La loca

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11A224 viajó a otra dimensión, al llegar todo estaba oscuro, no podía ver nada ya que había una fuerte tormenta y la lluvia no le dejaba ver en qué clase de lugar estaba.
Las gotas eran pesadas y 11A224 sentía como la golpeaban cada vez más fuerte, después de guardar su moto intento buscar un lugar donde pudiera protegerse de la lluvia.
Encontró un callejón vacío, tenía frío por lo que sólo se puso tras de unas cajas, no sabía que pasaría en esta dimensión pero tenía por seguro que no sería nada malo.

En lo que temblaba del frío pensaba en 23514425.
Es su compañera pero siente que ella no las ve así, pareciera que 23514425 esta adelantada a todas las demás, le tenía un poco de envidia, que ella fuera tan fuerte y que pudiera poner a sus compañeras antes que ella, era como una líder…
Tengo que recordar ese juego que tenía, tengo que ayudar a 23514425.
Pensó en lo que intentaba cubrirse del frío.
La tormenta siguió, la lluvia era fuerte y no parecía que se fuera a detener pronto, 11A224 pensó que no sería malo si se dormía en lo que salía el sol por lo que cerró los ojos lista para descansar.
Tuvo un sueño muy claro.

Soñaba que estaba ella sobre un cristal de agua, sus pies se sentían mojados y podía ver las estrellas por todas partes, pero cada vez que intentaba ver su reflejo en el cristal su rostro estaba borroso, cuando lo tocó con su mano al otro lado del cristal había una joven idéntica a ella pero…tenía el cabello blanco, su piel, pestañas y cejas.
Era como ver su reflejo.

-11A224!

Una voz conocida la llamo y 11A224 volteó, había una mujer vestida de negro acompañada por un hombre vestido de la misma forma.
11A224 fue corriendo hacia ellos y los abrazo con fuerza.

-Madre!, padre!

Cerró los ojos un momento y lo próximo que vio a través del cristal fue que esa pareja estaban mirando a una niña albina, la niña estaba jugando con una esfera oscura.
Se veían como la familia perfecta.

-Laby! - 11A224 al voltear de nuevo hacia atrás se encontró con sus verdaderos padres, la estaban esperando con los brazos abiertos.

11A224 fue corriendo hacia ellos pero antes de que pudiera tocarlos apareció un hombre. El la miro de pies a cabeza con cierto tipo de desprecio. 

- Con que sigues viva eh…- 11A224 no conocía a ese hombre, tenía una sonrisa misteriosa que hacia sentir nerviosa a 11A224.- Bueno no será por mucho.

El hombre le guiño el ojo y después de eso 11A224 despertó de entre las cajas.

-Disculpa…

-Eh?

11A224 al levantar la mirada se encontró con…un ángel!

La luz del sol brillaba en lo alto, la joven mujer que lo cubría con su cabeza parecía estar brillando a causa de esto.
Una joven chica de ojos claros cubierta con un velo negro sostenía una canasta y vestía de color oscuro. 

-Necesitas ayuda?

11A224 noto que su vestido era largo hasta los pies, con mangas largas y un cuello de tortuga de color blanco, encima traía un collar con una cruz y en la canasta traía montón de verduras frescas.

-Estas bien?

La joven le ofreció su mano a 11A224 con una sonrisa.

-María! – la voz de un hombre se escuchó desde lo lejos, 11A224 tomo la mano de la joven la cual había reaccionado al nombre mencionado.

-Ah es el obispo Juan, oye puedes entenderme o hablar?

-Si, disculpa es que estaba aún medio dormida…

- Ya veo no te preocupes por eso, te has quedado aquí por la fuerte lluvia de anoche?

- Bueno es que…vengo de un pueblo del sur, no tengo donde quedarme.

La joven miro sorprendida a 11A224 pero luego sonrió de nuevo.

-Entiendo, estos días la tormenta había estado muy fuerte por lo que no encontraste donde quedarte. Vamos con el obispo Juan.

La joven de su canasta sacó un mantel blanco y se lo puso encima a 11A224, luego la tomo de la mano para llevarla hasta con un hombre ya mayor.
11A224 miro el lugar donde estaba, todo estaba hecho de piedras, había callejones pero muchas plantas hermosas, a un lado de ellas había un gran río con agua cristalina, el cielo estaba despejado después de la lluvia y era de un color azul brillante. En las calles había muchos charcos y enfrente de ellas estaba ese hombre.

Cabello blanco, piel morena, tenía el rostro fuerte y estaba muy serio, vestía de color negro, tenía una cinta en su cintura de color rosa fuerte y un detalle blanco en el cuello.

-Obispo Juan, encontré a esta joven desamparada, no tiene lugar donde quedarse.

-María, te estuvimos buscando…- el hombre miro a 11A224 y mostró una expresión de preocupación. – Esta joven, nunca la había visto por el pueblo.

-Vino desde el sur, en estos días de lluvia no pudo buscar donde refugiarse, la encontré en el callejón de doña Petra.

- Ya veo, dime: como te llamas?, tienes familiares por aquí?

- Me llamo Bayas Dumas, no tengo familia aquí todos mis familiares están en mi pueblo aún.

- Entonces qué haces aquí? – el hombre le pregunto y 11A224 tuvo que pensar en algo.

-Yo…tuve que huir ya que mis padres me trataban mal…- 11A224 por dentro le pedía disculpas a sus padres pero era sólo una mentira.

-Aún te ves muy pequeña, tranquila en la iglesia siempre hay espacio para otra joven desamparada que necesita la luz de nuestro señor.

-Entonces obispo Juan, es todo por hoy?

-Si, vamos...-tras del señor había otras jóvenes con cestos llenos de comida y otras tres también cubiertas con una manta.

En el camino 11A224 podía apreciar la belleza del lugar.
Parecía casi el pueblo de Cosme y Abel, pero este en vez de que las plantas se vieran como decoración se notaba que habían crecido por si solas.
La joven que conoció 11A224 se le volvió a acercar para conversar.

-Bayas tu crees en nuestro señor Dios?

11A224 la miro seriamente, no había crecido con ese tipo de creencia, no había religiones en verdad ya que estaba Z52119, pero recordó a Lili, ella creía en ese Dios del sol que los abandonó.

-No…en realidad como vivía en el campo no tenía tiempo…

- Eso es terrible, las cosas en los campos son difíciles en verdad, bueno no te preocupes que nosotras te explicaremos todo.

11A224 asintió y pronto llegaron a un gran edificio que estaba alejado del pueblo.

-Llegamos a la iglesia, sean bienvenidas al hogar de Dios.

Las tres jóvenes y 11A224 miraron el gran lugar, era una gran iglesia, era enorme y se notaba lo impecable que estaba, se veía antigua pero no perdía su elegancia, a los lados de la iglesia había más edificios que estaban conectados.
Al abrir las grandes puertas se dio a ver el hermoso interior, todo estaba blanco y al fondo en el centro había un santo. Por los lados estaban las bancas, las ventanas en lo alto estaban hechas de cristales de muchos colores y tenían más santos dibujados.

El hombre les hizo una seña para que se fueran por otra dirección, el se acómodo su ropa y entró mientras que María tomaba el liderazgo. Las llevo por un lado de la iglesia donde se veía lo verde del jardín, pronto llegaron a otro gran edificio un poco más descuidado, María les abrió la puerta y pasaron todas las jóvenes aún sin decir alguna palabra.

-La Iglesia siempre tiene lugar para jóvenes que quieren aprender de la palabra de dios, aquí se les dará una cama, vestimenta y comida, pero a cambio tendremos que ser leales a nuestro padre, encargarnos de la limpieza y comida.

María fue explicando en el camino por el lugar oscuro, pronto llegaron a otra puerta grande de madera, ella la abrió con fuerza ya que se veía pesada y dejó ver otro gran salón que brillaba de lo limpio y blanco que estaba.

Había jóvenes chicas recorriendo el lugar con mantas en sus manos, todas vestidas iguales, pasaban de un lado a otro, sólo había una joven en el centro que parecía ser la que ordenaba a todas.

Una joven de cabello negro agarrado de dos coletas, tenía ojos llamativos de color rojo intenso.

-Marcela lleva eso al salón principal, Juana eso va para los dormitorios uno pídele ayuda a Andrea con ello para que también lo lleven a los dormitorios del edificio dos!

Todas parecían ocupadas y seguían las órdenes de la que estaba en el centro.

-Oh hermana Inés, veo qué hoy te tocó ser la organizadora. -María le hablo a la joven que estaba en el centro con una sonrisa burlona. – Hoy llegaron nuevas, no les pegues tus ideas raras o seas muy agresiva con ellas quieres?, harás que se vayan por el mismo camino que tu.

-María, veo qué has atrapado a las pobres jóvenes con tus mirada angelical, pero no te preocupes, yo no me encargaré de llevarlas por el mismo camino que yo, yo no las obligare.

La joven de cabello negro tenía un carácter fuerte a pesar de su apariencia, pronto muchas de las jóvenes que pasaban se detuvieron y empezaron a hablar entre ellas.

-María e Inés van a pelear de nuevo, qué acaso Inés no se cansa de que la regañen todo el tiempo?

-Inés está loca, es mejor no acercarse mucho a ella. – dijo una de las jóvenes que estaba más cerca de las recién llegadas.

-Inés no comiences!, sólo has tu trabajo!

La joven de cabello negro no les dio importancia a las otras que hablaban de ella a pesar de que claramente las podía escuchar.

María se acercó más a Inés y le hablo en voz baja.

-Si las llegas a espantar créeme que te irá mal está noche, entendido?
Inés la miro sin decir nada más y María sonrió.

-Bien con eso dicho lleva a estas jóvenes a sus dormitorios y que les den algo de ropa y comida, nuevas por favor sigan a esta hermana.

-Vamos. – la joven de cabello negro se dio la vuelta y empezó a caminar en dirección a una salida.

Las cuatro jóvenes la siguieron aún observando el lugar. Las compañeras que quedaban al verlas pasar con la de cabello negro al frente empezaban a hablar entre ellas.

-Genial, dejaron a la loca a cargo de las nuevas, con que va a salir ahora?

-Sólo a María se le ocurre dejar a Inés a cargo de las nuevas.

11A224 sólo escuchaba un poco de las conversaciones, no sabía si estaban en lo cierto o no, pero la imagen que le daba esa joven de cabello oscuro era muy diferente a la de todas.
Salieron del gran salón a un gran patio verde, había mujeres mayores sentadas bebiendo té mientras conversaban o leían, las más jóvenes les servían y eran las que estaban de un lado para otro.

-Este es el patio principal, de cinco a seis de la tarde es cuando pueden salir a tomar un breve descanso, después de eso será el estudio, la cena y una oración antes de dormir.

-Ummm disculpa pero este lugar…si es seguro? – una de las jóvenes un poco tímida pregunto ya que el aura que salía de la joven de cabello oscuro era muy fuerte.

Hubo un silencio y luego la joven volteó, se le notaba en sus ojos un brillo.

-Claro que no, les recomiendo que se vayan de aquí lo antes posible!

- Qué? – preguntaron todas asustadas.

-Conozco un lugar al que pueden escapar, esta noche…- antes de que pudiera seguir una mujer mayor se acercó y le dio una fuerte bofetada.

-Inés!, cuantas veces te tenemos que regañar por hablar mal de este lugar santo!

- Hermana mayor…- la joven de cabello oscuro miro con enojo a la mujer mayor, se notaba que estaba lista para golpearla con el puño pero después de un momento se relajó. – Disculpe…

-Te quedarás sin la cena!, cómo es posible que te dejen las nuevas a ti!, la más estúpida de todas!, a este paso de tantos castigos ya te has de saber el libro santo de memoria!

- Si me lo sé…- dijo en voz baja y recibió otra bofetada.

-Inés la loca!, tenían razón sobre ti, lleva a las nuevas a sus habitaciones y sigue tu trabajo!

A las cuatro nuevas les dio algo de risa ese apodo, después de todo…si parecía loca.

-Si hermana Celeste mayor, disculpe mi idiotez. – después de pedir disculpas siguió el camino pero sin decir algo, apretaba su puño y rechinaba los dientes.

11A224 seguía asombrada viendo el lugar, antes con Lili y Regino no pudo ver bien esa iglesia debido a la falta de la luz por lo que estaba con la boca abierta mirando cada detalle.
El techo alto, las baldosas brillosas, todo de color blanco o amarillo casi blanco.
Tuvieron que subir unas escaleras, la joven que iba al frente tomo unas hojas que estaban colgadas a un lado del marco para entrar al pasillo de los dormitorios y la reviso.
-Bien, van a compartir habitación con otra chica, haciendo tres en cada habitación, en lo que se acomodan pasará una hermana a darles su vestuario y de ese momento en adelante ella se hará cargo de ustedes, entendido?

Todas asistieron y la siguieron.

Al fondo acomodó a una, después acomodó a las otras dos y por último quedó 11A224 esperando.

-Bien con eso hecho…- la joven le daba la espalda a 11A224 y sonreía satisfecha.

- Disculpa…- 11A224 la llamo y la joven volteó rodando los ojos.

- Qué quier…- antes de que pudiera decir algo más noto que no había acomodado a 11A224 en una habitación. – Ah, eran cuatro!, disculpa creí que sólo eran tres!

La joven volvió a revisar las hojas mientras le hacia a 11A224 una seña para que esperara, 11A224 en verdad empezaba a creer lo que decían de ella.
La joven miro a 11A224 y luego sonrió, parecía que tramaba algo.

-Oh parece que no quedan más espacios, tendrás que quedarte conmigo!, debes de pensar que es de lo peor!

11A224 la miro confundida, su mala actuación hizo que todas las demás la miraran mal.

-Parece que ya se aburrió de hablar con la pared…

-Leer todo el libro santo en sus ratos libres debe de ya haberla hartado…

-Pobre chica…

-Vamos! – la de cabello oscuro jalo de la mano a 11A224 y la llevó por otras escaleras hacia arriba, todas se apartaban de enfrente al verla correr, después la insultaban pero la de enfrente no parecía escucharlas.

11A224 ahí confirmo que en verdad le había tocado con la más loca por lastima.
Llegaron al fondo de un pasillo, ahí la joven sacó una llave de uno de sus bolsillos y abrió la gran puerta de madera.

-Entra, no hay nada de malo.

11A224 aún insegura entró a la gran habitación.
Había una gran ventana que daba al patio verde, las paredes eran de piedra y entre las dos camas que había estaba la figura de un santo en una cruz.
Las camas estaban impecables, blancas y suaves, la joven se acercó a su armario de madera y sacó un vestido delgado blanco y otro de color negro, se los puso en la cama a 11A224 y fue a buscarle unos zapatos.

-Creo que calzas más que yo, así que más tarde iré por un par para ti, por ahora usa estos. – la joven le acercó unos zapatos sencillos de color oscuro también.

Parecía emocionada pero 11A224 se sentía extraña, no por el lugar o bueno si ya que…nunca se imaginó siendo una monja, de todas las personas que conocía se sentía la menos indicada.

-Esto…disculpa por esto pero quería preguntar…tu en verdad estas loca?

11A224 se arrepentía de lo que acababa de preguntar ya que la de cabello oscuro guardo silencio.

-Muchos hablan así de mi, pues mi manera de ser les cuesta más trabajo entender, pero tu puedes pensar lo que quieras de mi, me da igual si crees que estoy loca sólo serías una más.

- Disculpa por esa pregunta tan tonta…

-No importa, en lo que te vistes iré a traer el resto de las cosas que vas a necesitar.

La joven se fue y dejó a 11A224 ahí sola.

11A224 noto que todo fue muy rápido, pero al menos estaba en un lugar seguro. Empezó a ponerse la ropa a como ella creía que estaba bien y después se acercó a la ventana, estaba todo el patio verde, aún olía a tierra mojada por la lluvia del día anterior. No sabía que iba a pasar en esta dimensión, un convento de monjas suena raro, qué de interesante podría tener como para que la coordenada la hubiera traído aquí?
Su cabeza dolía al igual que su brazo, se toco la nariz y después de quejarse de dolor comprobó que también estaba lastimada.
Cuando su compañera volvió traía más mantas en sus manos, le ayudó a 11A224 y las puso en la cama que le correspondía.

-Mi nombre es Inés y el tuyo?

- Bayas Dumas…

- Así que tus padres te ingresaron aquí eh, bueno no importa aquí podrás aprender muchas cosas.

-Ingresaron?, a qué te refieres con eso?

-Hmmm?, qué tus padres te trajeron aquí para que seas una mujer religiosa.

- No no, yo huí de ellos y hoy en la mañana me encontró una de tus compañeras.

La joven estaba sorprendida, terminó de acomodar las mantas y se sentó en su cama para escuchar más de 11A224.

-Huir de ellos…- se quedó pensado la joven, no quería suponer cosas de los demás ya que de ella también suponían que estaba loca por lo que le era difícil creer que 11A224 había huido de sus padres. – Bueno lo hecho hecho esta, sólo que…

La joven miro a 11A224 y luego negó con la cabeza.

-Es mejor que no te diga nada sobre eso, sólo sigue lo que yo te diga y estarás a salvo.

11A224 no le entendía pero cuando la vio salir de la habitación la decidió seguir. 

-Es hora del almuerzo, vamos o nos dejaran sin comer.

11A224 la siguió por los grandes pasillos, estos a diferencia de los que estaban mas cerca de la iglesia tenían mucha sombra y había charcos de agua, no estaban tan bien arreglados y las piedras eran oscuras pero había plantas ya creciendo en las paredes.
Inés cada vez que se encontraba con otra hermana le saludaba aunque muchas veces era ignorada.

-Y sobre la iglesia…este lugar de hace cuanto tiempo es? – pregunto 11A224 para hacer conversación.

-Casi doscientos años, al principio era una iglesia pequeña que nadie tomaba en cuenta, pero cuando los rebeldes creyentes del mal destruyeron la otra iglesia mucha gente empezó a venir a esta en busca de esa conexión con nuestro padre señor.

Creyentes del mal?, sonaban como si fueran un grupo de villanos con trajes oscuros pero 11A224 no dijo nada.

-A causa de esa gente rebelde la iglesia tenía que tener más espacio para las personas creyentes de nuestro señor y empezó a tener más donaciones, al cabo del tiempo la hicieron crecer y ahora es la iglesia más preciada de este lado del país, mucha gente de otros pueblos vienen aquí a rezar y a pedir por sus seres queridos.

Después de mucho caminar llegaron hasta una puerta grande y de madera, Inés la abrió y mostró un salón lleno de jóvenes religiosas sentadas listas para comer, había mucho ruido ya que todas estaban hablando libremente.

Inés se acercó a otras de sus compañeras que estaban de pie dando la comida y se acercó por su platillo, 11A224 la siguió y a las dos les dieron un plato lleno de comida que en otras circunstancias se le hubiera antojado a 11A224 pero por el momento sólo lo miraba, les dieron un trozo de pan a las dos y empezaron a buscar un lugar donde sentarse.

-Bayas! – María la estaba llamado desde una mesa al fondo, esta vez no tenía el velo en su cabello por lo que dejaba ver su cabello castaño.

11A224 dudo en si acercarse ya que estaba con Inés pero cuando volteó la de cabello negro ya no estaba. Se acercó a María que le había dejado un lugar a un lado de ella al sentarse había otras dos jóvenes.

-Chicas ella es Bayas, acaba de llegar hoy, Bayas estas son mis amigas, Isabel...- una joven de cabello de corto y claro saludo a 11A224. – Y ella es Teresa.

Una joven de cabello oscuro y piel morena también saludó a 11A224.

-Bayas, María nos dijo que huiste de tus padres, por qué? – pregunto curiosa Isabel.

-Eh?, bueno es que…me trataban mal, no podía tener ningún descanso y siempre había regaños…

- Eso pasa mucho en los pueblos, pero eso pasa porque no podemos estudiar ni trabajar, tenemos que hacer algo. – dijo Teresa mientras seguía comiendo.

- Teresa como tu dijiste eso pasa en los pueblos no aquí, tranquila Bayas aquí podrás estudiar y dedicarle el resto de tu vida a nuestro señor.

-Eh? - 11A224 que sólo jugaba con su comida miro a María que tenía una sonrisa.

-Nosotras aprendimos a leer gracias a la iglesia para poder entender cuál era la palabra que nos dejó nuestro señor todo poderoso, por ello debemos de cuidar nuestra pureza y pasar nuestras vidas sirviendo a Dios.

11A224 se quedó quieta aún sin entender, pasar el resto de su vida así?
María era la que más parecía feliz con la llegada de 11A224 y 11A224 tampoco entendía por que, era mucho por pensar.

-Bayas….acaso tu no habrás huido de tus padres por que has perdido tu virginidad? – pregunto en voz muy baja Teresa mientras se acercaba más a 11A224. – Tal vez ellos se enojaron contigo y por eso…

Las otras dos se quedaron calladas pero con curiosidad, 11A224 no entendía la parte de virginidad pero parecía ser algo muy serio.

-Jóvenes…- una mujer pasó por el lado haciendo que Teresa volviera a su lugar y que todas se pusieran derechas, el silencio en el lugar fue inmediato. – Es hora de que coman sus sagrados alimentos no para conversar.

Todas aún en completo silencio empezaron a comer, 11A224 miro su plato que seguía lleno, una vez la mujer mayor religiosa paso Isabel apuntó al plato de 11A224 como si preguntará si lo iba a comer, 11A224 negó y se lo acercó pensando que ella lo iba a querer después de quitar el pedazo de pan.
Las tres jóvenes al ver que 11A224 no quería cada una tomo una parte y la puso en su plato tratando de no ser vistas por las demás.

Después de que muchas terminaron pusieron sus platos en cazuelas grandes de barro y salieron del gran comedor.
11A224 busco con la mirada a Inés pero no se veía por ningún lugar, al parecer María se dio cuenta.

-Si buscas a Inés déjame decirte que probablemente no la veas en días, o sigue con su trabajo o está leyendo en su habitación.

- Me tocó ser la compañera de habitación de Inés. – dijo 11A224 y las tres jóvenes detuvieron su paso.

- Qué? – las tres dijeron al mismo tiempo, de inmediato el rostro de María cambio e Isabel y Teresa la miraron mal.

- En el camino me oí que le decían loca, acaso ella tiene algo mal? – pregunto 11A224 aún sin entender.

- Su cabeza. – dijo Isabel con una risa.

- No creo que la veas mucho en las noches tampoco. – Teresa también sonrió de manera burlona.

-Qué?, qué pasa? - 11A224 estaba más que confundida, María se acercó a ella y le susurró a la oreja.

-Inés es la puta del obispo Juan, unas hermanas han dicho que la han visto en la noche salir de los dormitorios de los obispos, como es tan cercana  al obispo Juan creemos que va con el a pasar la noche.

11A224 la miro sin poder creerlo, pero las tres jóvenes mostraban hablar enserio.

-Por eso muchas dicen que esta loca, esta en un convento y no es capaz de comportarse. – Teresa estuvo mirando a todas las direcciones mientras hablaba, no quería que esperando que ninguna hermana mayor las viera conversar.

- Fue mi error, disculpa Bayas, creí que ella al menos te podría poner en un lugar decente pero por lo que veo ella ya quiere llevarte por su mal camino. – María se disculpó con 11A224 pero 11A224 seguía confundida.

-Deberías de conseguirle un mejor lugar a Bayas, no es justo que se quede con Inés o pronto la veremos hablando con la pared. – dijo Isabel algo preocupada.

-Haré lo posible, aunque el problema será Inés.

- Ya viene la hermana Celeste, vámonos! – Teresa empezó a empujarlas para separarse, las tres muy apresuradas tomaron caminos distintos y se fueron corriendo.

- Qué acaba de pasar? - 11A224 se quedó quieta, por suerte recordaba por donde había llegado por lo que volvió a su habitación.

Al entrar sólo se quedó sentada en la cama, apenas conocía a Inés literalmente por lo que no sabía que podía esperar de ella.

Hasta ahora sólo e escuchado la parte mala de todas sobre Inés pero ella sólo me dijo que podía pensar sobre ella lo que quisiera que no le importaba, entonces si lo es o no?”.

No sabía que hacer en ese momento por lo que sólo estuvo sentada sin saber que debía de hacer en el convento.

Recordó a 23514425 y a sus compañeras, después de todo este tiempo con todo lo que había sucedido se había olvidado que debía de encontrar como sobrevivir al año, pero saber de la historia de 512121 que buscaba a su hermana que fue viajera y que no sabía más de ella más que de mensajes y fotos, le bajaban el ánimo a 11A224.
11A224 se golpeó las mejillas para evitar pensar de manera negativa y en su lugar trato de recordar ese juego.

En lo que intentaba recordarlo pensó en su personaje dentro del juego, usaba un traje blanco muy parecido al que usa actualmente, la historia en vez de desarrollarse en otros mundos trataba de una casa que escondía muchas cosas y personas en ella.
Había muchas reseñas sobre ese juego en el momento, muchos intentaban encontrar la solución pero siempre se llegaba al mismo final; FUISTE COMIDO decía por toda la pantalla mientras mostraban una mini animación en píxeles sobre como un demonio te había puesto en una bandeja.

11A224 recordó porque lo había dejado, si bien el juego le llamaba la atención pero se estreso al no poder ganar por lo que lo dejo abandonado, al poco tiempo se supo que el juego ya no vendería más copias, no se supo la verdadera razón pero ahora que 11A224 lo piensa seguro Z52119 no quería que supieran la verdad y pidió que lo sacarán del mercado.
11A224 soltó una risa al imaginar a Z52119 enojado, o bueno con la expresión que puso el otro día…tenía miedo de ese hombre de cabello azul, el otro no lo reconocía pero Z52119…

Se recostó en la cama y pensó sobre lo que sabía de Z52119.
Es hombre, esta vivo, su edad no es exacta pero en los libros de historia se hablaba de el como un hombre con una manera de pensar más madura de lo que el parecía.
Familiares?, ninguno, nunca se ha visto relacionado de manera amorosa con nadie no se a casado y mucho menos a tenido hijos, muchos inventos exitosos han sido creados por el, su manera de pensar y de ser es el ejemplo a seguir de muchos que buscan ser igual de exitosos inventores.

11A224 sintió un escalofrío repentino al recordar que…a pesar de que su edad nunca ha sido clara, que a pesar de ser con la persona más poderosa en su mundo no a cometido ningún error. En los años que 11A224 ha tenido uso de memoria nunca escucho que el estuviera envuelto en una clase de delito o que su manera de pensar lo llevará a decir algo imprudente, pero el trabajo de las viajeras…ya suena lo suficientemente sospechoso, que sólo manden mensajes y fotos…11A224 recordó a su madre…

“Seguro el…ya a mandado un mensaje con mi nombre…”, 11A224 volvió a sentarse en la cama, una persona perfecta no existe el parece serlo pero todos estos años le ocultó a todos de manera muy limpia sus errores, ese demonio dice que come veinte almas al año pero seguro son más.
Entonces su compañera la que usaba lentes que tenía un parche en el ojo, cuando dijo que sus heridas no fueron por una dimensión fueron por el?

Había muchas teorías conspirativas de Z52119 en las redes sociales, pero todos los tomaban como broma y a menos que fueras una clase de persona con mucho tiempo libre creerías todas esas palabras. 11A224 no les tomaba importancia hasta ahora…
Hubo una teoría que pasó por su mente en ese momento…

-Y si el Rey Z52119 no es de este mundo…? -.

En eso se abrió la puerta, entró Inés con un libro en sus manos, parecía feliz.

-Oh Bayas estas aquí, disculpa si desparecí en el comedor. -Inés sostenía el libro muy fuerte, se acercó a su armario y lo guardo entre su ropa, 11A224 sólo la siguió con la mirada.

-Ese libro, por qué lo escondes?

-Hmmm?, bueno es que si ven que un libro no es apto para que este en el convento lo queman, tenemos reglas muy estrictas pero a la vez estúpidas por eso lo escondo.

-Entonces de donde lo sacaste? – la joven volteó a ver a 11A224, se le notaba un tono rojo en sus mejillas.

-Me lo a dado el obispo principal Juan.

11A224 recordó las palabras de las otras jóvenes, un simple libro para dárselo por así decirlo a su amante no debería de ser la gran cosa, pero ya que dijo que no es apto entonces seguro debe de tener alguna clase de etiqueta de edad.

-No le tomes importancia, también traje la lista de las reglas del convento tenemos que seguirlas al pie de la letra o nos van a castigar leyendo el libro santo mientras estamos de rodillas frente a nuestro salvador, bueno ese es el castigo menos severo pero sigue siendo un dolor. – la joven de cabello oscuro se levantó su túnica y se vieron sus rodillas rojas, ella se rió al ver la reacción de 11A224 y luego bajo su vestido.

11A224 al ver sus rodillas las miro con cierto tipo de miedo ya que se veían muy lastimadas.
Le pasó la lista a 11A224 y luego se sentó a un lado de ella.

-La primera es que no puedes dudar de la palabra estricta de nuestro señor, por lo que cuestionarse sobre sus mandamientos será castigado.

La joven estaba muy cerca de 11A224, apuntaba hacia la lista escrita y explicaba las reglas pero 11A224 sólo podía pensar en el poco espacio personal que tenía.

-La cuarta es que no puedes desobedecer las palabras de tus superiores. La quinta es que no puedes hablar mal de este lugar santo ya que es una falta de respeto.

-Parece que muchas de estas reglas las desobedeces. – dijo 11A224 con una pequeña risa que también le servía para calmar sus nervios.

-Si…hay muchas cosas de las que tengo dudas y que no me parecen, en lo personal creo que la lista es sin sentido pero sabes: si las reglas están es por algo, yo podré no obedecerlas es algo contradictorio de mi parte pero para muchas estas reglas les sirven y no puedo andar por ahí haciendo que todas cambien de pensar sólo porque yo lo digo, como no se tu manera de pensar te las estoy explicando por si a ti te son útiles.

11A224 la miro a los ojos y la otra igual, Inés le sonrió y apuntó a la siguiente.

Esas palabras se le quedaron marcadas a 11A224, había algo de sentido en lo que dijo pero de alguna manera sentía que se podía relacionar con su trabajo actual.

-La sexta es sobre la hora que debemos de despertar, muchas veces es de preferencia a las cuatro y media de la madrugada ya que el desayuno es a las cinco. La séptima es más de los dormitorios, después de las ocho de la noche no puedes salir de tu dormitorio a las diez las luces deberán de ser apagadas, por lo general esas dos horas se usan para estudiar o para hablar con tus compañeras de cuarto.

Mientras Inés explicaba 11A224 veía el tipo de letra, se veía muy diferente, se preguntaba como es que ella siempre entendía el idioma en el que les hablaban, tal vez eso ya venía con el traje ya que del contrario no se podría trabajar.

-Por el momento no tendrás muchas tareas de limpieza o cocina pero luego también se te dirá que te tocará hacer en el día, por unos días te quedarás para acompañarme en lo que aprendes. Entendido?

-Si…muchas gracias.

- No es nada. – la joven se puso de pie y se estiró, en eso miro hacia la ventana, más allá de ese jardín había otro edificio que era parte de la Iglesia. – Quieres ir a dar un paseo para conocer la iglesia?, sería peligroso si te perdieras. 

- Ah bien! - 11A224 se puso de pie y siguió a su compañera fuera de la habitación.
La habitación parecía estar alejada de los otros dormitorios y no parecía que los otros cuartos estuvieran ocupados, bajaron unas escaleras y caminaron por los grandes pasillos, dentro de los edificios se sentía frío pero afuera en el jardín estaba cálido.

Inés le explicaba cada parte de la Iglesia, era un lugar enorme era demasiado para la memoria de 11A224. En ocasiones se detenía en las ventanas y apuntaba hacia otras 11A224 no entendía por qué.
Después de caminar por un largo rato volvieron a subir otras escaleras, Inés se acercó a una de las grandes ventanas que había y le hizo una seña a 11A224 para que se acercará.
11A224 estaba cansada de tanto caminar aún así se acercó y vio a través de la ventana.

-Esa ventana que se ve desde el otro edificio es la de nuestra habitación, me gusta ver las cosas desde esta otra perspectiva, por eso en el camino te estuve mostrando todas las direcciones, aunque parezca inútil quien sabe quizás si te pierdes algún día ya sabrás ubicarte por ver las ventanas.

11A224 se asomó bien, este lugar parecía ser más alto, miraba el gran jardín, había muchas jóvenes entrando y saliendo pero se veían tan pequeñas que 11A224 de alguna manera se sentía superior desde esa altura.
Si bien no había entendido mucho de todo lo que Inés le había dicho pero le agradecía que le hubiera mostrado esa vista.
De repente empezaron a sonar unas campanas, Inés se alertó y tomo de la mano a 11A224.

-Ya es medio día, deberíamos de estar estudiando!

Jalo de la mano a 11A224 y la empezó a llevar de nuevo a hacia el primer piso.
Su manera tan energética dejó agotada a 11A224, no estaba acostumbrada a todo esto. Inés al llegar casi resbalándose con el piso limpio abrió la puerta y dentro del salón ya había muchas jóvenes con sus libro abiertos.

-Tenía que ser Inés…- otro hombre de cabello blanco miro con enojo a Inés.

- Disculpe obispo Antonio, estuve con la nueva hermana Bayas, acaba de llegar hoy por lo que le quería mostrar el convento.

- Bayas…? – el hombre miro a 11A224 de pies a cabeza.

- Disculpe, mi nombre es Bayas Dumas y llegue esta mañana, me dejaron con Inés a cargo de mi.

- Ya veo, Bayas sabes leer? - 11A224 negó a la pregunta del hombre  y una de las jóvenes que estaba sentada se puso de pie. -Ivonne lleva a Bayas con el obispo José.

-Nos vemos más tarde en el dormitorio. – Inés se despidió de 11A224 y ella tuvo que seguir a la nueva joven.

- El obispo José te va a enseñar a leer, el siempre se hace cargo de las nuevas, así que cualquier cosa no dudes de hablar con el. - 11A224 no lo noto pero la joven que estaba frente a ella estaba sonriendo de manera extraña.

-Gracias por llevarme.

La joven abrió otro salón y ahí estaba aún mas lleno de jóvenes chicas, un hombre alto y de cabello oscuro miro a las dos jóvenes que acababan de llegar.

-Obispo José, esta joven es nueva y no sabe leer por eso el obispo Antonio me pidió que la trajera con usted.

-Nueva, o ya veo me dijeron que eran cuatro pero sólo vi tres aquí. – el hombre sonrió al ver a 11A224, algo no se sentía bien.

11A224 noto que todas tenían la mirada baja al igual que la joven que acababa de llegar como si estuvieran nerviosas, al fondo vio a las jóvenes con las que llegó y se sintió un poco más relajada.

-Gracias Ivonne, puedes volver con el padre Antonio. – el hombre tocó del cabello a la joven y ella se dio la vuelta lista para irse, empujó a 11A224 con su brazo por accidente y se fue corriendo. – Esa niña…no debería de correr así por ahí, Bayas ven.

El hombre se acercó a 11A224 y la tomo del hombro, 11A224 no se sentía muy cómoda con ello ya que no estaba acostumbrada a que sus maestros en su mundo hicieran eso pero pensó que como son diferentes mundos tal vez acá eran muy afectivos ya que Inés también estuvo muy cerca de ella.

-Te puedes sentar aquí al frente para que entiendas mejor la clase.

-Gracias…- 11A224 se alejó rápido y tomo asiento.

El hombre comenzó con lo básico para las nuevas, 11A224 se sentía un poco estúpida ya que…paso años tratando de aprender a escribir y a leer en su idioma pero en este momento todo eso fue inútil.
Su escritura tenía una manera sencilla, pero tenía muchos círculos los cuales eran algo complicados para 11A224, sólo estuvo escribiendo el abecedario pero ya que las letras no había como relacionadas con las suyas se sentía confundida.
El hombre les seguía hablando de un dios pero 11A224 estaba demasiado concentrada en hacer que su letra se viera bonita como para prestarle atención.
Al finalizar la clase su escritura no mejoró pero al menos sabía cómo escribir la primera letra del abecedario.

“Escribir con pura tinta es muy difícil creo que si viviera aquí me hubiera quedado en el campo…”.

11A224 era la última en salir pero en eso sintió una mano en su hombro, era pesada por lo que volteó, el padre era el que la detuvo.

-Bayas puedes quedarte un momento?, me gustaría poder hablar un poco más contigo.

- Esta bien…- el hombre tomo asiento y espero a que 11A224 hiciera lo mismo, cuando se sentó frente a el se sintió nerviosa ya que parecía que la mirada del hombre era muy intensa. – De qué le gustaría hablar?

-Bueno verás…- el hombre tocó el cabello de 11A224 lo cual la hizo sentir incómoda. – De donde sacaste este color?

-Eh? - 11A224 miro su cabello, en todo lo que llevaba del día no había visto a alguien más con un color como el de ella.- De mi padre.

-Tienes familia entonces, fuiste internada o te trajeron aquí?

-Huí de mi familia, hoy María me encontró una de las jóvenes que está aquí, mis padres son muy estrictos por lo que ya no pude aguantar.

-Bueno Bayas, tenía curiosidad ya que como traes tu cabello arreglado, creo que deberías de cubrirlo, es demasiado llamativo, nos vemos.

El hombre se fue con una sonrisa en su rostro y 11A224 aún se quedó sentada.

“Llamativo…bueno casi los únicos que e conocido con colores diferentes han sido los del grupo de villanos, de ahí en más la mayoría tiene un color natural…sobre mi cabello…”.
11A224 salió del salón y ya que había charcos por la lluvia intensa del día anterior se miro en uno de ellos.
Aún llevaba su cabello como siempre, le habían dicho cosas por la ropa pero nunca por el cabello, pidió instrucciones para ir a uno de los baños, cuando llegó se miro en uno de los pequeños espejos que había y se soltó su cabello, después de traerlo arreglado por tanto tiempo le dolía la cabeza por lo que se estuvo rascando para sentirse mejor.
En verdad se veía como una joven más sencilla, su fleco ya estaba creciendo, antes le llegaba por encima de las cejas y ahora estaba ya en las cejas, su cabello también creció ya que lo traía hasta los hombros, su rostro…parecía lastimado…todas esas pequeñas diferencias, ella misma ya no se reconocía como antes.
Se estuvo mirando en el espejo por un largo rato, se trataba de encontrar pero no se convencía…

“Yo…como era antes?”.

Cabello corto al igual que su fleco, le gustaba vestir de colores llamativos así como jugar con su pelo y hacer otros peinados, su maquillaje solía ser muy poco y le gustaba mucho salir con sus amigas. Muchos la veían como una persona indiferente pero sólo era muy tímida ya que con sus amigas le gustaba reír a carcajadas.
Ahora ya no se sentía ella, sentía que estaba perdida…
Se sentía incómoda con su cabello suelto por lo que se sentó a pensar mientras lo peinaba en dos trenzas, no se había sentido de esta forma antes…no sabía que hacer para sentirse ella es como si se hubiera olvidado de quien era.

-Tonta…volviste tu trabajo tu personalidad…- se dijo a si misma, de todos modos no había muchas personas en el baño. Pero en realidad ella no tenía la culpa de sentirse perdida después de todo en sus circunstancias no puede actuar como lo hacía siempre ya que nunca había estado en esas situaciones.

La puerta se volvió a abrir y un grupo de jóvenes entró a los baños, 11A224 se puso de pie una vez la miraron raro por estar en el piso, ella se miro en el espejo de nuevo…
“Con unos aretes se vería más lindo, unos cuantos accesorios y un poco de maquillaje no me vendrían mal…”, la 11A224 que ella veía en el espejo era muy diferente a su yo actual…

“Esto está mal…pensar de mi yo de antes como otra persona, si lo pienso así sólo tendré problemas conmigo misma en un futuro no muy lejano…”.
Se apretó las mejillas y trato de sonreír, al salir de los baños no había casi nadie afuera, el cielo seguía despejado y el sol estaba en lo alto, todo estaba muy tranquilo pero eso sólo le ponía los nervios de punta a 11A224.

Estaba lista para ir a su dormitorio pero en el camino a lo lejos se veían dos chicas muy juntas, era Inés con otra joven.

-Necesito consultarlo con el obispo principal Juan…

- Pero…

- Lo siento Mercedes pero no voy a dejarte así nada más, necesitas ayuda, aguanta mientras tanto, quieres? 

-Si…

- Entonces si me disculpas debo de irme…- Inés espero a que la otra soltara su brazo para ella poder seguir, 11A224 sólo las estaba mirando y pronto Inés la noto. -Bayas!

-Inés…- 11A224 vio como la otra joven se fue corriendo en la otra dirección y pensó que había algo extraño entre ellas dos. -Ella es tu amiga?

-Amiga?, para nada, es hora de comer deberíamos de ir al comedor pronto o se va a acabar la comida, vamos…

Inés camino al frente y 11A224 la estuvo siguiendo.

-Por cierto, por qué traes otro peinado?, el otro era extraño pero se te veía muy bien.

- Ah bueno es que el maestro me dijo que era muy llamativo, si lo pienso de esa forma tiene razón, mi cabello tampoco se ve natural…

Inés la volteó a ver seriamente, abrió la boca para decir algo pero no dijo nada hasta después de un momento de pensarlo bien.

-Tu cabello o tu manera de arreglarlo no tiene nada de malo, si no te gustará que fuera llamativo no te lo hubieras arreglado así en primer lugar, su opinión es un poco…

11A224 tocó su cabello y lo vio…desde cuando le había interesado lo que decían los demás de ella?
El día de ayer su compañera 321211 le había dicho algo de su fleco pero no le tomo importancia entonces ahora…por qué?

-Pero si te hace sentir mejor también te ves linda con tus dos trenzas.

Al llegar al comedor como se esperaba ya estaba lleno, aún así las dos alcanzaron su porción y tomaron asiento, Inés empezó a comer muy gustosa, se notaba mucho como lo disfrutaba.

-Bayas…ese pan que tienes ahí, lo vas a querer?

- No, puedes quedartelo si gustas, este también…-11A224 sacó el que se había quedado del almuerzo e incluso le acercó el plato a Inés demostrando que no quería nada.

- Me quedaré sólo con el pan, necesitas comer bien o no podrás estudiar como es debido, come, esta vez la comida les quedó muy bien. – la joven sonrió y después de guardar los tres trozos de pan en una servilleta siguió comiendo.

11A224 miro su plato…la comida se veía sin color y parecía como una clase de gelatina, aceptó comer un poco pero en cuanto se acercó la cuchara a la boca sintió náuseas y alejó el plato. No es que su olor fuera desagradable, si no que aún tenía ese asco.

-Estás bien?, quieres vomitar? – Inés se acercó preocupada a 11A224 y le ofreció una servilleta, 11A224 sólo negó con la cabeza para ya no preocupar a la joven. – El pan te hará bien te devolveré tu trozo…

-No, así esta bien es sólo que…hace poco comí algo que me hizo mal y justo lo acabo de recordar.

-Entiendo…entonces si no vas a querer eso, puedo tomarlo?

11A224 asintió e Inés con mucho gusto empezó a comer, no sabía porque ella estaba guardando los trozos de pan pero probablemente serían para su cena ya que temprano le habían dicho que se iba a ir a su habitación sin si última comida.

11A224 bajo la cabeza y estuvo jugando con su cabello en lo que su compañera terminaba.

El resto del día no duró mucho ya que estuvieron estudiando de nuevo hasta la hora del descanso que fue cuando estuvo con María y sus amigas. Al finalizar el día se encontraban en sus habitaciones todas, a 11A224 le dieron una pijama para dormir y ella ya se estaba acomodando cuando vio a Inés de rodillas frente a la cruz que tenía en medio de las dos camas.

-Inés, qué haces?

No hubo respuesta, 11A224 volvió a preguntar pero fue ignorada, cuando su compañera termino apago la vela y se acomodó en su cama.

-Bayas luego te enseñaré a hacer una oración, hoy camine mucho y estoy cansada mañana te seguiré enseñando cosas…

Parecía que Inés ya estaba por dormirse por lo que 11A224 se quedó en su cama con la mirada en el techo, no podía dormir aunque tratará, aún se sentía observada…




11A224 no supo cuando tiempo pasó pero escucho como algo se movía, vio a Inés ponerse de pie, Inés se acercó mucho a 11A224 y la vio fijamente, 11A224 sólo pudo cerrar sus ojos fingiendo estar dormida esperando que pronto se alejara.

“Esta tipa en verdad está loca!”

1487Donde viven las historias. Descúbrelo ahora