CLÍMAX

6 2 0
                                    

*Música*

Producción HS presenta

Que mala sal

Escrito y dirigido por “…..”


Al despertar todo estaba en silencio como se podía esperar, la posición en la que dormí no fue la más cómoda y me dolían las piernas así que las estire mientras miraba de nuevo la casa, me tranquilizaba un poco que no hubiera muebles ya que si alguien entraba fácilmente se podía esconder pero aquí no.

Rafael seguía dormido a mi lado, hasta ahora no lo había visto sin máscara por lo que poco a poco se la quite por simple curiosidad.

Al quitarle la máscara me quedé sorprendida….No tenía un rostro hermoso, no tenía un rostro feo, mejor dicho….No tenía rostro.

-La mala suerte que tengo es tanta que me a dejado sin cara.

- Que? – me aleje de el rápidamente al saber que estaba despierto, el se volvió a colocar la máscara en su lugar. -Disculpa sólo tenía curiosidad no quería molestar, debí de haberte preguntado…

-Esta bien, se que no eres una mala persona ya que si lo fueras ya hubieras huido.

Me quedé en silencio, no podía decirle que si tenía ganas de salir corriendo por que…UNA PERSONA SIN ROSTRO DA MIEDO!, ni en mis más horribles pesadillas había visto algo como eso!
Una vez vi una película sobre un tipo sin cara, no la termine de ver porque los efectos eran muy buenos y me causaban terror, por lo que ahora estoy igual!
Espera…si me voy corriendo no será que me empiece a seguir como un monstruo?!, no necesito más de eso en mi vida!

-Bayas…?, estas bien?...como se esperaba crees que doy miedo.

- Te diré la verdad…si, bastante, pero…si lo pienso bien no me podrías hacer mucho daño, verdad?

El se quedó callado, ah~ en verdad piensa en matarme, después de todo salir corriendo si es una buena opción. Tal vez mi nuevo método de supervivencia es tener que mentir.

-Lo siento…perdóname por favor.  – el se puso de rodillas y tomo mi mano, espera así sólo haces que mi muerte sea más triste! – Yo no quiero hacerte daño, en verdad.

De nuevo estaba llorando, estaba lista para morir en cualquier momento pero el sólo seguía llorando.

-Bueno e tenido una buena vida hasta ahora supongo…así que ummm, no se que decirte…si esperaba sobrevivir un poco más pero esto es repentino.

- De qué hablas tu?

- De qué?, no me vas a matar?

El sólo me miro a la cara y luego se empezó a reír a carcajadas.

- Qué?, claro que no!

-Eh?!, entonces a que vino todo eso?!

-Nada nada, sólo estaba practicando algo, soy un gran actor o no?

-Que…ah, si, en verdad me la creí! 

También empecé a reír junto con el pero en verdad me seguía preocupando que no fuera un simple acto.

-Me puedes llevar a la casa de Ricardo?, necesito unas cosas de allá. – dije un poco nerviosa.

-Ah pero quería mostrarte el teatro de la ciudad baja, no es la gran cosa pero hay actores muy buenos. – el parecía emocionado por lo que sólo sonreí.

Por otra parte estaba pensando en algo que no suena muy bien de mi parte: “A mi que me importa si son buenos o no, me das miedo sólo llévame con Ricardo”. Pero no puedo decirle algo como eso, que pasa si termina siendo en verdad un psicópata?

Ambos salimos de su casa, el me ofreció su brazo y lo tome, debo de dejar de pensar mal de el o en verdad se me va a salir decirle algo que lo haga sentir mal. Trate de tranquilizarme y pensar que así como está la probabilidad de que sea mentira esta la probabilidad de que sea verdad que estaba actuando.

-Mi dama, ya quiero presentarle a todos los del teatro, son muy divertidos!

-Ya lo creo, estoy algo emocionada por conocer un poco más de la ciudad ya que Ricardo me mostró lo llamativo pero estoy segura que este teatro tampoco a de perder.

- Ya lo verá mi dama, no la va a decepcionar!

El estaba más feliz que ayer o que hoy en la mañana, una persona así…en verdad me puede hacer daño?, el empezó a cantar y la música de fondo volvió.

-Oh, que maravilloso día es hoy, el sol brilla…

-Ah!, que esa no la cantaba Ricardo? – recordé que cuando llegue Ricardo estaba cantando esa misma canción.

- El también la canta?, bueno mi canción es muy buena y pegadiza.

Reí y seguí con la canción.-  El clima es bueno, oh, que maravilloso día es hoy!

Los dos íbamos muy felices hasta que en cierto momento Rafael me tomo de la mano y me empujó a un lado.
En medio de los dos cayó una gran caja fuerte que quebró el piso.

Mire esa caja…si Rafael no se hubiera movido le hubiera caído en la cabeza y yo hubiera visto de cerca toda la escena.

-De dónde salió esto…- pregunte aún tratando de procesar Rafael apuntó había arriba y había personas asomándose desde una ventana de un edificio.

- Lo sentimos mucho!

- Qué descuidados son aquí, disculpa mi dama, ver este lado de la ciudad, me da vergüenza.

-Ah fue sólo un accidente. – sonreí tratando de no darle importancia pero recordé algo…

-Candy! – la voz de Caramel fue clara y fuerte.

-Oh lo siento Bayas, estaba distraída.- el tono tonto que Candy siempre usaba.

Saber que en verdad quería golpearme con ese jarrón me daba escalofríos, así lo mismo ahora, qué pasa si en verdad no hubiera sido una accidente?
Esa dimensión me a hecho empezar a dudar de todos.

-Es mejor que nos apresuremos, nunca se sabe que piensa esta gente.

Continuamos caminando pero de un momento a otro Rafael se acercó mucho a mi y me acorralo contra una pared, en eso pasó un auto a toda velocidad que pronto empezó a dar vueltas para finalmente arder en el fuego, si no hubiera sido por Rafael nos hubiera golpeado.
Pero empezaba a sospechar…como sabe lo que va a ocurrir?, y si ya está acostumbrado por qué no siempre lo esquiva?

-Parece que tu suerte hoy no es tan mala…

- Eso parece, me alegro.

En el camino nos topamos con más cosas, con pianos que caen del cielo, con casas, autos y otro montón objetos pesados, cuando al fin llegamos sentía que ya había visto mi vida pasar por mis ojos más de siete veces.

-Llegamos!, disculpa si vinimos caminando es que ayer no fui al bar a trabajar por lo que no tenía dinero, pero te prometo que saliendo de aquí  y recibiendo la paga de hoy te llevare a comer algo.

-Así está bien, no me molesta. – le sonreí y vi el teatro…

A comparación del anterior no se veía tan mal, de hecho se veía bastante limpio y no tan viejo.

-No porque este en la ciudad baja significa que deba de estar feo, cada día trato de limpiarlo desde arriba hasta abajo.

-Has hecho un gran trabajo.

-Graci- antes de que pudiera terminar alguien paso por su lado y lo empujó haciendo que cayera.

-Ah?, Rafael al fin llegas…- una mujer no muy alta y de grandes labios miro a Rafael que seguía en el suelo, luego me miro a mi. – Pensabas en robarle a una jovencita?!

-No e-espe- de nuevo antes de que Rafael se pudiera explicar la mujer se quitó un guante y le dio una bofetada a Rafael.

-Disculpe pero yo vine a acompañar a Rafael, el me quería mostrar el teatro en el que trabaja. – ayude a Rafael a ponerse de pie, con las heridas de ayer no necesita recibir más golpes. – Eso fue muy mal educado de su parte debería de pedirle una disculpa.

- Puedo hacerlo por mi misma!, lo siento Rafael, se que no serias capaz, pero con tu situación me preocupas!, ten. – la mujer sacó un billete de su bolso y se lo ofreció a Rafael.

- No es necesario, lo entiendo en verdad Rubí.

Al ver que ella lo iba a guardar yo lo tome y lo guarde en mi abrigo.

-Puede irse si tan apresurada esta. – la mujer me hizo una mala cara y luego se fue con la cabeza en alto. – Con esto que podremos comprar?

-Eh…bueno con eso podremos comprar el almuerzo! 

-Entonces eso ya está listo! – le sonreí aunque el estómago lo sentía vacío pero se me revolvía al pensar que tendría que comer.

Rafael me mostró todo el teatro hasta que se encontró con una conocida.

-Oh veo que vienes acompañado. – la mujer en silla de ruedas me volteó a ver, una mujer muy delgada y maquillaje pesado, sus piernas se veían muy delgadas como para ponerse de pie.

-Ah si, ella es Bayas, disculpe si no la presente antes, Bayas ella es la Señorita Ward. – mire a la mujer que no parecía muy joven como para ser llamada señorita pero aún así me acerqué para saludarla.

- Un gusto. – volví a sonreír y de igual manera ella me sonrió.

- Es una joven muy extravagante, siempre te juntas con las más llamativos eh Rafael. – Rafael se apeno un poco mientras que la mujer se rió. – Se buena amiga de este muchacho por favor, en verdad es lo que más necesita.

-Intentare serlo.

En eso pronto se escuchó un grito que hizo a todos temblar.

-RAFAEL!!!

-Parece que me metí de nuevo en problemas con el jefe, señorita Ward hablamos después!, se cuida mucho!

Rafael pronto se dio la vuelta y empezó a correr, lo estuve siguiendo hasta que me noto.

-Bayas espera por mi afuera por favor, si el jefe me ve contigo seguro va a reaccionar igual que Rubí!

-Esta bien!, ven pronto.- me despedí de el mientras el se alejaba por los pasillos, sólo me quedaba darme la vuelta y salir.

Afuera el aire era fuerte como era de esperarse y estaba nublado como si pronto fuera a llover.

-Bayas!

Al escuchar como alguien me llamaba voltee en todas las direcciones y me encontré con Ricardo que venía corriendo hacia mi.

-Bayas al fin te encuentro!

-Ricardo?, qué haces acá?

-Vine a buscarte, ayer cuando estaba saliendo me dijeron que te fuiste con un joven con máscara y supe que ese era el secundario.

Mientras el tomaba aire por estar corriendo me llene de más curiosidad al saber porque se llamaban así.

-Protagonista, secundario, censura de escenas, ustedes de que hablan todo este tiempo?, no lo entiendo. Es esta una extraña costumbre que tienen ustedes los actores?

-Bayas…No lo entenderías, pero tenemos que irnos, ese secundario no es bueno, vamos. – pronto Ricardo me empezó a jalar de la mano no me sentía cómoda con eso, pero al mismo tiempo sospechaba algo de Rafael.

-Podrías responder mi pregunta en el camino sabes, no les entiendo en verdad.

-Eso…- Ricardo se detuvo antes de pasar la calle y sólo me miro a los ojos.

-Ricardo!, cuanto tiempo sin verte! – ambos volteamos y nos encontramos con Rafael. – Amigo mío, que bueno que hoy tengas tiempo para hablar!

-Secundario…- Ricardo lo miro enojado, mientras Rafael se veía alegre no puedo decir lo mismo de Ricardo que parecía casi odiar al otro.

-Eso es un poco cruel de tu parte el llamarme secundario sabes…- Rafael se tocó la máscara y yo que no entendía nada sólo me quedé quieta. – Antes solíamos ser tan buenos amigos o…ya olvidaste mi nombre?

-Para nada, lo recuerdo más que bien, pero sabes, creo que ese nombre me dará mala suerte si lo pronunció, quédate como secundario que eres y deja de seguirme.

Rafael ya no dijo nada y parecía que su ánimo cambio de feliz a triste.

-Bueno en verdad…venía por Bayas para ir a almorzar juntos, a ti ni quien te tome en cuenta ya Ricardo.

-Ouuhhh…- mire a Ricardo que está vez en verdad parecía enfadado. Es como si Rafael le hubiera dado en el clavo. – Jóvenes caballeros debo de decirles que una discusión en la calle se ve muy mal, por qué no mejor vamos a otro lugar para que puedan hablar con más calma?

- No tengo nada que hablar con el! – Ricardo le dio la espalda a Rafael y estaba listo para irse. – Bayas si te quieres quedar tu elijes, pero déjame decirte que quedarte con este bueno para nada te traerá consecuencias.

- Eso suena a amenaza Ricardo…- dijo con tono burlón Rafael, con eso sólo se ganó una mala mirada de Ricardo quien después de eso se fue.

Su actitud me pareció algo infantil y sentía que había algo que el ocultaba pero que no me diría por lo que me quedé con Rafael.

-Vamos a almorzar mi dama? -  Rafael me volvió a ofrecer su brazo y lo tome.

Camino a un restaurante que Rafael conocía no pasó nada malo o bien siempre lo esquivaba, su mala suerte parecía que hoy no estaba tan fuerte.

1487Donde viven las historias. Descúbrelo ahora