19.

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Edad: 13

Connor pasó delante de Christian y este lo miró con una mueca.

—Connor...—El rubio trató de acercarse pero el menor se alejó.

—Déjame.

Christian asintió, parecía dolido. Pero él no podría estar tan afligido como lo estaba el corazón de Connor.

—Por favor.—Murmuró Christian a la distancia.—No te vayas molesto, yo tampoco quiero irme en este estado contigo.

Connor le dio una mirada dura y llena de resentimiento.

—Entonces simplemente no te vayas.—Soltó furioso.

Los ojos azules de Christian se desviaron lejos de los verdes de Connor.

—Es mi deber.—Christian dijo muy serio.

La presión en el pecho de Connor hizo que contrajera los labios ahogando un jadeo.

Era verdad. Christian ya tenía dieciocho años. Él debía ir al seminario. Ese era su camino. Su destino. Él quería ser sacerdote, él había elegido su forma de vivir y a quien amar y seguir fielmente.

Era obvio que nunca escogería a Connor. Dios estaba muy por encima de él.

—Pudiste habérmelo dicho con antelación.—Escupió con rabia Connor.

—¿Para qué? De todos modos hubieras armado un escándalo como el de hace rato.

Connor suspiró y miró el suelo. Se sentía triste.

—No lo hubiera hecho. Es tu decisión...—Connor se pasó el mano por sus ondulaciones castañas.—Hubiera hecho un escándalo en lo privado. Contigo únicamente.

Connor levantó la vista a Christian, le ofreció una pequeña sonrisa. Posiblemente parecía más una mueca forzada.

—Pero como siempre, Todo sobre nosotros nos enteramos por terceros.—Continuó.—Espero que te vaya bien. Ojalá te conviertas en un gran sacerdote.

Connor dejó de mirarlo. Sentía que se pondría a llorar en cualquier momento. Él solo era un pequeño preadolescente con un iluso y tonto enamoramiento hacia otro chico, cuya elección laboral era servir a la clerecía.

Connor rio amargamente.

¿De verdad tenía que haberse fijado en la única persona que no podría tener? Christian era más mayor que él, era un hombre y el futuro Padre de la parroquia del internado.

Connor tenía la esperanza de que todo fuera una tonta etapa. El gustar de un chico no era bien visto en aquel lugar, ni en la Iglesia. Todo gritaba problemas por cualquier lado.

—Connor.—Christian lo atrajo hacia él en un abrazo.

Connor cerró los ojos con fuerza, estuvo a punto de empujarlo lejos, sin embargo fue débil y se dejó abrazar, a pesar de que casi eran de la misma estatura, Connor se sentía más grande que Christian. El moreno envolvió al rubio con fuerza y hundió su nariz en la curvatura del cuello del mayor.

El olor de Christian era tan Bueno.

—Yo...—Connor se mordió el labio. Él quería confesarle sus tontos sentimientos al mayor. Él quería dejar claro que sentía algo más que admiración y respeto hacia Christian. Pero ahora bien, ¿qué era el amor?

¿Christian se reiría? ¿Se lo diría al padre Philip? No, su Christian no haría tal cosa. Ambos se tenían cariño, Christian nunca le haría eso.

Christian...Seguramente lo veía como un hermano pequeño al que proteger.

—Yo...—Connor repitió.—Vuelve rápido y pronto.

Los hombros de Christian se levantaron cuando este soltó una pequeña risa.

—Lo haré. Te lo prometo, pequeño.—Christian se separó un momento para verlo. Una sonrisa hermosa y juvenil se posó en sus labios mientras observaba a Connor.—Te extrañaré.

El pecho de Connor se encogió.

—Yo también.

—Estaré de vuelta cuando tú también vuelvas Aquí.—Christian dijo.—No te portes mal. No golpees a tus amigos ni a las estatuas, por favor.

Connor rio.

—No te lo puedo prometer.

Christian rodó los ojos pero soltó una pequeña risa.

—Nos vemos pronto, entonces.

Connor asintió.

Connor se quedó satisfecho de saber que Christian volvería pronto. Él había pensado que el rubio iba a estar fuera durante todo el tiempo de estudio y preparación.

Connor tenía una razón para aguantar en aquel lugar.

Pero...

¿Para qué? ¿Qué lograría con eso? Christian no podría ser suyo. ¿Eso es lo que Connor quería para su futuro? ¿Estar en un lugar que no soportaba, únicamente para ver y querer a una persona que nunca podría tener?

Connor miró a Christian. Luego al techo.

Por favor, no me lo quites.

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Aaaaa siento que voy a sufrir con ellos 👁👄👁

No somos pecadores (2.5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora