Capítulo 8

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-Ven conmigo Mariana salgamos de aquí, te juro que no te vas a arrepentir.
-Sabes que eso no es verdad - contesto.

-Esto es una locura Massimo, ni siquiera deberías estar aquí. Tienes a tu novia ahí fuera y yo tampoco sé en que estaba pasando al permitir esto.

-Ya te dije que no es mi novia, la relación entre Giovanna y yo... es complicada, mi vida es complicada, te lo comenté cuando nos conocimos.

- Pasa un dedo suavemente por mi mejilla.

- Precisamente por eso debemos mantenernos alejados. - le digo.

Pone sus manos a cada lado de mi rostro y une nuestras frentes.

-¿En serio quieres privarte de esto? - Atrapa mi labio inferior entre sus dientes luego lo chupa con una sensualidad aplastante que me hace estremecer. Cierro los ojos y toma todo de mi no pedirle que haga lo que quiera conmigo ahora mismo.
Como me gustaría olvidarme de todo de verdad. Liberarme y agarrarme a la fantasía de que entre nosotros pudiera haber algo, pero existen diferencias abismales entre los dos. Es tan maravilloso sentir esto, la atracción, la magia, pero a donde me llevaría ¿a enamorarme de un hombre que nunca podría ser mío? Aunque por otro lado podría olvidarme de todo, tenerlo aunque sea una vez, un polvo y luego cada uno a lo suyo.

Este hombre me gusta y a pesar del poco tiempo que hace que le conozco, me hace sentir cosas que nunca había sentido con nadie - Abro los ojos y me encuentro con su mirada encendida.
-Una noche -Digo
-Es todo lo que podemos permitirnos Massimo, como has dicho antes, tu vida es complicada y se que al final lo que buscas es eso, sexo, así que por qué no, luego cada uno sigue su camino.

- Me observa con una profunda mirada.

- Eres la primera mujer que me pide tener solo una noche conmigo -comenta con seriedad.

- Generalmente quieren más... buscan mucho más.

- No soy cualquier mujer, Massimo, tengo los pies bien puestos sobre la tierra y se a ciencia cierta cuál es la realidad, no creo en fantasías y mucho menos me hago pajas mentales sobre cosas inalcanzables.

-¿Crees que soy inalcanzable, Mariana?-Me pregunta frunciendo el ceño.

-Para mi sí, me valoro lo suficiente para notarlo, he visto cómo te miran las mujeres, eres guapísimo y lo sabes, además de rico, sé que soy guapa, no voy pecar de falsa modestia. Pero tú mundo y el mío no tienen nada que ver y eso te convierte en inalcanzable para mí.

Massimo me escucha pero al mismo tiempo trata de descifrarme.

- Me he dado cuenta de que las personas inalcanzables aumentan su valor
-Continúo y le sostengo la mirada.

-El ideal de amor platónico como amor no correspondido, al igual que un producto, se convierte en lujoso porque no podemos acceder a él, las personas inalcanzables se revalorizan hasta límites insospechados.
Por esta razón, ¿qué hay más exclusivo que una persona comprometida que nunca abandonaría su relación? ¿Y más apetecible que una persona a la que todos quieren cómo por ejemplo tú ? nos atraemos y hasta ahí está bien, no pienso ni quiero otra cosa -Asiente despacio.

- Vaya... veo que lo tienes bastante claro, no eres sólo una cara bonita y un cuerpo de escándalo además te sobra materia gris, solo... que tengo un inconveniente hermosa.

-Estira una mano y acaricia mi mejilla con delicadeza.

- No creo que una noche contigo sea suficiente para mí.

-Pues tendrá que bastar, Massimo, es eso o nada -Le miro alzando una ceja. Su sonrisa se vuelve malévola se pega a mi cuerpo y me pasa la nariz por el cuello.

 Bajo Fuego ® (Primer libro de la trilogía Collision)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora