo seriamente por favor? – dijo 11A224. Al no tener respuesta siguió a sus compañeros y niños.
La mujer había escuchado sus palabras, le recordaba tanto a su hija que pensaría en algo para las bestias, pero no era el momento ahora, el sentimiento de tristeza llenaba completamente su débil corazón y le provocaban el llanto.
Todos salieron de la Iglesia, Lili parecía triste, trataba de no creer en lo que había dicho la diosa, pero si lo pensaba ella tenía razón, su Dios los había abandonado como si no fueran nada, Regino y 11A224 caminaban en silencio.
Regino no decía nada, estaba algo confundido o más bien sorprendido, no sabía si lo que había visto era real o no, mientras tanto 11A224 esperaba que al menos la diosa pudiera quitar a las bestias para que sus compañeros vivieran en paz.
Mientras caminaban se dieron cuenta de algo…tenían que llevar a cada niño a su casa.
Voltearon hacia los niños y ellos sonreían ya que no entendían que pasaba.
Lili comenzó a reír en voz baja.- Por dios que haremos con ellos?, jaja, será mejor llevarlos a sus casas o estaremos en problemas.
11A224 se alegró de ver a su compañera sonreír, y al parecer Regino también. Su compañero comenzó a jalar el carrito y cantaba la canción, 11A224 siguiendo a Regino comenzó a tocar la flauta, al menos lo pensaría y eso ya era algo.
Todos siguieron tocando y caminando como si ya les hubieran asegurado la luz.
Al terminar las luces estaban apagadas y los niños estaban dormidos en el carrito que Regino muy de apenas podía.
-Al menos lo intentamos, y no perdimos nada…estoy algo decepcionada, pero al mismo tiempo feliz de seguir con vida.- dijo Lili mientras caminaba mirando el cielo.- Seguro que Regino se siente triste por no haber muerto jaja.
-Cállate tonta. – dijo también con una sonrisa.
11A224 también estaba feliz, volteó hacia su derecha, hacia el bosque, a lo lejos se podía ver la silueta de una persona, no era el hombre de blanco, era un hombre vestido de negro, poco a poco se comenzó a ver algo de luz…al parecer eran unos ojos rojos que miraban fijamente a 11A224.
-Oigan…creo que hay una persona por allá…- 11A224 apuntó hacia el lugar y sus compañeros voltearon.
- Quién será? -pregunto Lili mientras encendía una vela, los tres miraban la figura y la figura veía a 11A224 nada más.
-Vámonos rápido.-comenzó a empujar a sus compañeros y estos parecían confundidos por su reacción.
- Qué?, por qué?, lo conoces Bayas? – pregunto Lili.
-Y-yo les digo después…vámonos ahora por favor…rápido…
Aún confundidos aceleraron el paso, la figura no los seguía pero aún así le causaba miedo a 11A224.
Una vez lograron entrar en la casa pusieron a los niños en sus sábanas y fueron a la biblioteca para luego sentarse.
Regino encendió una vela y se podían ver por poco los rostros de los tres jóvenes, el de 11A224 se veía incluso más pálido.
-Um…Bayas, tienes miedo?
-…era el hombre de blanco…cómo es qué me siguió?
- Qué?- pregunto aún sin entender Lili, Regino lo pensó un momento, luego recordó que el día que fueron a la Iglesia 11A224 les mencionó que le temía a ese hombre.
- No lo habías visto en un sueño? -pregunto el.
- Si, entonces como es que esta ahí?, y vestido de otro color…
- Como sabes que es el y no otra persona?
-…por qué…no lo sé…pero es el…en mi sueño al verlo sentí lo mismo que hace un momento.
Ambos se miraron entre ellos, no entendían lo que pasaba del todo por lo que no sabían que decir, los tres se quedaron despiertos hasta que ninguno pudo aguantar y se quedaron profundamente dormidos.
11A224 no le hubiera prestado atención al hombre si no fuera porque sus compañeros también lo vieron.
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Random11A224 es una chica que se ve obligada a viajar a distintas dimensiónes y descubrir misterios.