La pesadilla

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A la mañana siguiente se encontraba ya en su cama, ya no tenía el dolor y el ruido se había ido.

Vio a su alrededor un poco confundida con lo de la noche anterior pero todo estaba en su lugar, sabiendo como era la niña ella probablemente ya había limpiado todo.
Se puso de pie y nuevamente en la mesita se encontraban algunas bayas y un vaso con agua, comío como si nada y salió.

No sabía que hora era pero la casa estaba vacía.
Salió hacia el pueblo y fue hacia el río pero no había nadie.

El miedo le comenzó a recorrer el cuerpo, donde estaban?, volvió apresurada a la casa, el comedor estaba vacío, la cocina también, su habitación estaba como antes, quedaba un solo cuarto sin revisar.
Suspiro profundo y abrió la puerta.

Esperaba encontrarse con algo sorprendente pero…era una habitación decorada exactamente igual a la suya. Había algo extraño.

Se escucho como se abrió la puerta principal, 11A224 corrió para ve si habían vuelto pero sólo se encontró con una mujer de cabellos cafés y piel pálida, vestía un largo vestido amarillo y llevaba consigo una cesta con varias verduras, a pesar de que era hermosa tenía una expresión triste.

Paso por su lado como si no la hubiera visto y fue a la que era su habitación, 11A224 la siguió, la mujer se echó sobre la cama y comenzó a llorar.

Qué estaba pasando?, no entendía quien era la mujer o porque lloraba.

Ahora que lo pensaba…cuando fue al pueblo no había visto ningún cuerpo, apresurada salió de la pequeña casa, no había ningún cuerpo por ningún lugar.
Daba miedo, se había acostumbrado a ver los muertos por todas partes que ahora no verlos le asustaba.

Volvió inmediatamente a casa y tomo un vaso con agua, nada de lo que estaba viendo debía de ser real, mientras estaba pensando vio a través de la ventana… había una figura blanca a lo lejos…miraba fijamente a la casa, en cuanto 11A224 lo había notado había dado un paso hacia adelante.

Salió nuevamente de la casa y la figura blanca dio otro paso, cada vez que 11A224 se movía la figura se acercaba, y una vez fue clara verla comenzó a correr, 11A224 corrió hacia la habitación donde estaba la mujer, intento moverla pero no podía, no podía ni siquiera tocarla, la figura ya había entrado a la casa, se acercaba a la habitación, 11A224 sentía la sangre congelada, no podía gritar ya que sentía un nudo que la ahorcaba, no podía llorar y después perdió totalmente las fuerzas y no se podía mover, se quedó en una esquina cubriéndose el rostro con ambos brazos.

Sintió una mano helada tocarla, seguro era de la figura. – Ayuda…- un leve chillido salió de sus labios.

-…yas!...ba…Bayas! – una voz la llamaba, abrió los ojos muy asustada, sentía el corazón acelerado y su cuerpo estaba caliente, vio a su alrededor y ahí estaba la pequeña sosteniendo una toalla mojada, 11A224 la abrazo para confirmar que la podía tocar. – Tuviste una pesadilla?

-Una figura…me seguía…

- Una figura?

- Un hombre vestido de blanco completamente, me seguía y yo no podía hacer nada…yo…-de repente se le fue el aire y sentía que se ahogaba, la niña hizo que volviera a recostarse y le limpio la frente con la toalla.

-Todos tenemos pesadillas así, no preocupes, si llega un hombre así me asegurare de cocinarlo.

Después de que se le pasó el miedo salieron de la casita, afuera ya estaba la bestia comiendo un trozo de pastel mientras leía el periódico…

-Bayas hoy vamos a hacer todos los cuerpos más cercanos a la casa, por eso voy a necesitar que te cambies.

La niña le acercó un overall, un sombrero, una blusa y unas botas. No dijo nada y se fue a cambiar, una vez volvió la niña ya se había cambiado de su habitual traje de sirvienta al mismo estilo que traía 11A224.

-Se te ve hermoso!!!

-Uh…gracias…pero, para qué los sombreros si no hace calor y Está nublado?

-Porque queda bien con el estilo de campo, ahora no mas preguntas y Ayúdame.

Entre las dos comenzaron a recorrer los cuerpos, la bestia seguía leyendo y todo se veía tan calmado.

-Necesitan ayuda? – hablo al fin la bestia que ahora de manera repentina ya estaba a un lado de 11A224.

-Frédéric no te preocupes y vuelve a tu lugar, nosotras podemos. 

-Seguras…?

-No subestimes mi fuerza. – la niña cargo sobre su hombro dos cuerpos de hombres adultos como si nada y los puso en una esquina de la casa apilados como troncos.

11A224 no podía evitar pensar que eran una pareja extraña, una niña de cuatro años con increíble fuerza que sabe hablar fluido, también sabe cocinar y leer, en su mundo eso nunca había sido visto.

Por otro lado estaba la bestia, que ya a simple vista era rara, pero más aparte sabe que come humanos y parece no importarle. Qué clase de relación tendrán?, además… a la bestia nunca se le veía caminando, preguntas comunes también pasaban por su cabeza como: donde dormían?, cuanto tiempo llevan así?

No era momento de pensar en eso y siguió arrastrando los cadáveres.

Una vez terminaron de la nada la niña ya se había cambiado y llevaba una bandeja con vasos de limonada.

-Bayas debes de estar cansada, toma un poco para que te relajes. – le sonrió y acercó la bandeja, 11A224 tomó uno de los vasos y lo tomo Hasta el fondo, realmente sabía bien y refrescaba.

De esta manera tranquila los tres se quedaron bebiendo limonada mientras veían el paisaje, el aire les llegaba al rostro, un aire fresco, al principio si olía a muerto pero una vez estabas acostumbrado era un aire normal.

-Ustedes son padre e hija?

Al decir eso la niña y la bestia se quedaron con los ojos abiertos, luego comenzaron a reír.

-Claro que no, si tuviera una hija no podría ser tan maravillosa jaja. – el ojo de la bestia se había hecho más chiquito ya que se reía demasiado. Mientras tanto la Niña se cubría la boca Cómo una señorita.

-Frédéric no se parece en nada a mi padre.

-…Entonces que son?

Hubo un largo silencio, ambos se miraban.

-Verás….

Justamente cuando el señor Frédéric iba a hablar la pequeña lo interrumpió. – Somos amigos por supuesto, es un poco raro pero es lo que somos, verdad?

A pesar de sus palabras la pequeña no parecía del todo feliz, la bestia la miro también algo triste pero luego sonrió.

-Así es.

Amigos…ahora que lo pensaba 11A224 no había tenido amigos desde hace tiempo, salía con chicas claro pero todo era de una manera tan superficial…después de todo no era del tipo social y cercana a los demás, siempre parecía estar en su mundo.

La pequeña una vez terminaron comenzó a cocinar, 11A224 la ayudó, mientras cocinaban la niña le decía que hacer y le daba consejos, nuevamente harían un gran banquete, desde picar verduras a picar frutas y claro también humanos, la pequeña como siempre cantaba en otro idioma y parece de lo más feliz, una vez terminaron sirvieron todo en la mesa, la bestia ya estaba ahí leyendo un libro.

-Frederic ya es hora de comer, baja ese libro.

- Lo siento, estaba distraído, qué haz hecho hoy?, huele delicioso.

- El platillo principal son pechos!

-…No lo digas de esa forma…suena algo perversa.

- Vamos es lo mismo!, seguro te van a encantar. – la niña sin más corto un trozo y lo metió a la boca de la bestia, ambos parecían en su mundo mientras tanto 11A224 comía una simple ensalada.

Todos parecían felices hasta que sin querer cuando 11A224 volteó a la ventana vio la figura blanca, se atragantó  y cerró los ojos con fuerza, al abrirlos se dio cuenta que la figura no estaba ahí.

-Bayas estas bien?!- la niña muy apresurada se acercó y le dio unas palmadas en la espalda. – Qué paso?, te sientes bien?

-N-no es nada…lo siento…

- Me diste un susto!, si quieres yo te doy de comer.

-N-no es necesario, gracias.

-…Bueno, pero come más lento si?, no quiero que te mueras.

-Esta bien…- volteó una vez más hacia la ventana, como era de esperarse, no había nadie.

La pequeña le había dado ya la mayoría de la comida a la bestia por lo que 11A224 tuvo que seguir alimentando a la bestia mientras la niña cocinaba más, parecía apresurada, en la tarde había llevado más de treinta cuerpos a la tina y los había lavado, ahora cocinaba cada uno de manera diferente, una vez terminaba ponía el platillo en la mesa y seguía, ponía más cuerpos en la tina y no dejaba ningún espacio de la estufa sin usar, iba de un lado a otro, 11A224 se preguntaba como es que iba tan rápido con sus pequeñas piernas, le daba algo de risa.

11A224 al ver que la mesa cada vez se llenaba más tenía que alimentar más rápido al señor Frederic. Una vez la bestia dijo que estaba satisfecho ambas se detuvieron al instante.

-Muchas gracias a ambas, estuvo delicioso todo. – se limpiaba la cara con una servilleta de manera formal, la niña ya había servido todo y los platos ya estaban vacíos, no se había desperdiciado nada.

El cielo afuera ya se había vuelto oscuro y se veían las estrellas brillar desde lo más alto, la niña comenzó a limpiar todo dejando todo brillante, 11A224 apenas había cerrado los ojos y para cuando los abrió vio que la bestia ya estaba en un sillón leyendo el libro de antes, como había llegado tan rápido?

Ayudó a la pequeña a limpiar todo y cuando terminaron parecía nuevo.

-Si gustas ya puedes ir a dormir. – la niña le sonrió y 11A224 sintió un escalofrío al recordar a la figura, había algo en ella que aterraba a 11A224.

-Um…yo…puedo quedarme despierta otro rato, puedo quedarme a leer con ustedes.

-Eh?

- Si no les molesta claro...

-…No nos molestaría en lo absoluto, pero, no estás cansada?, parecía que te ibas a dormir mientras limpiabamos.

- Para nada!, aún tengo energía!

La pequeña miro seriamente a 11A224. – Bayas…no será que tienes miedo?

-…eh?!

- Es por tu pesadilla No?, es sólo un sueño no te preocupes.

11A224 bajo la mirada, sólo había sido una pesadilla pero aún podía sentir como esa mano la tocaba, como se veía y la sensación de cuando había despertado no se había ido en todo el día.

-Si gustas me puedo dormir contigo.

-…de qué hablas?

-Puedo quedarme a dormir en tu habitación, a Frederic no le molesta o si?-Frederic levantó la cabeza y negó, luego siguió leyendo.- Ves?

-Segura…?

- Bayas, no eres una bestia que puede comerme jaja!, además si puedo serte de ayuda seré feliz.

-B-bien…

De esta manera ambas se fueron a la habitación, la pequeña se hizo una trenza con el cabello y se cambió, luego ayudó a 11A224 a peinarse.

-Tu cabello es muy corto pero es bonito.

-Gracias…- 11A224 se había sonrojado al escuchar eso, nunca se lo habían dicho.

Ambas se metieron a la cama y apagaron las velas, hubo un largo silencio.

-…Gracias por quedarte conmigo, no quería ser una molestia en verdad…

- No te preocupes, incluso yo tengo pesadillas y necesito que alguien duerma conmigo.

-Quien te ayuda a dormir?

-…uh bueno… -11A224 volteó hacia dónde estaba la niña, la luz de la ventana iluminaba su pequeño rostro, parecía triste pero seguía sonriendo. – yo…ya vamos a dormir!

La niña se dio la vuelta, 11A224 también, no había nada de ruido, era un silencio solitario.

-…Sabes, cuando te vuelves un adulto ya no hay nadie que duerma contigo para quitarte el miedo, es algo que tienes que quitarte a pesar del mucho terror que te cause.

-…Es algo muy profundo viniendo de una niña.

-…si, una niña jaja. – su voz sonaba quebrada y hacia eco en el silencio.- Buenas noches…

1487Donde viven las historias. Descúbrelo ahora