21.

2K 236 35
                                        

—¡Date prisa!—El rubio le regañó.

Connor se sacó la americana para poder correr más rápido y la dejó sobre su antebrazo.

—¡Arranca!

Connor abrió la puerta del copiloto y, literalmente, saltó dentro. Liam encendió el motor y pisó el acelerador mientras dejaban atrás a los guardias.

Un silencio tranquilo, únicamente con sus respiraciones pesadas por haber corrido anteriormente, inundó el coche antes de que ambos estallaran en una fuerte carcajada.

—¡Mi padre me va a matar!—Dijo Liam mirando por el retrovisor.

Connor miró sonriente al rubio.

—¿No habías hecho esto antes?

Liam lo miró de reojo.

—¿Escaparme sin permiso y dejar sin coche a mi padre? No tan así.

Connor rio.

—Sí lo había dejado un par de veces solo en una fiesta, pero nunca sin coche. Y mucho menos, nunca me había llevado al hijo de su socio.—Siguió Liam mientras se desataba la corbata.

Connor suspiró.

—Mi padre seguramente estará harto de mí.—La sonrisa no se iba de su rostro.—No tendrá ni idea de qué hacer conmigo.

Liam frunció el ceño.

—¿Por qué lo dices?

—Me porto mal en el internado y fuera de él le causo problemas.—Connor sonrió más amplio cayendo en cuenta de lo feliz que se sentía.—Se siente bien molestarle.

Liam asintió.

—No tienes por qué tenerle respeto a alguien que te encerró en un sitio así.

Connor se encogió de hombros.

—Supongo. Aunque él no es tan malo. Simplemente quiso que estuviera en uno de sus internados para comprobar la calidad...Y para no incordiarle.

Liam se quedó un momento en silencio antes de hablar.

—¿Y tú madre? ¿O padre?

Connor miró por la ventana. El paisaje estaba oscuro al ser entrada la noche.

—Madre.—Dijo Connor.—Me dio a luz una mujer.

Connor siguió mirando afuera.

—No la conocí.—Soltó.—Casi no he hablado de ello con mi padre.

Connor pensó las pequeñas charlas que habían tenido antes de ir al internado. No las recordaba bien, habían pasado unos cuantos años y no habían sido lo suficientemente importantes e informativas como para recordarlas.

—Según él, ella no quería hijos.

Liam no dijo nada.

—Pero tampoco era capaz de abortarme.—Connor entrecerró los ojos.—Era creyente.

Connor rio sin gracia al percatarse que fuera donde fuera, conociera a quien conociera, Dios debía estar presente.

—Matar a "una vida" hubiera sido pecado.—Connor estaba harto de esa frase.

"Es pecado".

La detestaba.

—No me mató. Me dio a luz, obviamente sin amor, así que, ¿para qué se quedaría para criarme? Ella se marchó.

Liam resopló.

—¿Y abandonarte no era pecado?

Connor lo miró divertido.

—Ni idea. Los creyentes son tan contradictorios.—Se burló.—¿Tú crees en Dios?

Liam hizo una mueca.

—No sé. Mi madre era científica y mi padre es empresario metido en el mundo de la tecnología...Así que mucha creencia no ha habido en mi casa.—Liam bajó la velocidad.—Debería pensarlo.

Connor frunció los labios.

—¿"Era"?—Preguntó refiriéndose a su madre.

Liam asintió.

—Murió.

Connor abrió los ojos cómicamente, trató de disimular su sorpresa.

Él iba a disculparse por ser tan metido pero en el rostro de Liam no había tristeza ni melancolía, lucía igual de sonriente que cuando estaban corriendo lejos de los guardias.

—Fue cuando era pequeño.—Contó.—Me has hablado de ti, ahora te compensaré contándote algo sobre mí.

Connor sonrió. Le parecía bien.

Él no se lo había contado nunca a nadie. Ni siquiera a Christian ni a Viktor, sin embargo, Liam le transmitía Tanta confianza que quería desahogarse un poco.

—Tendría unos 10 años, tal vez.—Liam giró en una curva, a los lejos ya se podía ver un bar bastante luminoso.—Ella tuvo un accidente de coche. Mi padre dijo que ella quedó demasiado mal físicamente que no podría verla. Únicamente fui a su funeral. No vi su rostro por última vez, más que ese día que ella salió de casa para otro viaje de investigación.

Connor escuchó atentamente.

—Nunca me llevé bien con ella.—Liam sonrió, y Connor por fin, pudo ver algo de tristeza en el rubio.—Tu madre te abandonó porque no te quería. La mía tampoco me amaba y me crió como algo para su beneficio.

Connor no sabía qué decir.

—Desearía que ella también me hubiera abandonado en su momento y no que estuviera conmigo, solamente utilizándome para hacer que mi familia fuera más superior a otras.

Connor iba a hablar cuando el coche se detuvo.

—¡Pero dejemos de hablar cosas del pasado! Vamos a entrar, beber algo y a divertirnos un poco.

Connor salió del coche y observó el lugar.

—Recuerda que tengo quince años, vejestorio.—Connor molestó.

Liam lo abrazó por los hombros.

—¿Vejestorio? Tengo veinte.—Informó.—No importa que seas menor, yo más o menos a tu edad salía con universitarios a discotecas.

Connor lo miró con cara de no te pregunté.

Es más, ¡yo a tu edad estaba en la universidad! —Alardeó Liam

Connor lo miró asombrado.

—¿Qué dices? ¿Eres superdotado o qué?

Liam lo empujó para que caminara hacia la entrada.

—Nah.—Dijo.—Simplemente soy, como dice mi mejor amigo, un sabelotodo.

————————————

Pd: Este capítulo será muy importante para "Último sentimiento", si estáis leyendo esa historia, tened este capítulo en cuenta.

No somos pecadores (2.5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora