41.

1.7K 206 21
                                        

Christian se quedó varios segundos en silencio mirando fijamente el rostro de Connor. Esperando encontrar en él una pizca de mentira, broma o invento en lo que Connor le había contado.

Nada.

No había nada.

¿Todo lo que le había dicho era verdad? No podía ser posible.

—El Padre no es así.—No podía creérselo.

Connor frunció los labios y lo miró lastimosamente, solo haciendo que Christian sintiera aún más que el moreno decía la verdad.

Su mente se encontraba confundida. Era demasiada información retorcida para procesar.

—Es difícil de creer pero...—Connor se revolvió el cabello.—Es cierto.

Christian se cubrió más con las sábanas.

Bien.

Si antes estaba asustado por las consecuencias de las acciones de huir...Ahora sabiendo cómo era el Padre y el señor Worren se encontraba atemorizado.

Connor le agarró la mano.

—Todo va a estar bien.—Le sonrió cálidamente.—No voy a dejar que nada te pase.

Christian le devolvió una pequeña sonrisa, para nada calmada.

—Pero, ¿y a ti?—Preguntó mirando sus manos.—No me interesa estar bien si tú estás mal.

Connor también miró sus manos entrelazadas y sonrió melancólicamente. Se le veía preocupado aunque tratase de ocultarlo.

¿Cómo no estarlo? Tenía un monstruo de padre. Y le había desobedecido y se había rebelado.

—Yo estaré bien si estás conmigo.—Respondió Connor.

Christian lo miró divertido. No era momento para ser románticos. Él de verdad quería saber qué harían ahora. Era un tema serio.

—Vuelve.—Dijo Christian tras un silencio.

Connor lo miró sin comprender.

—¿Qué?

—Tú tienes mucho más que perder que yo, Connie.—Explicó.—Vuelve, haz como si nada hubiera pasado. Actúa normal. Haz como si no supieras de mí.

Connor iba a protestar pero Christian lo interrumpió.

—Di que me dejaste en mi habitación y luego saliste. No sabes qué hice ni dónde fui. La ultima vez que me viste fue en el internado.

Connor lo pensó un momento.

—Sigue con los negocios. Yo me quedaré aquí a esperar por ti.—Christian sonrió y le agarró el rostro a Connor.—Como he hecho siempre.

Connor le dio un beso en la nariz.

—Lo mismo te digo.—Un beso en la frente.—Me haré cargo de todo.

Christian asintió y lo abrazó.

—Tú sigue actuando y haciendo lo que quiera tu padre para que estés bien y no te hagan nada.—Lo abrazó mas fuerte.—Hasta que consigas detenerlo.

Connor miró el techo.

Pronto.

Eres lo único que me queda.—Siguió Christian.—No quiero perderte.

El pecho de Connor se apretó.

Él había sido egoísta. Había dejado a Christian sin nada, básicamente. Solo lo tenía a él.

Una parte racional decía que estaba mal, que Christian se merecía algo mejor que unos a saber cuántos años escondidos. Pero otra parte, la oscura y posesiva, decía que era perfecto. Christian solo tendría ojos para él, su amor sería solo para él, su atención sería solo para él.

Era todo lo que Connor había esperado durante años. Y por fin lo tenía. No en las mejores circunstancias, pero Christian lo había elegido sobre la Iglesia.

Connor haría que Christian nunca se arrepintiese de haberlo escogido.

Él daría y haría todo por él.

—Tú eres lo único que quiero.—Le respondió de vuelta.—No quiero ni necesito más.

————

7/7

No somos pecadores (2.5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora