Capítulo 28

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- ¿Te acostaste con ella luego de haberla visto con Kamal?
Estamos en casa de Massimo a luego de haber llegado de la gala.
El acaricia mi cabello rítmicamente mientras me mira fijamente.
- Así era nuestra relación Mariana, insana hasta el punto más elevado incluso después de lo que pasó sólo quería demostrarle que era yo quien la poseía, por quién ella perdía la cabeza mi ego se impuso. Ese día fue un desastre en toda la extensión de la palabra.
- Si, al parecer ella ha vuelto por más de todo aquello, de hecho, creo que está un poco desequilibrada y presiento no, estoy segura de que será un problema para mí. Como si ya no tuviera suficiente.
- No te preocupes, se cómo lidiar con ella- me asegura él.
- Si claro y estarías dándole justo lo que desea, llamar tú atención a través de mí. Te recuerdo que me envió un arreglo de flores funerario simplemente para lograr ese objetivo.
Massimo me atrae a su cuerpo y me besa con delicadeza - No estropeemos nuestra noche hablando de ella, prefiero hacer otras cosas.
- Acaricia mi mentón con sus labios.
- Tengo que pedirte algo - dice.
Inclino la cabeza hacia atrás para así nivelar mis ojos con los suyos.
- Que será señor Salvatore.
- Desvía su mirada.
- Quiero que vengas a casa de mi madre conmigo el día de su cumpleaños.
Sus palabras me producen muchas cosas, ninguna de ellas buena.
- Y hablando de estropear la noche... - digo mientras me remuevo para salir de entre sus brazos.
- Mariana- me toma por la barbilla.
- Sé que es difícil para tí después de lo que hizo. Pero necesito que familia conozca de manera formal a mi novia y que mejor ocasión que el cumpleaños de mi madre, dónde estarán todos reunidos.
-¿¡ Qué!? Toda tu familia estará ahí ¿y pretendes asista? No se si lo recuerdas pero las personas de las que hablamos son Supremacistas blancos y ¡Hola!- levanto la mano y me señalo a mi misma - Está chica de aquí es morena soy la viva representación de lo que más odian.
- Mariana se perfectamente la familia que tengo, pero deben hacerse la idea de que tu y yo estamos juntos.
- Y tú eres un hombre lo suficiente inteligente como para darte cuenta de que eso es imposible. La actitud de tu madre hacia mi, es un ejemplo fehaciente de ello.
- Ella está de acuerdo con esto - dice con cautela.
Me suelto de su agarre y me bajo de la cama.
- ¿Ella está de acuerdo con que yo baya a su casa? -me llevo las manos a la cintura y niego con la cabeza con incredulidad.
- La mujer que la primera vez que me vió, no soportaba estar en la misma habitación que yo y lo sabes, porque me miró con total repulsión. ¿Quiere que vaya a su casa? Y se puede saber a qué se debe tan increíble cambio?
- pregunto con exasperación.
Massimo se pone de pie y camina hacia mi. Su delicioso torso desnudo haciéndome babear
« ¡ojos arriba Mariana! »
- Aparto la mirada antes de perder el hilo de la conversación.
- Se ha dado cuenta de que sin importar lo que ella piense voy a estar contigo. Así que de nada le vale oponerse, hemos conversado mucho últimamente.
- O sea que es más por resignación que por otra cosa.- digo
« Aunque no creo que Elisabetta Salvatore sea de las personas que se rinden, más bien todo lo contrario »

Massimo me pega a su cuerpo.
- Podemos empezar con eso, tiempo al tiempo - besa mi frente.
- Necesito pensarlo Massimo - deslizo mis brazos alrededor de su cuello.
- Entenderás mi recelo al respecto. Lo que me hizo tu madre... Aún lo estoy procesando en mi mente.
- Claro, aún quedan casi dos semanas, espero que aceptes.
- Ya veremos - digo.
Sus próximas palabras son interrumpidas por el sonido de su móvil.
-Ese teléfono tuyo no para. - murmuro con una sonrisa y el seño fruncido.
- Lo siento- susurra con el rostro apenado mientras me suelta para luego darse la vuelta y coger el móvil.
Cuando mira la pantalla su rostro adopta un gesto de contrariedad. Es casi imperceptible ya que el rápidamente lo disfraza y me mira con una sonrisa.
- Tengo que coger esta, es importante- gira y sale de la habitación dejándome un poco molesta. Presiento que esa llamada es de alguna de las integrantes del trío infernal. Su madre, Giovanna o Beatrice. Puede que me equivoque, pero no creo que sea así.
Me acomodo una vez más en la cama y cojo mi celular para revisar mi Instagram. No es lo que quiero hacer ahora mismo, pero necesito desviar mis pensamientos, ocupar mi mente con otra cosa. Veo el icono de WhatsApp en la parte superior indicándome que tengo un mensaje. Cuando lo abro me percato que se trata de Judit.

 Bajo Fuego ® (Primer libro de la trilogía Collision)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora