No somos pecadores (2.5)

53. Planeando

Christian no se esperaba un reencuentro caluroso lleno de abrazos y beso, pero...Él no sabía qué esperarse, realmente.

Connor había accedido a verlo y que lo acompañase en su viaje...Eso significaba algo. O eso creía.

Un coche que conocía perfectamente se estacionó enfrente suyo y caminó un poco nervioso hacia él.

Abrió la puerta del copiloto y se sentó mirando a Connor.

Sus ojos verdes le mantuvieron la mirada pero no había mucha emoción en ellos. Nada traicionaba el rostro pétreo y neutro de Connor.

—Hola.—Dijo Christian.

—Hola.—Dijo Connor y arrancó el coche.

Christian miró hacia delante y no supo qué decir.

Esto no era lo que había esperado, y no es que esperase algo, pero esto era raro...

No llegaba a ser incómodo, cosa que lo alegraba porque no quería sentirse así con Connor pero sí era diferente.

—¿Dónde vamos?—Preguntó y empezó a toquetear la radio sin ni siquiera pedirle permiso a Connor.

El moreno solo lo observó y no dijo nada.

Christian sonrió ligeramente mientras ponía música de fondo.

—Lo verás cuando lleguemos.

Christian asintió.

—¿Has recogido información nueva?

Connor hizo una mueca.

—Nada incriminatorio.—Negó.—Mi padre es muy listo.

Christian estaba de acuerdo. De hecho, una persona que no tuviera todo bajo control no podría llevar un "negocio" así durante años sin ser descubierto. El padre de Connor sabía perfectamente lo que hacía y cómo.

—Lo único que podemos hacer es averiguar exactamente cómo suceden "accidentalmente" las explosiones de avión.—Comentó.

Christian pensó un Segundo.

—Pero...Eso significa esperar a que terminen el curso los de último año.

Connor asintió.

—Sin embargo,—dijo Connor.— esperar no significa que logremos algo...Puede que sus padres mueran y nosotros no conseguir absolutamente nada.—Connor apretó el volante.—Y no pienso cada año usar a miles de niños como carnada para atrapar a mi padre...No puedo jugar con las vidas de esas personas.

Christian se sintió muy mal, odiaba que Connor se sintiera así: culpable y responsable. Y era aún peor puesto que Connor si no detenía aquellas acciones, algún día heredaría todo...Y sería totalmente el culpable de todo, a los ojos de la ley.

—Dividámonos.—Christian dijo.—Me puedo infiltrar.

Connor lo miró de reojo.

—¿Qué?

—Parezco joven. Más que tú incluso.—Dijo y logró sacarle una sonrisa a Connor, aunque fuera pequeña.—Llévame a un internado alejado, puedes mover tus hilos y hacer que me admitan como alumno de último momento.

Connor frunció el ceño.

—No voy a hacer eso. No pienso ponerte en peligro, Christian.

El recién nombrado rodó los ojos.

—Puedo cuidarme solo.

Solo déjame ayudarte.

—He venido aquí por algo.—Siguió.—Quiero serte de utilidad.

Connor negó.

—Que estés conmigo es suficiente.—Dijo un poco más bajo.

Christian le agarró el brazo.

—Lo sé. Pero quiero hacer más. No quiero que cargues con todo solo.

Connor asintió.

—Hablémoslo una vez que lleguemos a un sitio tranquilo.

Christian aceptó y sabía que le vendría una larga charla para convencer a Connor.

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