Advertencia: Contenido lemon.
PD: Miren qué bella la imagen /ojitos.
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La doctora Sakura Haruno estaba terminando un turno largo en el hospital de Konoha, ahora solamente quería descansar e ir a pasar tiempo junto a su pequeña Sarada, quién debía estar también muy ansiosa por verla, pero antes de poder marcharse, decidió repasar los exámenes que había podido recaudar de la pequeña Aika, cuando estaban en la cumbre médica. Antes de que el Kazekage regresara a Suna, había hablado en privado con ella, confesándole que esa niña era su hija, por lo que Sakura se sentía aún más comprometida en resolver la incógnita de su enfermedad.
—Supongo que tengo que hacerle más análisis —murmuró, soltando un suspiro.
—Has puesto mucho esfuerzo en ese caso, ¿no? —la voz de Tsunade, la ya retirada quinta Hokage, llamó su atención—. Todavía me parece increíble que esa niña sea hija de Gaara.
La peli rosa asintió con la cabeza, dejando que su maestra también ojeara esos exámenes.
—Es una niña muy pequeña, pero los síntomas que vi en ella son muy severos, ese tipo de enfermedad no es normal —aseguró la más joven, frunciendo el ceño—. He tratado de comparar los síntomas con muchas enfermedades, he leído muchísimo, pero no llego a una conclusión —confesó con cierto fastidio, pues comenzaba a molestarle el hecho de no encontrar una respuesta—. Una enfermedad que sólo se manifiesta con el uso del chakra, por más que lo pienso, no sé cómo tratarlo.
Tsunade apoyó una mano contra el hombro de la Haruno, mostrándole una sonrisa.
—Yo sé que tú puedes hacerlo, yo estaré ahí para apoyarte —aseguró—. Ahora lo mejor es que vayas a ver a tu hija, has estado aquí por muchas horas.
—Sí, lo haré —Sakura asintió con la cabeza—. Además, hay que prepararnos para el viaje a Suna.
La maestra asintió también, permitiendo que la peli rosa se alejara, mientras estiraba sus brazos un poco, pues llevaba el cuerpo entumecido de tanto trabajar. Sakura fue hasta la casa de su amigo Naruto, ya que cuando ella no podía cuidar de Sarada, lo hacían él y su esposa, o los mismos padres de Sakura. Cuando llegó, golpeó la puerta con cuidado, la misma se abrió casi al instante, dejando ver al rubio de ojos azules.
—¿Naruto? Creí que estabas fuera de la aldea —dijo sorprendida, mientras él la invitaba a pasar.
—Adelanté la misión y volví pronto, extrañaba mucho a Hinata y a mis hijos —respondió él, sonriendo ampliamente—. Sarada y Boruto están almorzando —le comentó, guiándola hacia la cocina.
Hinata estaba sirviendo la comida a ambos niños, los cuáles parecían discutir sobre algún asunto de la academia ninja.
—Oh, Sakura —saludó la ojiperla, dibujando una suave sonrisa—. Justo estábamos por comer, qué bueno que llegas, siéntate.
La Haruno agitó sus manos, negando con la cabeza.
—No es necesario.
—¡Vamos, Sakura-chan! —le animó Naruto—. No puedes negarte a probar la deliciosa comida de Hinata, además, Sarada le ayudó —comentó, guiñándole un ojo a la pequeña Uchiha, la cual se sonrojó ligeramente, bajando la mirada.
—S-sólo un poco...
Sakura sonrió al ver a su hija responder, Sarada era bastante tímida, pero solía mostrar un fuerte carácter cuando la situación lo ameritaba.

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Nunca Hubo Amor
RomansGaara se ha enamorado de una kunoichi de otra aldea, pero las cosas no resultan como él quería y acaba sufriendo por el desamor. Matsuri, quién siempre lo ha amado, hará todo lo posible por curar su dolor, sin importarle salir lastimada en el proces...