Compartí algunas palabras más con ellos y luego me marché a la cocina. Mi mente no dejaba de hacer conjeturas, acerca de lo que acababa de ver. En mi interior sentía que era como una confirmación de las palabras que el chico de la fiesta le había dicho a Judit.
Poderoso y peligroso... me hacía un montón de preguntas para las cuales por su puesto no tenía respuesta.Le dije a Angelo que se encargara del cierre porque necesitaba revisar unos papeles en mi oficina antes de marcharme a casa. No era una mentira en su totalidad en realidad sí tenía que revisar unos pedidos entre otras cosas, pero sabía que eso ahora mismo tendría que esperar.
Al entrar a mi despacho tengo una especie de Deja vu.
Massimo está sentado en mi sillón una vez más como si todo a su alrededor le perteneciera.- Hola - le digo.
Él permanece en completo silencio. Mientras yo me quedo en medio de la estancia absorta ante su magnetismo animal. No obtengo más que la intensa mirada de sus inescrutables y preciosos ojos
desde el otro lado de la habitación. Se le ve imponente. Me observa como si quisiera desentrañar, rascar a fondo cada uno de mis pensamientos. ¡Madre mía que bueno está! ese es un hecho que por mi propio bien quisiera ignorar, pero no soy ciega.-Hablamos o sólo estas aquí para mirarme -Le digo tratando de controlar mi voz para que no se note lo nerviosa que me pone.
-Sonríe maliciosamente mientras se pone de pié con la gracia que le caracteriza. Rodea el buró y en tan sólo unos pasos le tengo casi pegado a mi cuerpo.
Su atención puesta en mí, sin vacilar un solo segundo. Eso me encanta y me pone de los nervios en la misma medida.-Tengo aferrados a mi memoria tus gemidos Mariana.
Sus palabras caen sobre mi cómo una avalancha.
-Quiero que nos sigamos viendo, no puedo ni quiero prometerte nada ya te he dicho que mi vida es complicada. -Acaricia mi mejilla con sus elegantes dedos y mi estómago Se sacude violentamente ante ese gesto.- Me atraes, y sé que yo también a ti, no me gustan los juegos, me encanta el sexo. Soy un hombre muy sexual y quiero hacerlo contigo.
Estoy inmovilizada completamente, presa de la incertidumbre y el deseo, tengo sentimientos
encontrados. Mi lado razonable me insta a que lo mande a la mierda y que si quiere sexo que tire de su lista de contactos que al parecer es bastante extensa. Pero mi lado
temerario me ruega que diga que sí y que acepte lo que quiere darme. Estoy de cabeza ahora mismo.
Acabo de tener un primer plano de él en el salón que me dió miedo. Pero aún así no puedo evitar que nada más verlo mi mente sufra un cortocircuito. Por otro lado no soy una mujer fácil, tengo mucho respeto por mi misma y ha pesar de que me encante no soy como las mujeres que está acostumbrado a tratar.«¿Se puede estar más confundida en la vida?»
- Ah... ya entiendo -Digo -Quieres incluirme en tu lista enumerada de mujeres a las que te follas.
- Frunce el ceño con profundidad.
-¿Entonces eso fue lo que pasó anoche Mariana? Viste la llamada que entró a mi teléfono -Afirma.
- Si Massimo, la vi. Iba a darme una ducha contigo y tu móvil comenzó a sonar. Pasado unos segundos paró pero luego volvió, creí que podría ser importante y decidí llevártelo al baño. Cuando miré la pantalla me encontré con la imagen de una mujer desnuda. Pero eso no fue lo mas interesante, lo que verdaderamente me impactó, fue lo que decía debajo.
Massimo se mantiene exactamente igual, imperturbable, no vacila. Ni siquiera, tiene la decencia de parecer avergonzado.
- Cómo he dicho antes, soy un hombre muy sexual. No pienso justificarme por eso.
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Bajo Fuego ® (Primer libro de la trilogía Collision)
Romance🌸 Mariana, Chef ejecutiva. Una mujer que ha luchado con uñas y dientes por llegar a donde está. Exótica, hermosa, valiente y decidida. Siente su mundo tambalearse cuándo el primer día que llega a la ciudad de Roma, para continuar cumpliendo sus sue...