Capítulo Veinticuatro - Baile.

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Nos acomodamos en el sillón para estar cerca uno del otro. La oscuridad me aterraba y lo único que me tranquilizaba era saber que él estaba ahí, al lado mío. Teníamos nuestras espaldas recostadas sobre el sillón, y las piernas sobre la pequeña mesita que había delante nuestro. Su brazo izquierdo rodeaba mis hombros, haciéndome sentir protegida. 
Hablamos mucho, de muchas cosas. Reímos mucho, hasta llenar la sala con nuestras carcajadas. Luego de un buen rato, de un momento a otro, se paró, tomándome de la muñeca para imitarlo. 
- ¿Qué pasa, H? - le pregunté riendo. 
- Vení. 
Su mano, que seguía encerrando mi muñeca, me guió hasta el centro de la sala, donde se detuvo. Ya acostumbrada a la oscuridad, pude ver como se daba vuelta para quedar frente a mí. Su brazo izquierdo tomó mi cintura, mientras que el derecho buscó mi mano, y entrelazó nuestros dedos. 
Mi respiración se volvió pesada, y una corriente eléctrica me recorrió la columna. Entonces, empezó a moverse. Primero suavemente, a la izquierda, después de la misma manera a la derecha. Subió nuestras manos unidas hasta que estuvieron a la altura de nuestros hombros. 
- H, estamos bailando. - le dije en un susurro, con una amplia sonrisa. 
- Sí. - soltó mi cintura para hacerme girar dos veces, y volver su brazo al lugar en el que estaba. 
- ¿Por qué estamos bailando? - le pregunté, siguiéndole el ritmo. 
- Bueno... - con un movimiento rápido, se colocó detrás de mí, sin soltar mi mano, pero agarrando mi cintura desde atrás. Continuó moviéndose. - Quería bailar. 
Ahogué una risita y seguí sus movimientos. Volvió a ponerse de la manera inicial, y dimos toda una vuelta con pequeños pasos.
- Pero no tenemos música. - dije en un momento. 
- No veo que sea un problema. 
Entonces, su mano se despegó de la mía, su brazo se entornó con más fuerza alrededor de mi cintura y, debido a su fuerza, mi torso se inclino de espaldas hacia abajo, quedando de manera horizontal. 
Solté una risita al quedar suspendida, para que luego Harry me ayudara a subir. 
Nos quedamos quietos, a centímetros de distancia, mirándonos a pesar de la oscuridad. 
- Ya es tarde, Al. - susurró. - Tendríamos que dormir. 
Asentí con la cabeza, y me dirigí al baño, todavía con la sensación de sus brazos rodeando mi cintura. Antes de que pudiera entrar, escuché su voz diciendo: 
- Voy a poner una alarma, para irme a mi casa antes de que lleguen tus papás, ¿sí?
- Si...
Entré al baño, completamente a oscuras, repasando en mi mente todo lo que había sucedido. No sé cuanto tiempo estuve dentro, pero rememoré todo lo que había ocurrido esa noche, desde la llegada de Harry hasta nuestro extraño pero precioso baile en la oscuridad. "Me lo estás haciendo difícil, Harry." Estaba a punto de salir cuando las luces volvieron a encenderse. Miré mi reloj, emocionada. Eran las dos de la mañana... habíamos estado cuatro horas juntos. Nunca habíamos estado tanto tiempo solos. 
Me arreglé un poco mirando mi reflejo y salí del baño, buscándolo con la mirada, hasta que llegué a la sala y lo vi. Estaba recostado sobre el sillón, durmiendo plácidamente. No parecía haberse dado cuenta de que cada luz en la casa se había encendido. Me dediqué a apagarlas antes de volver junto a él y sentarme a su lado. 
Acaricié suavemente sus rizos, tratando de no despertarlo. 
"De verdad me lo estás haciendo difícil."

***
Hola, ¿cómo están? Quiero contarles que esta foto de Harry me hace derretir el corazón, ¡es tan lindo!
Espero que les esté gustando, gracias por estar, leer, votar, comentar, todo!
¿De dónde son? Yo (como deben saber por la forma que escribo) soy de Argentina, Buenos Aires! Cuentenme de ustedes! 
Un beso enorme y mil gracias♥

Never felt like this. (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora