—¡JUNGKOOK!
Los sollozos de Jungkook incrementaban y yo no dejaba de golpear la puerta con rabia contenida.
—¡Abre ahora!
Nadie dijo nada, Jungkook continuaba llorando pero logré oír sus pasos, hasta que la cerradura cedió y abrió la puerta. Sus ojos estaban hinchados de tanto llorar, sus labios formaban un puchero lleno de pena.
—¿P-por qué... hiciste eso?
Lagrimas rodaron por sus mejillas. Yo abracé sus hombros y estalló en llanto.
—Lo lamento tanto, Jungkook. Creí que sería una buena idea...
Sus puños golpearon mi pecho sin fuerza, mientras mi camisa se humedecía. Me sentí muy culpable, no había pensado en las consecuencias, yo no era nadie para obligarle a asistir a una cita.
—¿P-por qué?
—¿Te hizo algo? ¿Te lastimó? Dímelo, te juro que voy a matarlo.
Retrocedí con pasos lentos hacia la cama, en donde le ayudé a sentarse.
Él no se separó de mí en ningún momento, por lo contrario, se aferró a mi camisa como si su vida dependiera de eso. Hipaba como un niño, sin contenerse.—No... —Si le hubiera hecho algo, iba a matarlo, en verdad.— Y-yo entiendo que tú no me quieras, pero... pero... no era, no era necesario que me hicieras esto...
—Lo siento, lo siento mucho. Fui un estúpido.
Él no me mostraba su rostro, sus lentes habían desaparecido y no sabía qué más decir. Yo nunca he consolado a nadie, hice cosas malas, sí, pero nunca he tenido que estar arrepentido por ello. Esto no era malo, no había hecho nada malo, pero estaba pidiendo disculpas por ello.
—T-tae.
—¿Vas a contarme lo que sucedió?
—M-me dijo que no era lo que él esperaba, me dijo que era feo...
Rompió en llanto de nuevo y no se contuvo en dos horas, lloró hasta que cayó rendido en mis brazos.
Iba a matar a ese cabrón, ¡iba a matarlo!
Jungkook no lloraba por Goobin, sino por Taehyung y por él, sobre todo por él.
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Jungkook el chico tonto -Vkook
FanfictionJungkook es un chico tonto que vive enamorado de Taehyung. Taehyung es el chico más rico y popular de la universidad, que odia a los tontos. -Escucha Jungsook o como te llames, jamás vas a llegar a gustarme, ¡piérdete! ESTA HISTORIA NO ME PERTENECE.