Estaba soñando con un enorme elefante rosa que corría sin parar, mientras yo lo seguía como un idiota, de pronto el mundo comenzó a moverse, todo se destruida y mi nombre se hizo audible. ¿Quién me llamaba?
—Taehyung, Tae...
La luz impactó en mis ojos y tuve que cubrirme otra vez con las sábanas. Tenía pereza de coger el teléfono y pedir el servicio de desayuno.
Oh, esperen, esa voz.
Deslicé las sábanas y lo primero que observé de Jungkook fueron esos lentes más grandes y gruesos que su cara. Demonios, ¿qué había sucedido con el chico lindo de ayer? Creo que se fue con esos kilos de gel que lleva en la cabeza. Es como una versión de Fiona coreana, en la noche una princesa, en el día un ogro, o al revés, o no sé qué mierda.
—Taehyung... preparé el desayuno.
—¿Desayuno...?
Él asintió y yo tuve que arrastrarme hasta la cocina, a la cual casi nunca ingresaba.
Olía a... a, ¿qué es eso?
—Y-yo... no quise tomar tus alimentos, p-pero tomé un poco de arroz, huevo y bacon, espero que no... te moleste...
Yo analizaba la comida como si ella tuviera el secreto del mundo, incluso, aunque fuera de mala educación, olfateaba el contenido, ¿quién comería eso en un desayuno? Tal vez en el almuerzo, pero muy aparte de eso, era tan extraño. ¿Dónde está mi jugo energético? ¿Por qué parecía plato para pobres?
—Son muchas calorías para mí.
—Pero es el desayuno y...
—Calorías malas.
Jungkook bajó su cabeza y yo continuaba olfateando al comida.
—L-lo lamento yo no...
—Bien, vamos a probarlo.
Me incorporé y tomé asiento sobre una de las sillas de la cocina.
—¿Qué? P-pero las calorías y...
—Come también, tu plato se enfría.
Tomé el primer bocado y qué puedo decir, era delicioso, creí que era porque estaba hambriento, pero cuando me sentí lleno, aún me parecía delicioso.
Jungkook no paraba de sonreír mientras con sigilo aumentaba mi ración de arroz y ojeaba un viejo cuaderno.
—¿Y eso qué es?
Él se sobresaltó.
—A-ah... esto es... bueno, debido a que yo crecí en el orfanato... aquí están todas las cartas que me dieron mis amigos antes de irme, y... y... también está una carta de mi abuelita, a la que nunca pude conocer.
Oh.
Supongo que debe ser muy valioso para él.
—¿A cuánto me lo vendes?
Jungkook se atragantó con su saliva y empezó a toser.
—T-tae...
—Respira. ¡Estoy jugando!
Jungkook tomó más aire y se tranquilizó. Minutos después de sufrir la angustia de su vida, ya estaba sonriendo como un tonto, como si no hubiera pasado nada.
Creí que estaba a mi límite con la última bolita de arroz y noté su intensa mirada. Su mentón se sostenía en la palma de su diestra, colaborando con su mirada, esa de niña enamorada.
Tenía sueño ni siquiera había tomado un baño, no estaba muy puesto para ser amable.
—Taehyung.
Sí, que ya sé que se sabe mi nombre de memoria.
—¿Mh?
—En serio me g-gustas... si tan solo tú me dieras una oportunidad... p-podría hacerte muy feliz y...
Me levanté de golpe.
—Limpia todo.
Y salí a pasos veloces hacia mi habitación. Me sentía como un idiota.
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Jungkook el chico tonto -Vkook
FanficJungkook es un chico tonto que vive enamorado de Taehyung. Taehyung es el chico más rico y popular de la universidad, que odia a los tontos. -Escucha Jungsook o como te llames, jamás vas a llegar a gustarme, ¡piérdete! ESTA HISTORIA NO ME PERTENECE.