El hombre de cabello rojo revisó bien los documentos que le habían entregado, sabía que no se había equivocado en cuanto a esa joven.
-Entonces esto bien puede servir, si de alguna manera logramos hacer que dure por el tiempo en el que descubrimos el origen de esas cosas, por qué no aprovechamos?
Los altos mandos sabían que el quería lo mejor para los guerreros y no dudaban de el sin contar que el no los traicionaría. Por otro lado la jefa de salud aún dudaba, sabía de lo que había pasado con el anterior caso, la joven albina que habían encontrado con sangre rara prefirió morir a que la usarán como arma no quería arruinar la vida de otra persona, no de nuevo.
-Le recomiendo que acepte, se que le dolerá escuchar esto pero si se puede sacrificar una vida a cambio de salvar muchas la respuesta es clara. -la asistente tenia razón, como jefa de salud su trabajo era hacer lo posible para que la mayor cantidad de personas se encontrarán bien.
Estuvo de acuerdo, pronto se mandaría una orden de captura.
El hombre de cabello rojo salió de aquel gran edificio donde habían hecho el acuerdo, el sol empezaba a salir. Su parte favorita de vivir en las nubes era ese gran cielo, por culpa de los parásitos muchas investigaciones sobre el espacio se detuvieron, su afición era descubrir vida en otros lugares y sabia que pronto lo iba a lograr. Por otro lado cuando vio la tierra bueno esa le importaba poco.
Hace años descubrieron como hacer un disparo que matara a los parásitos de manera más efectiva, les llevó mucho tiempo ya que la maquinaria se estropeaba en repetidas ocasiones, el neutro estaba hecho de nada más y nada menos que núcleo del planeta, por eso era tan caliente y brillaba, se tuvo que adaptar para que los trajes lo pudieran soportar aunque eso no lograba al cien por ciento que el guerrero no fuera a quedar con efectos secundarios a largo plazo, el núcleo poco a poco se estaba agotando y como las investigaciones de los parásitos no avanzaban sólo significa que el mundo estaba muriendo poco a poco, por eso mismo no había vegetación por eso mismo se crearon las nubes para forma de vivir de manera más cómoda, mientras esas personas luchaban abajo por su tierra los que vivían en las nubes se preparaban para cuando el núcleo se acabará y tuvieran que cerrar los ascensores que los conectaban con la tierra.
Con sus manos en los bolsillos fue a visitar a aquella enfermera de cabello rosa, su trabajo le gustaba y la verdad no se veía haciendo algo diferente en un futuro.
Por otro lado Huatl esperaba atención médica, convenció a Ectara de que se podía ir a ayudar a los otros, el no estaba tan grave de cualquier modo.
Cuando Ectara estuvo por irse el jefe superior lo llamo.
-Necesito que llames a toda tu unidad, es algo urgente.
Ectara no sabía a que se refería pero ya que su jefe superior no los llamaría a todos en un momento tan crucial por nada decidió ir por sus amigos, al llegar les explico y otra unidad se ofreció a suplirlos.
11A224 no sabía a que se debía y mucho menos los otros, incluso Huatl tuvo que ser llamado.
-Jóvenes recibimos una llamada de su pueblo de origen, nos dijeron que fue atacado por unos parásitos, muchos alcanzaron a huir y estar a salvo pero aunque es un momento difícil se que es muy importante para ustedes, pronto ya no vamos a necesitar su ayuda así que pueden ir a ver a sus familias.
Celrine aceptó y a pesar de las noticias al escuchar que su madre y hermana estaban a salvo se relajó, todos aceptaron ir menos Huatl ya que el aún estaba lastimado.
Los otros jóvenes se fueron y 11A224 se quedó con el de lentes, pronto un doctor paso y lo ayudó con su pierna colocando una medicina extraña para que no le doliera y se bajará la hinchazón de su pie.
-Estás bien con no ver a tus padres? – pregunto 11A224 al notar como Huatl todavía se quedaba pensando.
-Creo que están bien, sabes son muy inteligentes los dos y saben muy bien cómo sobrevivir, estarán bien, además cuando los chicos lleguen me dirán como están.
El joven se puso de pie y se apoyó en 11A224, estaba listo para volver.
-Jefe ya descubrieron de donde salen tantos!
Con esa noticia se llamaron de inmediato a los de investigación, también para esos dos era momento de volver al campo de batalla. Huatl pidió información de la situación actual, al parecer el pelear todo el día ayer y toda la noche dio resultados y ya habían encontrado un hoyo escondido entre el pueblo y montañas, de ahí estaban saliendo todos esos parásitos.
Iban a necesitar a un equipo especial de investigación y a guerreros para que fueran a investigarlo, cada vez que encontraban algo así tanian que entrar a revisar que hubiera algo que les pudiera dar una respuesta aunque muchas de las veces no encontraban nada más que una cueva vacía.
Por otro lado los que estaban al frente en el campo de tierra ellos seguirían en sus posiciones e incluso podrían entrar al pueblo sólo para atraer a la mayor cantidad de sólidos.
Huatl aún queriendo ganar méritos decidió que tenía que participar de esta forma ambos tuvieron que volver.
11A224 tenía la cabeza baja, sentía que la guerra después de todo no era lo suyo y que era un estorbo para los chicos, creyó que podía ayudarlos pero terminó siendo que los hacia más torpes, Huatl al ver eso puso una de sus manos en el hombro de 11A224.
-Bayas, deja de pensar tanto las cosas, se que estas nerviosa ya que aún tu memoria sigue borrosa pero no es momento de pensar en cada mínimo detalle, nosotros te podemos esperar a que estés lista para ser la mejor, pero para que tu condición vuelva necesitas practicar.
-Ustedes a pesar de que apenas me conocen como pueden estar tan confiados en qué seré buena en la batalla?
- Tienes buena condición física, algo delgada para este trabajo pero de ahí en más pareces sana, por esa razón no hay motivos para que no seas una buena guerrera, todo estará bien no te preocupes.
Huatl con una sonrisa ánimo a 11A224, después de todo lo que había pasado en otros lugares empezaba a sentirse cómoda y a pensar que tal vez no todo era tan malo, tal vez sólo exagero las cosas en su cabeza por el shock.
El cielo estaba de color azul grisáceo, 11A224 si se daba la vuelta podía ver a la luna tan cerca se sentía protegida luego de que hubo noches de no verla.
Apretó su arma contra su pecho, quisiera o no tenía que ayudar a Huatl.
En otro lugar en las profundidades de una cueva ya había alguien ahí, leyendo un gran libro.
-Esto parece divertido. – tenía una sonrisa mientras pasaba las hojas a decir verdad no sabía leer y sólo disfrutaba de los pocos dibujos que había.
El libro venía con el, nunca supo lo que tenía escrito pero lo atesoraba, un día lo perdió y se dio cuenta de que otra joven lo tenía eso la sorprendió y esperaba que es joven pudiera entenderle pero no lo logró.
Sus recuerdos estaban bloqueados pero recordaba que se sentía muy mal, muy enferma y que pronto le darían la cura a sus malestares, cuando tenía la oportunidad miraba hacia el cielo, esa luna que todos miraban no la reconocía sin contar a esas nubes en el centro.
-Más alto, necesito llegar más lejos. – dejó el libro de lado y decidió que era hora de seguir con su trabajo.
-Señor, hay más intrusos, qué deberíamos de hacer? – uno de los sólidos le habló, de nuevo intentaban entrar a la fuerza a su escondite.
-Yo me encargo.Huatl y 11A224 luchaban juntos, ella trataba de proteger la espalda de Huatl ya que su arma era tan pesada era difícil moverla, los dos hacían un buen equipo en realidad. Al joven le alegraba ver a 11A224 más animada no sabía por lo que ella había pasado pero aún sin sus amigos cerca se sentía seguro.
11A224 al golpear demasiado fuerte a uno de los babosos cayó hacia atrás y su arma cayó lejos sin notarlo la cantidad de parásitos había aumentado de golpe, 11A224 no lo había visto y cuando levantó la mirada se encontró con una cosa enorme.
Huatl estaba algo alejado en ese momento, alguien en las nubes recibía órdenes, un ser en una cueva buscaba alejar a los intrusos y ahí estaba esa joven frente a un parásito con el doble del tamaño de Huatl.
El ambiente había cambiado, ella intentó ponerse de pie y tomar su arma pero esa cosa sólida ya la sostenía, abrió grande su boca y ella aunque quería defenderse no podía con tanta fuerza, todos estaban ocupados con esta repentina oleada de parásitos.
-Bayas!!! – el grito de Huatl la hizo reaccionar, el disparo pero esa cosa simplemente trago el neutro. – Bayas tranquila que yo te ayudó!
- Esta bien esta bien!, no te preocupes yo…!
Cuando ella estaba por decir la verdad fue arrojada lejos y esa cosa se acercó a Huatl, comparó quien sabría mejor una joven desnutrida o un joven más grande, el resultado fue obvio.
Huatl dio todo por defenderse pero esta cosa parecía ser más inteligente que los otros, 11A224 luego de caer aún estando adolorida se puso de pie, haría lo posible para ayudar a Huatl!
El arma del joven fue rota, el aún tomo la de 11A224 y lo intento, sabía que todo estaría bien en su cabeza y no dejaría de luchar hasta que los dos estuvieran a salvo.
Pero de un momento a otro llegó otro aún más grande y lo comió.
11A224 se quedó en su lugar, en shock.
-Qué?
Esa cosa enorme se comió al sólido y a Huatl de una sola vez.
-Huatl!!!! – aún pensado que podía ir por el se acercó corriendo, no pensó en que podía ser comida sólo quería salvar al joven que le dio ánimos hace unos minutos atrás.
-Atrás! – la mujer bajita del arma grande estaba sobre una pequeña colina de tierra, ya estaba apuntando.
11A224 sólo sentía mucha confusión, su cabeza de nuevo tenía muchos pensamientos y no sabía que hacer, cayó sobre sus rodillas mientras se apretaba la cabeza, todo estaría bien, todo estaría bien, era lo único que repetía en su cabeza.
La mujer bajita disparo, le dio al gran parásito y lo mato, lo hizo pedazos.
-Retirada! – la voz de uno de los líderes indicó que era hora de irse, al parecer eran tantos parásitos que no pudieron pero al menos ya se habían llevado una pista.
11A224 intento ponerse de pie y caminar un poco, tenía que encontrar a Huatl para que los dos se fueran a la base, cuando levantó la mirada empezó a llorar por qué no lo encontraba.
“Se fue antes y me dejó sola?”
No lo entendía, pero no había momento, una de las enfermeras al verla sin moverse la tomo de la cintura y la cargo para llevarla lejos de ahí.
ESTÁS LEYENDO
1487
Random11A224 es una chica que se ve obligada a viajar a distintas dimensiónes y descubrir misterios.