Hermanos
—Shinki-kun, ¿qué vamos a hacer?
Cuando su hermana le hizo aquella pregunta, ambos se miraron con completo desconcierto, no podían creer lo que había sucedido, ¿cómo rayos iban a salir de esto?
Las cosas pasaron tan rápido, que no se dieron siquiera cuenta, ambos estaban a cargo de cuidar a su hermanito Haruki, el bebé ya estaba por cumplir su primer año de vida, era muy pequeño, pero era bastante enérgico y travieso. Habían ido los tres juntos a visitar la oficina de su padre, el Kazekage, donde también su madre se encontraba trabajando como asistente de él, apenas había empezado en ello, ya que temía dejar a su hijo solo en casa, pero confiaba muchísimo en Aika y en Shinki para cuidarlo y protegerlo, con lo que ni ella ni su esposo contaban, era que los dos hermanos de la arena perderían el paradero del bebé.
Y así era, cuando regresaban a casa, yendo por la zona comercial, Shinki y Aika se distrajeron mirando los artículos de una tienda de armas ninja, ese fue el instante en que Haruki aprovechó para marcharse, dando pasitos y pasitos, hasta que se alejó por completo.
—Mi mamá nos va a matar —dijo Aika, llevándose las dos manos a la cabeza con desesperación—. ¿Y si Haru-chan se metió en algún lío?
—No puede ser, si le pasa algo ya no seré un hermano mayor —decía Shinki, ignorando lo que Aika estaba murmurando, parecía que cada uno de ellos tenía sus propias preocupaciones respecto a la situación.
—Tenemos que buscarlo —Aika volvió a hablar, agarrando la mano de su hermano para jalarlo.
—¡A-Aika! —exclamó el castaño.
Los dos empezaron a recorrer la aldea como locos, le iban preguntando a la gente con la que se topaban si acaso habían visto al pequeño hijo del Kazekage, pero nadie sabía nada de él, ¿a dónde rayos se había escabullido su hermano?
Después de media hora de ir de un lado a otro, los dos estaban muy cansados, así que se detuvieron en medio de la plaza de la villa, ahora era un lugar bastante concurrido y muy bonito, la arquitectura de Suna había cambiado con el tiempo y los edificios eran mucho más modernos, aunque en esa zona todavía había casas de uno o dos pisos.
—No aparece, se esfumó —dijo Aika, respirando agitada.
Shinki, a un lado de su hermana, se encontraba en igual condición.
—No puedo creer que ese niño tan pequeño sea tan rápido para huir, me dejará en vergüenza cuando sea mayor —añadió, secándose el sudor de la frente—. Aika... —de pronto, su cara se puso azul, entonces levantó lentamente el dedo índice y señaló hacia el techo de una casa—. Mira...
La niña dirigió sus ojos hacia la dirección que su hermano señalaba, también se puso azul, acababa de ver que el bebé estaba ahí, caminando por encima de una viga que estaba sobre una zona en ampliación de una casa, su hermanito intentaba alcanzar un pájaro mensajero y se reía alegremente mientras estaba en ello.
—¡Ay, cielos! —Aika exclamó con asombro al ver que la viga se empezaba a tambalear—. ¡Shinki-kun, vamos por él!
El recién nombrado asintió con la cabeza y los dos corrieron hacia donde su hermano se encontraba, saltaron sobre el techo de esa casa, parecía que nadie vivía ahí porque se estaba restaurando.
—Haru-chan —lo llamó su hermana mayor, caminando con cuidado hacia el comienzo de la viga—. Ven aquí, hermanito, no debes andar por ahí.
—¿Cómo rayos se subió aquí? —se preguntó Shinki, frunciendo el ceño.
El bebé miró a sus hermanos, les sonrió a ambos y luego los ignoró, volviendo a centrar su atención en el ave mensajera, todo lo que quería era agarrarla y jugar con ella, le encantaban los animales.
—Shinki-kun, no me hace caso —se quejó Aika.
El castaño caminó y se situó a su lado —Déjamelo a mí —contestó, mientras su arena negra empezaba a flotar a su alrededor.
—Cierto, la arena —dijo la niña, dándose un golpecito de puño sobre la palma abierta de la otra mano, seguido de eso, también su arena blanca la empezó a rodear.
Los dos hermanos se miraron entre sí, enviando su técnica en forma de manos para que éstas tomaran a su pequeño hermano, que estaba por alcanzar al ave y también el final de la viga, pero, oh, sorpresa, justo cuando estaban por llegar a él, otro montón de arena se les atravesó, era dorada.
—¡Tienes que estar bromeando! —exclamó Shinki al darse cuenta de que la persona que había bloqueado su arena era nada más y nada menos que Haruki.
Aika también estaba conmocionada, ninguno de los dos sabía que su hermano pudiera usar la arena.
Haruki aprovechó la distracción de sus hermanos, se dio impulso y fue a tomar al ave, pero ésta salió volando y el niño pronto alcanzó el final del camino, cayendo hacia el vacío.
—¡Haru-chan/ Haru! —gritaron aterrados los dos hermanos, dando un salto para bajar y asegurarse de que el bebé no se hubiera herido, para su suerte, el pequeñito estaba sentado sobre un montón de arena dorada, riéndose a carcajadas.
La mayor de los tres lo tomó entre sus brazos, suspirando.
—No somos buenos niñeros —dijo ella, procurando no volver a soltar a su hermanito—. Qué miedo, Haru-chan, pero eres muy hábil.
—No le digamos a nadie de esto —comentó Shinki, todavía estaba pálido, podía apostar a que su padre no se los hubiese perdonado si su hermano salía herido, por suerte, ese bebé era el hijo del Kazekage y no cualquier niño común—. La arena de Haru me sorprendió, desbarató la tuya y la mía juntas.
—Nos tomó desprevenidos —aseguró la niña, ya que él y su hermano estaban recibiendo entrenamiento ninja en la academia, el hecho de haber sido interceptados por un bebé les daba mucho que pensar sobre el futuro shinobi en el que se convertiría ese pequeño retoño.
—Volvamos a casa —Shinki suspiró y Aika asintió con la cabeza.
Ese día, los dos acordaron que este sería su secreto de hermanos, al menos hasta que Haru le mostrara sus habilidades a sus padres, pero esperaban que eso no fuera pronto.
..........
Jajaja, eñ pequeño Haru resultó ser un diablillo para sus hermanos xD
El próximo extra se llamará "Madre" y será el penúltimo. <3
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Nunca Hubo Amor
RomanceGaara se ha enamorado de una kunoichi de otra aldea, pero las cosas no resultan como él quería y acaba sufriendo por el desamor. Matsuri, quién siempre lo ha amado, hará todo lo posible por curar su dolor, sin importarle salir lastimada en el proces...