Never felt like this. (Español)

Capítulo Dieciocho - Lo único que quiero.

El lunes llego después de un fin de semana casi interminable en el que hice básicamente dos cosas: uno, esperar que sea lunes y dos, pensar en Harry. El domingo crucé un par de mensajes con Jennifer, pero mi mente seguía completamente dedicada a él. En él, en sus ojos, en sus brazos... en su forma de hablar, de sonreír, de mirarme. En todo lo que lo hacía ser tan... él. 
Cuando por fin llegó el primer día de la semana, llegué al colegio y me encontré con una Jennifer demasiado contenta. ¿Qué era lo que le pasaba a mi mejor amiga para ponerla de tan buen humor?, y, además, ¿por qué había llegado tan temprano al colegio?
- Hola contentonta. - me burlé de ella. - Más te vale que me cuentes rápido lo que te pasa porque no vas a durar mucho con esa felicidad si no me contás. 
Ahogó una carcajada y me dio un pequeño abrazo. De verdad parecía feliz esa mañana. Y muy feliz.
- Tranquila, ya vas a saber. - me dijo. - Y te va a encantar, ya sé que es un poco raro todo esto. Perdoname amiga, no me gusta ocultarte cosas. 
Un malestar en el estómago me hizo debilitar. A mí tampoco me gustaba ocultarle cosas a mi mejor amiga, pero era necesario. Me hubiera gustado decirle que yo también le ocultaba algo, pero no podía ni siquiera confesarle eso. Me sentí débil y mentirosa. Me sentí la peor amiga del mundo. 
El día en el colegio transcurrió normalmente, crucé a Harry un par de veces y él me dedicó unas cuantas sonrisas pero no pasó nada más que eso. 
Cuando ya estaba en mi casa, almorcé y me encerré en mi cuarto a escuchar música y navegar en internet. Escuché muchas canciones, pero más que nada me dediqué a escuchar repetidas veces la canción de Taylor Swift que tanto me había atrapado el día anterior. 
De repente, el conocido sonido de un mensaje de Facebook captó mi atención. Mi corazón se aceleró cuando vi de quién era. 
Harry Styles: ¿Vas a venir hoy, Al?
"Sí, es lo único que quiero." le contesté en mi mente. Moría por verlo a solas nuevamente, moría por escucharlo cantar. Moría por hablar con él y escuchar sus carcajadas. Moría por entrar en su habitación y inspirar el aroma a perfume que había de manera casi constante. 
Ally Benners: ¿Para qué, H?
Harry Styles: Para estar conmigo, Al. Ya te dije que me gusta no tener que compartirte con Jennifer. 
Sonreí como una tonta mirando la pantalla de mi laptop. Había tratado de no parecer demasiado obvia con mis sentimientos, pero si seguía hablándome de esa manera jamás lo lograría. 
Ally Benners: Está bien, H. En un ratito voy, ¿sí? Pero quiero que me prometas algo. 
Harry Styles: Tus deseos son órdenes. 
Ally Benners: Me gustaría que cantes una de mis canciones preferidas. 
Harry Styles: ¿Morning Song?
Ally Benners: Mejor. 
Harry Styles: ¿Green eyes?
Hablaba de una canción de Coldplay que sabía que me encantaba porque siempre hablaba de ella con Jennie, y estoy segura de haberla nombrado también en su presencia. Me asombró que supiera de qué canción le estaba hablando, y me asombró que estuviera dispuesto a cantarla. 
Ally Benners: Exacto. 
Harry Styles: Repito, tus deseos son órdenes. Te espero, Al.