Empecé a sentir cierta molestia en mis hombros y cuello, pero eso no fue lo que llegó a despertarme, sino un jarro de agua fría impactando contra mi cuerpo.
—Pero qué... —murmuré confuso, intentando abrir mis párpados una vez las gotas me lo permitieron.
Cuando mis ojos al fin pudieron ver, me encontré con una sala hecha de madera deteriorada e iluminada por una luz bastante tenue de la bombilla que colgaba del techo. A pesar de que me acababan de tirar un cubo lleno de agua fría a la cara, no encontré a ninguna persona allí o, al menos, eso creía hasta que escuché toser a alguien a mi lado.
—¿Kya? —pregunté extrañado una vez giré mi cabeza hacia ella.
Entonces, fui consciente de que mi cuerpo, al igual que el de la chica Tiwa, estaban atados a una especie de valla de alambres. Mi dolor de hombros se debía a que nuestros brazos estaban estirados hacia los lados. Las piernas, gracias al cielo, no colgaban sueltas, sino que también estaban amarradas a la valla.
—Hola, Aiden Gold —dijo ella con poco ánimo.
—¿Qué estamos haciendo aquí? —contesté a la vez que intentaba forcejear con las cuerdas en mis muñecas.
—¿Una chica Tiwa y un hombre lobo? —soltó una pequeña e irónica carcajada—. Nada bueno —suspiró—. ¿Dónde te han encontrado? —me miró de arriba abajo, a lo que yo me alarmé al recordar que me habían capturado en mi forma lobuna y tendría que estar desnudo, pero cuando miré mi cuerpo, comprobé que alguien, quien fuera, me había puesto una ropa que no era mía; vaqueros y camiseta blanca.
—En el bosque... —fruncí el ceño al intentar recordar lo máximo posible—. Estaba corriendo y, justo cuando iba a volver para irme, me dispararon —llevé mi mirada hacia mi pierna y vi que esta estaba perfectamente sana.
—¿Por qué no estaba Tayen contigo? —respondió intrigada.
—Quería practicar a solas para sorprenderle por la tarde... —hice una mueca de disgusto con la boca—. Entiendo que me apresen a mí, pero ¿por qué a ti? —la miré confuso—. Es decir, no eres una chica lobo, ¿verdad?
—No —negó suavemente con su cabeza—. Pero soy una Tiwa, hija de un hombre lobo, así que puedo aportar mucha información —la echó hacia atrás para apoyarla en la valla.
—Entiendo... —susurré a la vez que intentaba asimilar todo lo que estaba ocurriendo.
—¡Eh, chuchos! —exclamó una voz desde el fondo de la sala. Llevé mi mirada hacia esta y vi la sombra de un hombre en la puerta entreabierta—. ¿Aún seguís con vida? —preguntó en un tono desagradable.
—Claro que seguimos con vida —gruñí con rabia, volviendo a forcejear con mis muñecas.
—No por mucho tiempo... —carcajeó con soberbia, haciéndome apretar los dientes—. En seguida os hará una visita el jefe —añadió antes de cerrar de un portazo.
—¿El jefe? —arrugué mi nariz.
—Supongo que se refiere al jefe de los cazadores —soltó un suspiro de cansancio—. Tay tenía razón, no debí haber tenido cualquier tipo de relación con Josh —lamentó con los ojos brillosos.
—¿Crees que él ha tenido algo que ver? —le miré preocupado.
—Seguramente —se encogió como pudo de hombros.
—Espero que no... —murmuré con toda la tristeza que sentía en aquel momento por la chica.
Nos quedamos unos minutos en silencio, reflexionando lo que nos estaba ocurriendo y lo que estaba por venir, hasta que alguien entró, haciendo que ambos alzásemos nuestras miradas.

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LUNA LLENA
Lupi mannari{boyslove} La llegada de Aiden Gold a su pueblo natal, Dark Hills, supondrá un cambio radical en su vida. A pesar de que pensaba que el tener que vivir de nuevo con su padre, al cual no veía desde hacía diez años, iba a ser una pesadilla, su realida...