—Tierra llamando a Taehyung, tierra llamando a Taehyung.
—¿Qué?
Estaba muy ido en mis pensamientos, no he podido dormir después de lo sucedido anoche. Jungkook quiere tener su primera vez conmigo, ¡conmigo! Pero lo que más me carcome por dentro, es el hecho de que tampoco lo encuentro desagradable. Jungkook no me gusta, pero su cuerpo sí, bueno, tal vez. Es que no puedo pensar sin que la pija hable primero, joder.
—He estado hablándote toda la mañana y tú no respondes.
—Lo siento Tiff.
—Supe que Jimin regresó hace unas semanas, ¿estás pensando en él?
De hecho no.
—De hecho sí.
—Vamos a organizar una fiesta por su regreso, será en grande y tú serás el anfitrión esta vez.
—Oh vaya, será genial. —Me recosté sobre mis brazos, mientras miraba a través de los cristales del salón. Hoy era un día agradable, y si no hubiera conocido a ese tonto, seguramente planearía con gusto la fiesta que Tiffany está organizando. Ella se sentó a mi lado y me examinó a detalle.— ¿Qué?
—Tú tienes algo, desde que te juntas con ese perdedor... estás extraño.
—¿Extraño?
—Sí, más indiferente. Tú siempre eras el más interesado en cualquier fiesta.
—Solo estoy cansado, no te confundas. Yo detesto a los perdedores como él.
Ella continuó examinándome y asintió sin más. Sacó de su bolso un poco de polvo y lo aplicó con calma, mientras revisaba con el espejo si su labial seguía intacto.
—Ah, te informo. Hace rato vi a los del equipo de baloncesto molestar al perdedor, algunos le tiraron soda y otros comenzaron a golpearlo.
—¿Qué?
Me quedé paralizado. ¿Qué estaban haciendo qué?
Mierda, tenía la mano herida y esos son unos brutos fenomenales. Esta vez tendría que usar las patadas y sillas.
—Síp, por el pasillo B donde no hay cámaras, ahora el perdedor debe estar retorciéndose de dolor.
La ira inundó mis sentidos. Me levanté de golpe dispuesto a salir y partirles las bolas a esos hijos de perra, pero Tiffany sostuvo mi brazo con toda la fuerza que pudo, su rostro enfadado era lo único que pude ver.
—¡Suéltame!
—Era mentira, nadie está golpeando a ese tonto. —Agregó con rabia. Yo estaba ahí, sin saber qué hacer, molesto conmigo pero más con ella.— ¿Qué te pasa? ¿Desde cuándo acá te dedicas a defender a perdedores?
—Yo...
—Escúchame Taehyung, eres mi amigo, no, eres como mi hermano y no voy a permitir que te juntes con él. ¿Acaso no te han contado sobre Jungkook?
¿Qué tendrían que contarme sobre él? Temí lo peor, porque estaba viviendo con una persona de la cual no sé mucho y es algo extraño, claramente. Tragué duro, mientras ella transformaba su agarre en caricias, como diciéndome "eres un idiota, pero así te quiero".
—No. ¿Qué... tendría que saber?
Ella tomó aire y me jaló con cuidado para que tomara asiento. Dios mío, ¿qué iba a contarme?
—Por favor tómalo con calma. —Ella miró hacia el frente, como pensando por donde iniciar, luego me miró con atención.—Jungkoook no es como nosotros, entró a esta universidad por una beca, es huérfano y es... pobre.
Levanté una ceja, ¿qué? ¿Eso es lo terrible?
—Ajá, ¿qué más?
—Es todo.
—¿En serio es todo? Uf.
Solté un suspiro de alivio y me recosté con comodidad sobre mi lugar. Creí que me diría algo sumamente terrible, pero era una tontería.
—Sí, ¿qué sucede contigo? Eso es terrible, tú sabes cómo es la gente pobre.
—Tonterías.
Tiffany tomó el cuello de mi Versace y me miró atentamente.
—¿Qué dijiste? Ese tipo de gente es lo peor que tiene la sociedad, son como larvas, buscando cómo pegarse para conseguir dinero u otras cosas.
Ella me miraba como si lo que decía era lo más verdadero del mundo, pero no es nada cierto, sentí odio en ella y sentí miedo, ¿cómo es posible que haya escuchado sus ideas o su manera de pensar casi toda mi vida? Es por eso que Nam, siempre andaba debatiendo con ella en diversos temas que nunca presté atención.
Lo peor de todo era que... yo pensaba igual hace poco o eso creía ella, yo también.
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Jungkook el chico tonto -Vkook
FanficJungkook es un chico tonto que vive enamorado de Taehyung. Taehyung es el chico más rico y popular de la universidad, que odia a los tontos. -Escucha Jungsook o como te llames, jamás vas a llegar a gustarme, ¡piérdete! ESTA HISTORIA NO ME PERTENECE.