Capítulo 18

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Massimo me lleva en sus brazos directamente al baño de la habitación en donde dormiremos. Mientras nos duchamos no paramos de de besarnos y acariciarnos como si hubiésemos abierto una puerta a la pasión que no queremos cerrar por nada en el mundo.

-Eres puro fuego hermosa, me enciendes con solo respirar.

-A mi me pasa lo mismo contigo - respondo entre besos.

-¿Ah sí? ¿y que más te pasa conmigo Mariana?

Toma mi rostro entre sus manos y y mira a los ojos fijamente. Su mirada me pone nerviosa y exponer lo que me hace sentir mucho más.

-Ya te lo he dicho antes, me gustas mucho.

Este hombre más que gustarme me vuelve loca. Me hace sentir cosas que jamás he experimentado los nervios cuando le veo, el cosquilleo en la piel, mariposas en el estómago, pero no puedo exponerme así ante el.

-Tu también me gustas mucho Mariana.

Abre la boca para decir algo más pero se detiene. Estira la mano y apaga la ducha.

- Salgamos de aquí tenemos una conversación que terminar.

Luego de secarnos nos ponemos ropa cómoda de andar por casa, coloco mi bolso de viaje en una silla junto al vestidor y comienzo a sacar mis cosas para acomodarlas. Massimo me abraza desde atrás y deposita un beso en mi cabeza.

- Quiero que te sientas como un tu casa ponte cómoda. Voy a buscar una botella de vino así nos sentiremos mejor y hablaremos detenidamente.

Después de acomodar mis pertenencias me subo a la cama con mi móvil y le envío un mensaje a Judit diciéndole que estoy bien como le prometí.
Massimo aparece por la puerta con una botella de lo que me parece un Salvatore
y dos copas. Su torso desnudo me distrae. Está buenísimo, lleva unos pantalones de seda azules que le quedan debajo de la cintura. Me está poniendo muy mal, y pensar que tuve todo eso hace solo media hora atrás y que lo tendré todo un fin de semana completo.

«¡Hurra por mí!»

-Quita esa mirada de tu rostro o no hablaremos nunca Mariana.

-¿Que mirada? Solo te observo.
Coloca la botella y las copas con cuidado en la mesita de noche se sube a la cama arrastrándome a su regazo.

-Tienes esa mirada de fóllame. Ya te he dicho que tus emociones son transparentes para mí.

-Acaricia mis labios con el un pulgar.

- Se que quieres más preciosa y yo estoy más que dispuesto a dártelo pero tenemos que hablar.

Extiende la mano y toma la botella de vino y las copas me entrega una y me sirve luego a él cuando coloca la botella en la mesita esa misma mano la desliza por mi cintura.

-Dijiste que tenías preguntas. Comencemos por la primera. - Le da un largo trago a su vino sin quitarme los ojos de encima.

«Muy bien Mariana, allá vamos»

-Giovanna, ella es mí primera pregunta, ¿Qué tipo de relación tienes con ella?

-Se pasa la lengua por el labio inferior y me da la impresión de que está reflexionando sobre lo que me dirá o cómo lo dirá.

-Como te he dicho antes, es complicado. Nos conocemos de toda la vida, estuvimos prometidos yo hice cosas que le hicieron daño y ella respondió de vuelta. El caso es que terminamos, pero tenemos un vínculo muy fuerte. Ha estado en los momentos más difíciles de mi vida y no puedo echarle de ella.

 Bajo Fuego ® (Primer libro de la trilogía Collision)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora