Bajo Fuego ® (Primer libro de la trilogía Collision)

Capítulo 30

Agotada física y emocionalmente, es justo como me siento ahora mismo. Llevo una semana de trabajo intensa en el restaurante y cuando llego a casa que intento descansar mi mente no me lo permite.

Tengo tantas cosas en la cabeza, empezando por esa nota y el pequeño trozo de fotografía ¿Qué significa esto ahora? ¿quién lo envía y por qué? ¿qué veré cuando finalmente la foto esté completa? Con la única que he hablado del tema es con María con quién almorcé ayer. Ya instalamos las cámaras en el restaurante y hasta ahora no hemos visto nada fuera de lo normal. Otra de las cosas que me tiene de los nervios es que acepté ir al cumpleaños de la madre de Massimo, decidí hacerlo porque cuando empezamos una relación lo hacemos con una persona y sus circunstancias y dichas circunstancias tienen que ver en muchas ocasiones con su familia. Si quiero estar con él no puedo seguir huyendo de la realidad de que Elisabetta es su madre. Esa señora no me agrada y yo a ella menos, pero es lo que hay.

- Llevo diez minutos parada en tu puerta incluso te he hablado y tú ni te has inmutado - Judit se acerca a mi cama y se sienta a mi lado.

- ¿Qué te pasa Mariana? Estoy muy preocupada por tí llevas unos días entre agitada y perdida en tus pensamientos.

Me observa con el ceño fruncido.

- Agobiada- Contesto.

-Pensamientos de todo tipo están invadiendo mi estabilidad emocional Judit han pasado cosas, están pasando cosas que me tienen preocupada. - Acaricia mi brazo de manera reconfortante.

-¿Qué cosas? ¿Tiene que ver con Massimo?

- Todos mis problemas son a partir de mí relación con Massimo. - Respondo con amargura.

- Alguien está saboteando el trabajo del restaurante y de paso me espía ¿Para quién trabaja? No tengo ni idea, el otro día me enviaron una nota y un recorte de fotografía , acepté ir a casa de la madre de Massimo por el cumpleaños de la víbora consciente de que ese fin de semana será una odisea para mí...

- Espera un momento- Me corta mi amiga.

-¿Cómo que te están saboteando en el restaurante?

- Justo eso, han sido cosas pequeñas como quemar el postre, cambiar el ingrediente estrella de alguna receta. Menos mal que estoy probando cada cosa constantemente, pero aún así, esta semana dos clientes nos regresaron dos platos alegando que estaban subidos de sal.- Muevo la cabeza de un lado con frustración.

-Hemos podido solucionarlo, pero estoy aterrada de que vayan a hacer algo más grave y el prestigio que tanto trabajo nos ha costado, quede por los suelos. Sabes lo que le puede costar a un restaurante una mala opinión, se extendería como la pólvora y todo se iría a la mierda.

- Mariana pero tienes que hacer algo, hablar con la policía no sé...

- ¿Y decirles qué? Que sospecho que la familia de mi novio está saboteando mi trabajo para joderme. No tengo pruebas Judit, además te recuerdo que esa misma policía casi me inculpa por intento de homicidio a Elisabetta, sin siquiera darme el beneficio de la duda. Me trataron como a un perro porque le ordenaron que lo hicieran.

- Habla con Massimo. El poder se contrarresta con más poder. Para aquel entonces mientras que nosotros andábamos buscando como sacarte de ahí, él lo solucionó con una simple llamada Mariana.

- No deseo hacer eso tampoco, enfrentarlo con su familia. Aún me siento culpable de que discutiera con su padre por mi causa y luego este muriera.

-¿Entonces qué Mariana? ¿te quedarás con los brazos cruzados viendo cómo destruyen y acaban con todo por lo que tanto has trabajado?

- Claro que no Judit, hemos puesto cámaras en todo el restaurante. El equipo de seguridad está monitoreando minuto a minuto todo lo que sucede, quien quiera que sea la rata, caerá de un momento a otro. Solo queda esperar, Silvano y María ya saben lo que está pasando, me dijeron que tenemos que ser inteligentes en cuanto a esto. No podemos lanzar acusaciones a la ligera sin tener pruebas.