Capítulo 21

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-¿Estás bien? - Judit se sienta a mi lado en el sofá de nuestro salón y desliza un brazo por mis hombros.

- Sí, solo un poco cansada el restaurante ha estado repleto en estos días y hoy no ha sido la exención.

- Pero eso es bueno.

-Excelente - Contesto.

-Y aún así no te veo sonreír Mariana ¿ sigues sin tener noticias de él?

- Ya me da igual, puede irse a la misma mierda.

- No te da igual, de lo contrario no estarías así.

Tiene razón. No estoy bien, me siento dolida y enfadada. No he sabido nada de Massimo desde el día que me marché de su casa. Nunca respondió a mi mensaje, le envié otro más tarde y fue más de lo mismo. Estuve tentada a llamarlo pero me arrepentí. Su falta de respuesta dejaba ver claramente que no quería hablar conmigo. Y el equipo de seguridad que dispuso para mí tampoco soltaba prenda. Por eso los despedí. Si su jefe había cortado conmigo ¿que sentido tenía que siguieran cuidándome?

-Tienes toda razón, es el enojo hablando por mi.

- ¿Qué ocurrió exactamente ese día Mariana? Solo me diste un pequeño resumen de la historia. Has estado cabizbaja todos estos días, lo que demuestra que estás más enganchada de Massimo de lo que yo creía.

Sus palabras son suaves y llenas de afecto, pero también denotan preocupación.

- Me encanta. Eso ya te lo he dicho antes. No muero de amor por el sí es lo que te preocupa. Eso sería completamente inverosímil, pero bien es cierto que cuando estamos juntos es maravilloso, hacía ya bastante tiempo que alguien no me gustaba tanto. No desde Lester. Incluso creo que lo supera por mucho.

Judit se acomoda en el extremo del sofá y me pide que haga lo mismo en el otro lado, para estar más cómodas y poder hablar de frente.

-Esa es otra historia que nunca me has contado con profundidad. -Me encojo de hombros.

-No hay mucho que decir. Fue mi primer novio, le di mucho de mi por no decir casi todo y me engañó. Era muy joven la verdad. Con dieciocho años veía la vida de manera distinta a como la veo ahora.

- ¿Te engañó? Yo creía que habíais terminado por muto acuerdo.

-Eso fue lo que le hice creer a todos. En especial a mi madre que lo adoraba. Pero la verdad es que me engañó pero bien.

- ¿Qué ocurrió?

- El era mayor que yo. Tenía veintitrés años y ya trabajaba. Estaba recién graduado de la Universidad que fue dónde nos conocimos y la empresa que lo contrató tenía sucursales por todas las provincias del país. Así que viajaba mucho.

- No sé por qué presiento lo que hizo el muy cabrón.- Dice Judit.

- ¿A que sí? Lástima que yo no fui tan perspicaz en aquel entonces.

- Sonrío con ironía.

- Para no hacer la historia más larga te diré que un día que el estaba en uno de sus viajes. Mi amiga Karina me convenció para ir a dar una vuelta por la Habana. Paseamos por aquí y por allá y cuando pasamos por Don Cangrejo un centro recreativo muy popular en la ciudad, decidimos entrar ¿Y Adivina a quien fue la primera persona que mis ojos divisaron?

- ¡Hijo de puta! - Judit niega con la cabeza.

-Pues sí, y no estaba solo. Tenía una rubia agarrada por la cintura. Las rubias me persiguen empezando por tí.- Sonrío mientras la señalo.

 Bajo Fuego ® (Primer libro de la trilogía Collision)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora