Enciendan las luces

15 5 0
                                    

Pasaron unos días, la luz no volvía y las bestias no hacían nada, mientras tanto todos limpiaban la mansión, con la ayuda de las velas todo se veía mucho más bonito.
Una vez terminaron la casa completa se veía diferente.

11A224 se había vuelto más cercana al doctor Windsford, el le enseñaba varias cosas de su profesión, Regino por otro lado siempre lo seguía.
Lili también le enseñaba varias cosas a 11A224, sobre como arreglarse el cabello, cosas sencillas.
Aún así nadie salía.

Hoy sería diferente, todos se arreglaron para salir a la Iglesia, bueno, a excepción de Isabel y los niños, también el doctor Windsford se quedaría como siempre.

El resto salió con velas, 11A224 había perdido un poco de miedo a las bestias por lo que sin duda iba al frente junto con Regino.

-Bayas…um, qué planes tienes para el futuro?- pregunto Regino mientras miraba a 11A224, a esta aún se le hacia incómodo estar junto a el, pero se había acostumbrado un poco más.

- Si sigo viva, conseguir un empleo.

-Eh?- dijeron Lili y Regino.

- Qué?

- Regino tu qué quieres? -pregunto con una sonrisa Lili.

-Hmmm, si sigo vivo, definitivamente quiero ser un gran científico y doctor.

- Qué pasa con ustedes?, no quieren una familia? - 11A224 y Regino miraron fijamente a Lili, luego negaron. -Yo si sigo viva, me casaré y tendré dos hijos.

-Pfft…- 11A224 río ya que ahora a diferencia del segundo día ellos parecían tener más esperanzas.

- Qué es tan gracioso? – pregunto seriamente Regino.

-Antes no parecía que quisieras seguir vivo, pero ahora incluso tienes sueños, por otro lado Lili tenía tanto miedo de las bestias, pero ahora está caminando por un lado de ellas mientras habla de querer una familia, de alguna manera, eso es un gran cambio en unos días jaja.

Ambos se quedaron sorprendidos, luego comenzaron a reír.
Una vez llegaron notaron que había más personas fuera de la Iglesia, personas que vivían en otras mansiones, todos parecían confundidos.

-Qué sucede? – pregunto Lili mientras se acercaba a una joven como de su edad.

- No lo sé, los monjes nos dijeron que esperamos aquí afuera, más sin embargo no han salido en mucho tiempo.

- Que raro, casi siempre nos hacen pasar de inmediato…- los cuatro jóvenes se miraron entre ellos, qué podría pasar esta vez?

Muchos susurraban entre ellos mientras miraban las grandes puertas, esperaban lo peor.
Mientras tanto 11A224 pensaba en qué si algo tenía que pasar tal vez sería algo tremendamente escandaloso que pondría todo de cabeza y tendría que seguir en el pueblo.

Pero para su sorpresa las puertas se abrieron lentamente, de ahí salió una mujer vestida completamente de negro, de cabello negro y piel extremadamente pálida, era la diosa toda poderosa, esta vez tenía el tamaño de un ser humano normal. Muchos al verla quedaron sorprendidos y confundidos, quién era?

-La diosa de la noche tiene unas palabras para el día de hoy, por favor escuchen atentamente y en silencio. – uno de los monjes hablo y luego miro a la diosa, esta le dirigió una simple mirada de entre entristecida y seria.

-…como les acaban de decir, soy la mujer que se ha encargado de darles noches infinitas llenas de bestias con sed de su sangre. – al decir eso muchos comenzaron a gritarle, pero los monjes los hicieron callar antes de que la mujer se enfadara. – Como decía, soy la responsable de traerles una pesadilla a la vida, estoy consiente de lo que e hecho, no me arrepiento en lo absoluto….pero hace unos días, tres jóvenes me visitaron y me hicieron cambiar de idea…

-Entonces devolverá la luz?! – pregunto una mujer.

- No. No pienso devolver la luz, no pienso quitar a las bestias.- nuevamente todos comenzaron a susurrar entre ellos.-Pero pienso hacer algo, las bestias no atacaran, en cambio los van a ayudar, podrán utilizarlos para que los ayuden en las tierras fértiles y demás.

- Pero necesitan la luz! – dijo otra voz desde el fondo.

- La luz de la luna también es luz, si las bestias mueren de forma natural darán muchos frutos, pero…si matan a una bestia en algún momento se les dará una maldición que los seguirá por tres generaciones. 

Todos parecían pensarlo seriamente, la mujer por otro lado miraba a todos con indiferencia, no le importaba si ellos aceptaban o no, pero quería escuchar su respuesta.

-Suena bien por mi. – dijo Lili.

-Sin luz para siempre, es imposible. – Dijo Regino algo molesto.- qué piensas Bayas?

-Hmmm?, bueno…que las bestias ya no coman humanos es ya un avance, por ahora está bien.

- Regino, por ahora no vas a estar acostumbrado, pero luego lo harás. – dijo Lili ya con una sonrisa.

-Del lado derecho los que están de acuerdo, del lado izquierdo los que no. – dijo un monje y todos se comenzaron a separar, Regino se iba a ir a la izquierda pero lo obligaron a quedarse en la derecha.

Muchos no estaban de acuerdo, como era de esperarse, pero no tenían opción, la mujer de cualquier modo ya había decidido.

-Hay más que están de acuerdo. – dijo el monje y la mujer por un momento sonrió.

La mujer sacó de su pecho algo blanco, era brillante y lo sostenía con cuidado, lo levantó en su mano hasta que por si sólo comenzó a volar, fue hasta muy alto, varias bestias se acercaron y una vez estuvieron la mayoría la bolita blanca explotó dejando caer chispas. Todos estaban asombrados al ver tal cosa, inmediatamente una sonrisa se dibujo en los rostro de todos.

-Vamos a festejar!

Todos emocionados gritaron y fueron corriendo a las otras mansiones, mientras tanto los cuatro se quedaron ahí un momento antes de irse corriendo.

-Gracias pequeña. – dijo la mujer, Bayas sonrió y siguió a sus compañeros.

Pronto avisaron a todos de la gran noticia, todos fueron muy emocionados al centro del pueblo, sorpresivamente había muchas personas. Había música, velas encendidas y mucha comida, todos habían salido muy bien arreglados y ahora festejaban que ya no morirían por las bestias.

Una vez llegaron los tres miraron a todos muy felices.

-Lili, verdad que tu hablaste con la diosa? – pregunto la joven de antes, que ahora estaba acompañada de otra joven.

-Eh?, Yo? – pregunto confundida mientras miraba a Regino y a 11A224.

- Si, cuando nos fuimos ella te dijo gracias, tu fuiste la que hablo con ella.

-Ah, no, te equivocas, en verdad fue…

- Si fue Lili, ella le pidió de manera amable a la diosa, y hablaron de muchas cosas. – respondió 11A224 interrumpiendo a Lili.

-Bayas, eso no es…- 11A224 miro a Lili para qué entendiera lo que trataba de decir, en ese momento muchos más se acercaron para escuchar quien había convencido a la diosa.-…Fui yo jeje…

-Escuchen!, Liliana convenció a la diosa! – todos al escuche eso se acercaron en masa para escuchar la novedosa historia.

11A224 se salió del grupo junto con Regino.

-Por qué mentiste?

-…por qué crees?

-No se porque alguien se quitaría los créditos de algo tan importante.

-Hmmm, sabes, no estoy acostumbrada a ser el centro de atención, es mejor decir que fue Lili, y como me dijo el doctor Windsford una vez; cada quien elige que quiere creer.

Regino se quedó en silencio un momento, luego río. -Suena a algo que diría el.

En verdad 11A224 no podía tomar los créditos, después de todo, ella no era la protagonista de la historia.

Cuando la música volvió Regino invitó a 11A224 a bailar con el, ella no sabía cómo bailaban en ese lugar pero aún así aceptó, quería aprender algo nuevo, además este probablemente sería su último día.
Todos estaban felices, algunas bestias en ocasiones tomaban comida de la mesa y algunos otros bailaban.
Todo parecía haberse solucionado al fin, 11A224 se sentía más ligera, y había notado un cambio bueno en sus compañeros.

-Regino…ya que las bestias no van a atacar a los humanos, tal vez es hora de que vaya de vuelta a mi pueblo.

- Qué?!

- Ya que todo se resolvió, tal vez hoy mismo me vaya.

-P-por qué tan pronto?!

- No lo sé, pero sabes…cuando vuelves a casa después de un largo viaje te sientes aliviado, esta no es mi casa, yo debo de volver…

-Pero…

- Me iré una vez termine la fiesta, no te preocupes.

-…esta bien supongo.

11A224 volvió a la mansión por algo que le había pedido Elizabeth, al ir por las telas de los pañales miro la casa, recordó cuando apenas había llegado, era sin duda una casa bonita sólo necesitaba algo de luz.

-Y bien?, ya te crees una heroína?, sólo por arriesgar las vidas de los niños y darle los créditos a Lili para que luzcas como la buena bajo de todo. Verdaderamente estúpida.

11A224 al voltear vio a la señora Chanel, parecía enojada.

-Yo…

-No tienes que hablar niña, también te hiciste la piadosa y no dijiste nada de mi, ese doctor de cuarta siempre a sido un estorbo, hubiera preferido que dejaras todo como estaba.

-No dije nada sobre usted por qué…usted no me interesa, no tengo intenciones de pelear de cualquier modo, por lo que mejor lo dejo así.

Con eso dicho 11A224 se fue y volvió al centro del pueblo.

Era una mujer mala, pero 11A224 no era quien para juzgarla, no la conocía bien y así como ella pensaba que ella era mala quien sabe, podría haber alguien en el mundo o en otro que piense que ella es buena en realidad.
La fiesta había durado mucho tiempo, y una vez volvieron a casa 11A224 les dijo a todos sobre su partida, todos le dieron pequeños costales de despedida.

-Bayas, lleva esto. – Lili le dio su gorro, a pesar de que siempre lo llevaba puesto y parecía su favorito.

-Segura?

- Si.

Regino, le dio un reloj. – Se que no sirve de mucho ya que no se nota mucho la hora por qué no hay luz, pero es algo especial.

-Gracias Regino.

11A224 recibió un gran abrazo de los niños y el señor Gregory le dio un sombrero mientras sonreía.

-Gracias a todos…- 11A224 sonrió y se dio la vuelta, pero se olvidaba de algo, volteó hacia sus compañeros y le dio un beso a Regino en la mejilla, dejando al chico sonrojado, muchos comenzaron a reír al ver su expresión, pero luego 11A224 también beso en la mejilla a Lili dejando a todos en silencio. -Adiós!

Se fue corriendo al bosque mientras se sentía sonrojada, un beso en la mejilla no era mucho, pero bastaba para que 11A224 sintiera su corazón saltar de alegría.

Por otro lado sus dos compañeros estaban confundidos.

Una vez en el bosque escribió la historia y la envío, inmediatamente recibió un mensaje diciendo;
Estimada 11A224 426286977, avisamos que en este momento todas, absolutamente todas las viajeras de dimensiones tienen que volver a la dimensión principal.
Fin del comunicado.
Atte, Z52119 11351825.

Confundida subió a su moto y aceleró.

Ahora qué pasaría?

1487Donde viven las historias. Descúbrelo ahora