Capítulo 3

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-¿Estas segura de que me veo bien?

Es la cuarta vez desde que comenzamos a arreglarnos para la cena que le hago la misma pregunta a mi amiga. He optado para la ocasión por un sexy mono blanco, el cual resalta mi silueta. Tiene un corpiño halter sin mangas, un escote en V pronunciado con cremallera y un cinturón ancho. Los pantalones acampanados crean una silueta larga. Decidí combinarlo con unas sandalias de tacón plateadas.

- Estas súper chic de la cabeza a los pies. - Contesta Judit.

- Déjate el pelo suelto. -Sugiere.

- ¿Estas segura? No me dio tiempo alisarlo.

Mi pelo es un mar de rebeldes rizos que me llega hasta la cintura. Normalmente me lo estiro con la plancha. Es más cómodo sobre todo para trabajar en la cocina.
Soy morena o como se dice en mi tierra natal multa. Hija de madre blanca y padre negro y el resultado de una mezcla de razas de la que me siento muy orgullosa.

- No sé porque te empeñas en alisarlo, lo tienes precioso.

- Gracias. ¡Tu si que estás preciosa!

Judit es una mujer hermosa. Rubia ,con ojos azules, alta, con un cuerpo de infarto. Atrae a los hombres como polillas a la luz. Parece una modelo. Esta noche va ataviada con un vestido parisino, elegante, de malla color rosa, hombros descubiertos. Sin mangas, cuello en V profundo volantes y espalda descubierta.

- ¿A qué sí ? A ver si esta noche pillamos algún italiano guapo para darle una alegría al cuerpo.

- Habla por ti, porque lo que soy yo no estoy interesada ni tengo tiempo ahora mismo para conocer a nadie.

- Eso llevas diciéndome los últimos siete años. Tienes que relajarte un poco.
No estoy hablando de comenzar una relación seria con alguien, pero te vendría bien echar un buen polvo.

- No empecemos Rubia, que te conozco y al final terminas liándome.

De camino a casa de Silvano voy deleitándome con la belleza de cada lugar que pasamos. No puedo creer que estoy en la ciudad eterna llena de historia y magia sin fín. Me siento extasiada. Ninguna otra en el mundo tiene tanta historia como Roma. Me apetecía capturar cada imagen que veía con mi cámara nueva. Lástima que no la traía conmigo, la fotografía es unos de mis pasatiempos. Tengo fotos de cada sitio en el que he estado.

-Tenemos que hacer un tour por los alrededores.
-Le comento a Judit.

- Hay tantos lugares que quiero visitar.

- Es cierto, podemos hacerlo mañana. ¿Que te parece? Puedo sentir el entusiasmo en su voz.

-Perfecto. - Contesto.

- Muy bien, ya tenemos plan para nuestro segundo día.

El auto se detiene en el mismo corazón de la ciudad. Frente a la imponente mansión de Silvano y María. Ya tuve la oportunidad de estar aquí. María me mostró todo el lugar y es realmente alucinante. La extraordinaria residencia señorial está situada en el mismo corazón de Roma; con jardín propio, sala wellness, gimnasio y cocina gourmet de ensueño; terrazas, una de ellas en el tejado, y unas vistas que te harán sufrir el síndrome de Stendhal. Desde la terraza en el techo puedes ver el skyline de Roma con la imponente plaza Venecia como protagonista de tal relieve; una mansión de diez habitaciones y quince baños. Con salones magníficos de grandes ventanales. Una decoración contemporánea y una escalera de cine. Ya había leído de ella en las revistas y otros artículos pero definitivamente no es lo mismo leerlo que verlo.

- ¡Menudo casoplón!
-Exclama mi amiga.
-- ¿Asombrosa cierto? Espera a verla por dentro.

-¡Queridas! - María sale a nuestro encuentro enfundada en un elegante vestido maxi de satén con mangas largas.

 Bajo Fuego ® (Primer libro de la trilogía Collision)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora