Never felt like this. (Español)

Capítulo Doce - De verdad.

Jennifer llegó media hora después de la hora establecida por el colegio, empapada a causa de la lluvia. Me notó sin ánimos al decirle que le avise a su hermano que había llegado, pero no dijo nada al respecto. Yo sabía que lo había notado por la forma en que me miró cuando se lo dije. Me conocía demasiado, tanto que aun no entendía cómo no había descubierto cada uno de mis sentimientos.  Le pregunté si podíamos vernos esa tarde, pero me dijo que tenía que hacer algo relacionado con su "secreto" y me dijo, además, que todos los lunes, miércoles y viernes de cada semana también lo haría. Extrañaba pasar las tardes con ella, pero la notaba diferente, más contenta y animada, y eso me hacía feliz, aunque no pudiera verla tanto como antes. 
"Ojalá pudiera contarle todo lo que me pasa."
Antes de irnos del colegio, Harry se me apareció de repente. Jennie se había ido ya, diciendo que estaba apurada.
- Al. - me llamó. - ¿vas a venir hoy?
Un sentimiento amargo me inundaba el corazón. ¿Por qué me dolía tanto verlo ahora? Lo único que había hecho era salir corriendo a clase... después de impedirme saber su número de celular. 
- No, Haz. Tu hermana no va a estar hoy tampoco. - le dije naturalmente, caminábamos juntos en la misma dirección. Deseé que se alejara y así cesara el malestar en mi estómago.
- Ya lo sé.
Lo miré extrañada, ¿qué quería decir?, ¿quería verme a solas?, ¿quería repetir lo del lunes? Mi cabeza daba vueltas. Fingí una risita.
- ¿Entonces?
- Quiero mostrarte algo, igual que el otro día.
El corazón me golpeaba por dentro. Ansiaba tanto otro momento a solas con él. Si bien sabía que no llegaría a nada, no podía contener mis sentimientos. Trataba, intentaba detenerlos, pero no podía. Y la culpa me asaltaba de la misma manera.
- ¿Y por qué no podés mostrármelo cuando esta Jenn? - pregunté, por curiosidad.
- Porque solo quiero que lo sepas vos.
No pude articular una respuesta. Me pregunté qué significaría yo para él. 
- Entonces... - prosiguió, llamando mi atención. - ¿vas a venir hoy?
Le mostré la mejor de mis sonrisas. Y él me respondió de la misma manera. Dios, esos ojos, ¡que hermosos que eran!, y esa sonrisa, con esos hoyuelos...
- Sí, H. - contesté finalmente a su pregunta, dándome por vencida, tratándo de olvidarme de lo que había ocurrido antes. 
- ¡Gracias, Al! - me dijo, y depositó un beso en mi mejilla, antes de trotar en dirección a su hogar. - ¡sos la mejor!
Lo miré alejarse y me di cuenta de que ya no intentaría refrenar lo que me pasaba. Tal vez Harry me veía como una hermana, pero yo no podía evitar el querer estar cerca de él. Tal vez sufriría, pero ya no me reprimiría lo que estaba sintiendo: sabía que era de verdad. Harry Styles, el hermano de mi mejor amiga, me provocaba sentimientos que cuanto más reprimía, más me hacían sufrir. Así que desde ese momento decidí que, nada más dentro mío, me dejaría volver loca por él con libertad.