Encuentro

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¡Hola!

¿Cómo les está yendo? Yo he estado un poco ocupada, así que en vez de actualizar una vez a la semana, lo hago cada dos TT

Antes de que lean, el capítulo no está tan largo, pero se los compenso en el siguiente, eso sí, me perdonan si se me fue un dedazo, jajaja. Ahora sí, a leer. <3

PD: Sin portada porque no sabía qué poner xD

...

El funeral de la esposa del Kazekage había sido una ceremonia hermosa, llena de tristeza, pero muy concurrida por todos los aldeanos. Todos apreciaban a Aoi, a pesar de ser extranjera, se había sabido ganar el cariño de toda Suna, así que muchos estaban pasándola mal con su fallecimiento.

Gaara había estado callado todo el tiempo, mientras las personas se acercaban a darle el pésame, él sólo asentía con la cabeza y luego volvía a hacer lo mismo con el siguiente que se acercara, nunca dijo nada, ni siquiera habló con sus hermanos o con su hijo. Temari vino desde Konoha apenas se enteró de la noticia, velaron a Aoi durante tres días y la rubia llegó en el último, así que estuvo presente cuando fue el entierro.

Cuando por fin todo terminó, el Kazekage se permitió caer de espaldas sobre su cama, cerrando los ojos, como si por fin el peso de todo lo vivido durante esos días lo hubiese alcanzado. Dejó a Shinki dormido en su habitación antes de dirigirse a la suya, en donde el recuerdo de su esposa fallecida lo atormentaba. No amaba a Aoi, lo sabía, pero ella se había vuelto parte de su vida, de su día a día, era su compañera, la madre de su hijo, ¿qué se suponía que haría ahora sin ella? Lo peor de todo, era que no murió como un shinobi, sino que, por una enfermedad, algo que, ni con toda la tecnología del mundo, habían podido evitar.

¿Quién podría sospechar cuando tu asesino es tu propio cuerpo?

—Joder... me siento tan cansado... —murmuró, cubriéndose los ojos con la palma de la mano derecha. Su mente había estado trabajando a full durante los últimos cuatro días, no había tenido siquiera un minuto para pensar o relajarse, por eso, ahora que tenía ese tiempo, las últimas palabras de su esposa se hicieron presentes.

Aoi le dijo claramente que Matsuri y su hija estaban vivas, ¿cómo era posible? ¿Él tenía una hija con Matsuri? Aquel pensamiento, a pesar del dolor y la tristeza que ahora sentía, le llenaba un poco el corazón de calidez, si fuese cierto que él tenía una hija con su ex alumna, con la mujer que nunca pudo olvidar.

Pero ¿de dónde había sacado aquello Aoi?

Se llevó una mano al bolsillo del pantalón; ahí estaba su respuesta. Esa misma tarde, luego del entierro de su esposa, la doctora que atendió todo el proceso de su embarazo le entregó aquella carta, escrita el mismo día en que Aoi murió, la cual le pidió personalmente que se la diera al Kazekage después de que su funeral se hubiese llevado a cabo.

Sacó la carta del bolsillo, sólo era un papel doblado, ni siquiera tenía un sobre, pero Gaara reconoció la letra de Aoi apenas leyó la primera línea.

"Para mi querido esposo, Gaara, el Kazekage..."

A medida que él avanzaba en la lectura de aquella carta, sus ojos se iban abriendo cada vez más, mientras que su corazón se aceleraba, no podía creer todo aquello, no podía asimilar que eso fuese cierto.

Hace dos semanas atrás...

Aoi había estado sintiéndose peor de lo normal, el dolor de su cuerpo estaba tornándose insoportable, pero no quería decirle nada a su esposo, no deseaba que ni él ni Shinki se preocuparan por ella. Había ido al hospital esa mañana, para recibir unos medicamentos que solían calmar sus episodios dolorosos, fue ahí que la pediatra le pidió de favor que le entregara un medicamento también a Sari, la esposa de Kankuro, ya que se había acabado la última vez que ésta fue al chequeo con su pequeño bebé.

Nunca Hubo AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora