Sueño

6 2 0
                                    

Aún era muy temprano como para que las jóvenes estuvieran despiertas pero…ahí se encontraban esas dos, en la oscuridad aún, una en el regazo de la otra mientras que la mayor le acariciaba el cabello con suavidad y le dedicaba una hermosa mirada pero más que verse feliz estaba igual de triste….

Isabel estaba llorando mientras sentía la mano de María en su cabeza, María la tocaba suavemente intentando calmar a su compañera, nunca le había pasado algo a ella pero entendía ese dolor…se sentía tan inútil ya que a pesar de todas las personas que ha visto pasar nunca se ha atrevido a ponerle un alto a su dolor. Siempre que veía a nuevas trataba de convencerlas de entrar al convento para que dejarán a Isabel en paz pero parece no funcionar.

-María…lo he pensado mucho. – la voz de su amiga estaba algo ronca, aún podía escucharla limpiándose la nariz y lágrimas.

- Qué has pensado?

-María, vámonos de aquí, podemos huir juntas y hacer una vida fuera de aquí.

Isabel volteó la mirada y se encontró con los ojos de María.
María no sabía que decir, ella no estaba lista para irse nunca había pensado en eso.

-Isabel de que hablas, yo tengo familia aquí y los quiero mucho…no puedo irme sin decir nada o ellos van a estar preocupados.

Isabel cambio de posición y se sentó frente a María, sostuvo la mano de la otra cerca de su pecho mientras aún la miraba seriamente.

-Se que los quieres mucho pero después de unos años podemos volver, les puedes mandar una carta, vámonos lejos de aquí y no hay que involucrarnos en nada de esto de nuevo, si?, he pensado que si estamos en un lugar alejado nadie nos dirá nada y estaremos en paz…

María no sabía que decir, desde pequeña había estado en ese lugar, sabía lo que había en el exterior pero...tenía miedo, Isabel a pesar de que no rompía las reglas como tal era más libre y siempre pensaba en diferentes soluciones a todo.
Confiaba en Isabel pero aún tenía ese temor de que las cosas no salieran como ellas querían…

-Le podemos pedir ayuda a la loca de Inés, María sólo tienes que aceptar y yo me encargaré del resto.

María seguía indecisa, no sabía que decir, pensaba en su familia y en sus comodidades pero ahí estaba Isabel, muy decidida y lista para cualquier cosa, la mejor solución es huir…

-Vámonos. – apretó la mano de Isabel y está le respondió con un gran abrazo.

-María, me haces la chica más feliz del mundo…- Isabel le dio un beso en la mejilla a María y luego las dos se miraron a los ojos.

Sabían que las iban a buscar si desaparecían de la nada pero en su situación es más fácil huir.


Estoy en mis clases de caligrafía, la importancia de la escritura es algo que tengo muy presente en mi vida. Nunca e sido el tipo de mujer que le guste seguir un orden exacto sin ningún motivo, a muchos las reglas le sirven para ubicarse pero en lo personal si no tienen un porque no veo el sentido de seguirlas.
Desde pequeña me vieron mal, es algo que aún recuerdo pero no dejare que algo como eso me afecte…o eso pienso, en realidad querer hacer el bien para que los otros me recuerden como una persona de buen corazón suena muy superficial. No soy una persona que le gusta crear desorden pero no puedo evitarlo ya que no soy una persona totalmente correcta y consideró que es imposible, en realidad me da curiosidad como es que existe un dios que es perfecto y que lo sabe todo supongo que también por eso soy una persona religiosa.

Al escuchar sobre la realidad de Bayas mire la mía, ella es una joven de mi edad que está tratando de sobrevivir a un trabajo junto con más jóvenes igual que ella, tienen a este jefe misterioso y existe esta figura que ella lo llama el malo…yo estoy tratando de sobrevivir a este lugar santo que se siente como el infierno junto con más jóvenes que probablemnte piensen lo mismo de este lugar, mi jefe misterioso sería ese hombre que no se ve y la figura malvada es esa que todos dicen que tengo en mis ojos.


Mire mi papel, tenía una letra bonita pero nunca podré escribir lo que quiera con ella, sólo cartas que tal vez nunca podré mandar ya que no conozco a muchos en el exterior.
E ido al pueblo pero las personas me ven mal, me relacionan con eventos desastrosos para justificar el porque Pedrito el niño que no tiene cuidado se cayó de su bicicleta y se lastimó la rodilla o hablemos de doña Paquita, el otro día se le cayó la olla con la comida que iba a vender para mantener a sus hijos, pudo haber sido un descuido pero…fue la joven de ojos rojos!, ella pasó cerca del puesto y lo maldijo seguro fue eso!
Por eso e decidido mejor quedarme aquí donde también es un infierno pero al menos se como tratar con el….

Me gusta pensar que mi color de ojos es así por una razón, que alguien quiso que fueran así por algún motivo más allá del que puedo entender, así como recientemente creo que la llegada de Bayas significa algo ya que está clase de cosas no tiene una explicación lógica.

Al terminar la clase salí y me encontré con Bayas ya esperándome, ella me a dicho porque no come y porque no duerme pero me siento mal por ella, ella está más perdida que yo, pero...Si me pongo a comparar su pesadilla apenas comenzó este año y la mi a ya lleva tiempo, de alguna manera me gusta pensar ue la entiendo y que estamos en la misma posición.

Fuimos a la biblioteca, tenía que hacer unos deberes ahí y ella me acompañó, con Bayas soy igual…quiero que me vea como una buena persona, quiero ser esa persona en la que pueda confiar.
Tome los libros que debía, ella me explico que su escritura es muy diferente a la mía por lo que seguía sin entender mucho, ambas tomamos asiento y ella tenía un vaso con agua fría ya que al menos eso si quería tomar.
Estaba leyendo tranquilamente, aún quiero aprender todo lo que pueda de aquí, si no me se relacionar con las personas al menos se lo que debo de hacer y como.

1487Donde viven las historias. Descúbrelo ahora