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El tonto se movía de arriba hacia abajo, apuntaba todo sin excepción y escuchaba con atención todo lo que mi manager le decía. Si no fuera porque éste último se iría de vacaciones y el trato con el maestro Cho, no tendría que estar soportando el estúpido ajetreo del tonto.

Él quedó asombrado cuando vio la inmensidad de la empresa, aunque no tanto como cuando mi chófer vino a recogernos en el Mercedes, el cual detalló con la vista.

Una hora después el tonto ya tenía mis sesiones y pasarelas de los siguientes tres meses en orden. Dijo que encajaban muy bien con las actividades de la universidad, lo cual agradezco internamente.

—T-Taehyung...

Justo ahora estoy acostado sobre el sofá de la sala de maquillaje, esperando que Susy se digne a darme un retoque.

—Llámame jefe.

Abrí los ojos lentamente y observé al tonto, con una gran sonrisa en el rostro y esas mejillas ya bastante sonrojadas.

—Jefe Taehyung, no he podido... yo no... no he podido agradecerte...

—Ajá.

Su cabello está tan pegado a su cabeza que parece tener una cabeza de lego. Ese seria un buen apodo. Una sonrisa se dibuja en mi rostro, no podía burlarme en frente de él.

Su diestra forma un puño cuando sus dedos comienzan a temblar y baja su cabeza con notoria vergüenza.

—Gracias, yo... yo quería...

—¿Ajá?

—Quería... invitarte a c-comer...

Sus piernas comenzaron a temblar. Sé que la gente se pone nerviosa ante mi atractivo, pero eso es demasiado.

—Tengo una dieta estricta, no puedo.

Claro. Una dieta que prohíbe comer con perdedores y admite un poco de pizza.

—O-oh... sé preparar sopa de verduras, c-con 15 calorías...

¿En serio?

—No.

Él asintió y rascó su nuca. Esa. Llena de gel. Dios mío.

—Bueno, yo... tengo que irme...

Cerré los ojos intentando descansar, pero aún se sentía su presencia, mientras cubría con su sombra la luz del sol a través de los cristales.

Abrí los ojos y le observé con la mirada perdida. Con unos labios abultados, lucía tan inocente que... me sentí, culpable.

—Toma el bus.

Sus ojos se abrieron un poco más y asintió.

Minutos después escuché sus pasos alejándose. Paso a paso. Segundo
a segundo.

Jungkook el chico tonto -VkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora