Otro mundo

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El demonio estos días había estado luchando contra ese hombre misterioso que recién había llegado, por más que trataba de atraparlo el hombre huía y le provocaba problemas, ahora aún peor ya que las viajeras estaban en problemas y el no podía permitir que su comida estuviera en malas condiciones, cuando estaba pensando en que hacer llegó el hombre con el que hizo el contrato.

-Recientemente e visto mucho a un hombre de cabello azul por aquí, vino a reparar algo? - el jefe le pregunto y el hombre de cabello rojo sonrió.

Ya que había encontrado a una persona dispuesta a darle veinte vidas al año a cambio de su ayuda no lo podía desperdiciar por lo que cuando tenía la oportunidad le borraba la memoria, cuanto menos recordará el más podría aprovecharse y tal vez en un futuro volver a recibir un aumento de alimento al año.

-Ah ese hombre es un intruso, es mejor si te mantienes alejado de el ya que puede ser peligroso.

- Tienes razón...estuve viendo también lo de las viajeras, esta bien si no viajas con ellas, estarán bien.

-Seguro?, a una le están quitando la sangre y a otra parece que la tienen cautiva.

-Estarán bien. - el jefe sólo salió del lugar aún tenía mucho trabajo. El demonio estaba feliz ya que parecía que todo iba bien para el a excepción de ese molesto humano que le causaba dolores de cabeza.

Ectara estaba conduciendo la nave, eran los únicos cuatro ahí, el joven de piercings quería manejar con cuidado para evitar un accidente y más ya que estaban en pleno desierto por lo que su velocidad era lenta y los hizo quedarse atrás. A este paso en realidad la unidad se iba a tener que disolver y tendrían que ser reubicados en diferentes ya que no contaban con los suficientes integrantes.

Ectara estaba un poco distraído con la situación pero cuando trato de enfocarse en el camino se encontró con que a lo lejos había una chica, una joven de cabello blanco y largo llamaba mucho la atención, el se detuvo ya que nunca había visto a una joven así y menos ahí en medio de la nada.

Cuando Selpire se asomó para saber porque se había detenido la nave vio lo mismo que Ectara, a una joven pérdida, se miraron entre ambos y por un pequeño juego decidieron con quien salía a ver que hacía esa joven ahí, perdió Selpire así que se bajó para hablar con ella.

-Oye!!!, la chica de ahí!

-Hola? - ella parecía perdida pero se acercó a hablar con ese joven extraño para ella. - Si me entiendes?

-Emmm si?, estás bien?

- Ah me alegro!, disculpa tengo algo muy importante que hacer, en este mundo tienen altos mandos o sólo están ustedes?

Las preguntas de la joven dejaron a Selpire aún más confundido, no le entendía nada, acaso se golpeó la cabeza?

-Obvio que tenemos altos mandos, para qué quieres saber eso?

La joven con pasos lentos se acercó a Selpire pero aún dejando cierta distancia entre los dos.

-Esto es urgente, necesito que me lleven con ellos antes de que más personas mueran!, por favor necesito hablar con ellos!

Ectara al ver como la joven era tan extraña también bajo de la nave.

-Se golpeó la cabeza y a quedado mal?, que rayos le pasa?

-Por favor!, esto es muy importante! - ella aún desesperada les gritaba desde lejos, cuando intentaban acercarse ella retrocedía asustada. - No se me acerquen mucho por favor!, tengo una enfermedad muy grave que los puede contagiar!

-Cómo se supone que vas a ir en la nave si somos cuatro?! -grito Selpire lo suficientemente fuerte para ella que escuchará desde la distancia.

-Cierto...Bueno sólo hagan espacio por favor!, si se contagian no me quiero sentir mal!

1487Donde viven las historias. Descúbrelo ahora