La tarde de ese lunes, después de la noche de tormenta del sábado, llegó a mí con la rutina mientras yo me aseguraba que nada iba a cambiar entre nosotros por lo que había pasado esa noche. Tenía que asegurarme que nada pasaría porque si pensaba que en realidad sería diferente, tal vez la decepción sería algo mucho peor que soportar. Y prefería ver viniendo lo peor, a que lo peor me golpee directo en el corazón.
- H.
- Al.
Los saludos de siempre fueron seguido por el beso en la frente de siempre y la mano en la cintura que siempre me guiaba dentro de su habitación. Como autómatas, nos recostamos en su cama y nos contamos cómo fueron nuestros días, para derivar en otras cuestiones.
- ¿Ya sabés en qué anda Jennie? - me preguntó en un momento.
- No, no lo sé. - le conté.- Pero sea lo que sea, le está haciendo bien. Se le nota.
- ¿Ah, sí?
- ¿No lo notaste, Harry? - le pregunté, sonriendo ante su expresión confundida. - ¡Es muy obvio! Solo tenés que mirarla para saber que está sonriendo demasiado.
- No lo noté... - me dijo y su expresión tomó un aire ofendido. - Y no me digas Harry.
Ahogué una carcajada y lo miré, divetida.
- ¿Otra vez con eso? Te llamás así.
- Casi nunca me decís Harry. - me dijo, con el ceño fruncido. - Solo a veces. Me gusta como me nombrás.
- ¿H? - pregunté, pronunciando "eich", hache en inglés, como siempre lo hacía.
- Sí, H. - repitió. - Me gusta que me digas así. Me gusta porque sos la única que lo hace.
- A mí me gusta que me digas Al. Me gusta porque sos el único que lo hace.
Sonreí, sonrojándome un poco. Me gustaba que apreciara eso, como nuestro trato especial entre ambos. Sus "Al" y mis "H". Era especial para mí y me agradaba al extremo que también fuera especial para él.
De repente, el teléfono de línea sonó, haciéndose escuchar en toda la casa. Harry se disculpó y corrió a atender. Me paré cuando escuche su voz conversando con alguien, y empecé a recorrer su habitación, mirando sus pósters, como siempre.
Volví mi cabeza al escuchar su celular vibrando contra el material del escritorio. Estaba desbloqueado, por lo que pude ver que solamente era una notificación para que actualice una de sus aplicaciones.
Cuando estaba a punto de regresar mi mirada a los pósters, me di cuenta de algo que llamó mi atención.
Mi nombre.
En realidad, la manera en que el me llamaba, Al. Era una de los contactos con las que tenía una conversación de mensajes de texto, que era lo que mostraba la pantalla. No pude evitar abrir la conversación por mucho que lo intentara, y por mucho que me lo impidiera el hecho de estar realmente invadiendo su privacidad. Pero, estaba mi nombre ahí. Mi nombre, no el de cualquier otra persona. Tenía que saber de qué se trataba.
En cuanto abrí la conversación me di cuenta de todo. Cada mensaje que había recibido yo desde un número desconocido, estaba ordenado por fecha en una lista que decía que el emisor era Harry.
Harry me había mandado los mensajes. Harry me había dicho, anónimamente, que le hacía sentir cosas, que le gustaba pasar tiempo conmigo, que me extrañaba cuando no estaba con él.
Harry sentía por mí lo que yo sentía por él. Y me lo había estado diciendo todo este tiempo.
***
Holaaaaaa! Espero que les haya gustado este capítulo!
Perdón que no estuve subiendo estos días, estuve un poco ocupada :(
Gracias por leer, estar, votar, comentar, todo!
Un beso enoooorme!!♥
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Never felt like this. (Español)
FanfictionTal vez por estar acostumbrada a verlo, por conocerlo desde siempre, o por ser prácticamente como hermanos, Ally no lograba aceptar lo que Harry, el hermano de su mejor amiga, le provocaba. Pero, en un momento, lo asume y se permite sentir todo lo q...