Ahhh, estoy literalmente muerta de escribir este capítulo, no imaginan cuánto me costó, soy malísima para narrar escenas de acción, pero aquí lo ameritaba, jajaja.
Les quiero advertir que este capítulo es el más largo de todos y está lleno de acción, bueno, es un fanfic de Naruto después de todo. ¡Ya es el penúltimo! El siguiente será el final, intentaré que sea tan largo como este, jajaja.
No he tenido tiempo de corregir por si se me fue algún dedazo, lo haré más tarde, por si ven alguno, me disculpo, jajaja.
En fin, a leer.
PD: Amo a Matsuri en este capítulo, that's girl power.
.........
Ni siquiera estaba cerca de amanecer en Suna, cuando Gaara y Matsuri partieron hacia la salida de la aldea, apenas habían tomado unos pocos suministros y, aunque los viejos del consejo pegaron el grito en el cielo al saber que el mismo Kazekage en persona y su "querida" irían al rescate de los herederos de la aldea, a Gaara no le podían importar menos sus opiniones. Su hermano Kankuro insistió en que quería ayudar, pero él le aconsejó quedarse, ya que no podían desproteger su hogar.
Gaara no quería dejar Suna descuidada, pero sus hijos eran lo más importante para él, ellos y Matsuri eran su familia, no podía perderlos. Gracias a que ahora poseía aquel aparato de comunicación a larga distancia (el celular, al cual todavía no le agarraba mucho aprecio) logró contactar a Naruto en Konoha, para pedirle la ayuda de Sai, el ninja rastreador que la vez pasada le hizo el favor de proporcionarle un mapa de cómo hallar a Matsuri.
—¿Estás seguro de que quieres que me quede? —cuestionó Kankuro, quien se sentía sumamente inquieto y preocupado por sus sobrinos.
—Es peligroso que nadie se ocupe de la aldea —respondió el menor, bajando un poco el volumen de su voz, en lo que entregaba un papel discretamente hacia el marionetista—. Busca a este ANBU, le pedí que vigile a la anciana Karima, creo que ella tiene algo que ver con esto, por favor, te lo encargo.
Kankuro no dudó en asentir con la cabeza, siempre que su hermano confiaba en él de ese modo, no podía hacer más que sentirse halagado.
—Lo haré, Gaara —respondió con seguridad—. Váyanse, encuentren a mis sobrinos.
—Lo haremos.
Con aquellas últimas palabras, el Kazekage caminó hacia la gran entrada de la aldea, en dónde Matsuri le esperaba, lista para partir. Estaban a punto de irse, cuando una voz los detuvo a ambos.
—¡Matsuri! —la persona que corría hacia ellos era Ittetsu, al verlo, la castaña se sorprendió y el pelirrojo frunció el ceño, aún en un momento como este, no soportaba la presencia de ese tipo.
—¿Ittetsu? —cuestionó la kunoichi—. Creí que ya te habías marchado de la aldea, ¿qué haces aquí?
El ninja –que ya no llevaba puesta su bandana con el lobo de Sunagakure– miró de reojo al indiscutido líder de la villa, para luego volver su vista hacia su ex compañera y –todavía– única amada.
—Resulta que dejar la aldea no es tan sencillo para alguien que aparentemente estuvo muerto —respondió, pues no había podido marcharse aún debido a los miles de trámites que tuvo que realizar para no ser reconocido como un renegado—. Escuché lo que pasó con Aika en medio del alboroto, déjenme ayudar.
Cuando Matsuri estaba por responder, fue Gaara quien tomó la palabra.
—¿Qué puedes hacer tú? Conmigo es suficiente.

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Nunca Hubo Amor
RomanceGaara se ha enamorado de una kunoichi de otra aldea, pero las cosas no resultan como él quería y acaba sufriendo por el desamor. Matsuri, quién siempre lo ha amado, hará todo lo posible por curar su dolor, sin importarle salir lastimada en el proces...