Capítulo Nueve - Un placer.

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Nos quedamos en su cuarto, hablando. Los dos estábamos sentados en su cama, él apoyado contra la pared y yo sentada, con las piernas cruzadas, en uno de los bordes.
Me contó cómo se le ocurrió esa melodía y como con el paso del tiempo pudo ir armándola, me contó que no sabía cómo hacer la letra porque le era muy difícil decidir el tema en el que basarse, me contó que sabía que Jennie cantaba también pero que no conocía su voz. Le conté que yo sí la conocía y se mostró celoso por eso. Sabía que yo era la única que había escuchado a su hermana cantar, y aunque me dijera que estaba celoso, yo sabía que estaba contento de que alguien conozca el potencial que ella tenía. Me gustaba ver esa parte protectora de él hacia mi mejor amiga, me parecía una de las facetas más tiernas que me mostraba de sí mismo. También me contó cómo se interesó por la música y cómo siempre se encerraba a escuchar canciones y pensar en ser exitoso.
Él hablaba y yo lo escuchaba, y disfrutaba el verlo.
Me pasaban tantas cosas, me provocaba tantos sentimientos, que no pude contenerlos más, y dejé que ellos me llevaran.
Amaba mirarlo mientras me hablaba y me mostraba con gestos cuán apasionado estaba por lo que me contaba. Sus ojos brillaban y su sonrisa era peculiarmente hermosa.
- H. - lo llamé en un momento, casi una hora después de haber llegado. - Tendría que volver a casa.
- ¿Ya? - preguntó, pareciendo decepcionado.
- Sí, tengo que hacer deberes, y eso...
Asintió con seriedad.
- Está bien.
Me acompañó a la puerta, y se paró delante de ella antes de abrir.  Sus ojos me miraron con intensidad. "Por favor, no me mires así que se me para el corazón." le dije dentro mío.
- Gracias por quedarte, Al. - me dijo murmurando, como si pudiera hacer que fuera algo incluso más íntimo de lo que ya era. - Y gracias por escucharme.
- Fue un placer. - le dije. - Gracias por confiar en mí. 
Me miró unos segundos más de la misma manera que había hecho antes, yo no sabía que decir o que hacer.
- ¿Querés que te acompañe? - inquirió, dejando de sonreír. - No hay nadie en la calle a esta hora.
- No te molestes, tranquilo. - le dije. De verdad no quería molestarlo. - Son unas pocas cuadras, no me va a pasar nada.
Asintió, aunque sin parecer convencido, y abrió la puerta, dejándome pasar.
- Nos vemos, H. - le dije cuando me dispuse a avanzar hacia la calle.
Sentí su mano rozar la parte posterior de mi cuello, y detenerse ahí. Sentí el roce de sus labios en mi frente, y el beso suave que depositaba en ese lugar. Sentí como mi mano le rozaba la espalda guíada por un impulso. Sentí como lo hizo instintivamente, tal vez sin pensar, al ver la expresión confundida de su rostro. Sentí una explosión dentro de mí.
Le dediqué una sonrisa, que provocó en él una sonrisa de alivio y así alejo su mano y su rostro de mí y me dijo con un hilo de voz:
- Nos vemos, Al. Cuidate.

***
Holaa, espero que les esté gustando! ¿Qué piensan?
La foto del costado es (con mucha imaginación) el beso del final!

Gracias por leer, un beso enormeeeee♥

Never felt like this. (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora