¡Hola!
Lo prometido es deuda y ayer avisé que hoy estaría actualizando, les traigo el episodio 7, donde seguro me van a asesinar, jajaja.
Advertencias: Lemon, sino este no sería un fic con contenido adulto, jojojo.
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Mientras la castaña esperaba a que la ninja médico que la había atendido llegara hasta su habitación, miraba al techo al tiempo que se preguntaba a sí misma si acaso algo estaba mal con ella. Se estaba sintiendo mucho mejor debido al suero, lo cierto era que nunca pensó que dormir mal y casi no comer podrían provocar que acabara desmayada, pero estaba segura que sus mareos y vómitos no se debían sólo a eso. ¿Sería que tenía algo grave?
—Señorita Matsuri —escuchó la voz de la mujer. La chica miró hacia la puerta, en donde la médica, junto a su amiga Sari acababan de entrar.
—Oh, doctora —la chica apenas hizo un movimiento de cabeza a modo de saludo, no era mucho lo que podía moverse en aquel estado—. Muchas gracias por atenderme y cuidar de mí, lamento las molestias.
La mujer de cabellera negra hasta los hombros, quién vestía con una bata blanca encima de su ropaje ninja, sacó una especie de ficha de su bolsillo, como una libreta.
—Debo expresar mi descontento con usted, ha estado cuidado muy mal de su salud —comenzó a hablar la mujer, mientras Sari, detrás de ella, miraba enojada a su amiga, la que sólo se reía internamente de su cara—. Comer poco y no dormir es la peor combinación para cualquiera, sobre todo si hace mucho esfuerzo físico o trabaja mucho.
Matsuri había hecho varias misiones últimamente, mientras sus mareos constantes le impedían comer bien y su poco tiempo despierta lo dedicaba a estar con su maestro, haciendo más esfuerzo físico. Se sonrojó un poco al recordar nuevamente la última noche que habían pasado juntos.
—Lo siento mucho —murmuró la castaña—. Lo cierto es que he estado muy ocupada, soy muy descuidada, jamás pensé que acabaría así, incluso los mareos y vómitos se deben a mi falta de cuidado —dijo tras soltar un suspiro, pero la doctora enseguida negó con la cabeza.
—De hecho, no —habló la mujer—. Es cierto que ha descuidado su salud terriblemente, pero el hecho de que se haya mareado, vomitado e incluso el desmayo no tienen que ver con ello –hizo una leve pausa al apreciar el rostro de confusión de Matsuri, la cual no entendía nada de lo que estaba diciéndole su doctora.
—No comprendo...
—Lo que quiero decir —continuó la médica—. Es que de ahora en adelante debe procurar cuidar muy bien de su salud, porque usted, señorita Matsuri, está embarazada.
Apenas escucharon la noticia, tanto Matsuri como Sari se cubrieron la boca con sus manos. ¿Es que acaso habían oído bien?
—¿E-embarazada...? —Matsuri se llevó una mano al vientre de forma instintiva, no podía creerlo, ¿estaba esperando un hijo de Gaara?
Parpadeó varias veces, confundida. No sabía ni qué decir, ¿qué se supone que debía hacer? ¿Cómo se lo diría a él cuando regresara?
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Cuando Gaara llegó frente a la oficina del Raikage, los murmullos no se hicieron esperar. Muchos conocían sobre el romance que había tenido el líder de Sunagakure con una de las kunoichis de su aldea, más que nada, porque aquella ninja era familiar de uno de los miembros de su consejo. Gaara no tenía idea de aquello, por lo cual estaba sorprendido cuando escuchó a varias personas cuchichear sobre su relación con Aoi.

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Nunca Hubo Amor
RomanceGaara se ha enamorado de una kunoichi de otra aldea, pero las cosas no resultan como él quería y acaba sufriendo por el desamor. Matsuri, quién siempre lo ha amado, hará todo lo posible por curar su dolor, sin importarle salir lastimada en el proces...