Llegamos a Londres en un día lluvioso y frio, en mis visitas anteriores había confirmado que el clima solía ser frio, nublado y lluvioso, lo cual me gustaba, aunque no fuera de vacaciones ni de viajes de placer, al contrario eran viajes de negocios.
Respirar profundo después del aislamiento del Jet me hizo recordar mi realidad, por fin estaba fuera de la Academia, de los ojos de todas las personas, lejos de mi padre.
Mi padre, Andrew Adams.
El mejor agente de su generación o mejor dicho de la última década, cero misiones fallidas, cero números rojos con él, todas sus misiones con un gran éxito, era bueno en lo que hacía y él lo sabía. Así que por lo mismo, se esperaba lo mismo de su primogénita, a pesar de que somos muy parecidos físicamente, mismo color de ojos de un gris como los de un día nublado, facciones parecidas casi idénticas, la única diferencia en nuestro cabello mientras el mío era negro y liso, el de papá era ondulado y castaño oscuro, también no ayudaba mucho que teníamos personalidades muy parecidas.
Había crecido con las miradas de todos encima de mí, del director de la Academia, de los maestros, de los demás agentes ¿Demasiada presión para una chica? No como creen.
Lo había sacado de la mejor manera, tenía una personalidad rebelde, me solía meter en problemas, pero a pesar de mi pésimo comportamiento tenia las mejores notas y las habilidades para sobresalir, a pesar de mis intentos de auto saboteo.
Fue gracias a mi mejor amigo Blake que no me hundí en esa conducta autodestructiva, era quien siempre creyó en mí, el que hizo que no me importara la opinión de las demás personas y la primer persona que me vio por ser quien yo era y no por ser la hija de mi padre.
Así que aquí me encontraba en la capital de Inglaterra, Londres, al otro lado del mundo, lejos de la influencia de la Academia, del director, de los maestros y de mi padre, me sentía... Libre.
-Te estas empapando - la voz de mi mejor amigo me sacó de mis pensamientos, regresándome a la realidad, de reojo lo vi caminando hacia mí con un paraguas en mano, cubriéndose de la lluvia, en lo personal no me importaba mojarme, era como lavar la vieja chica que había sido en Norteamérica y ser por fin yo misma.
Su cabello rubio ya empapado se le pegaba al cráneo, sus rizos rubios extintos debajo de aquella humedad tapando parte de sus ojos, ojos color verde grisáceo, cambiantes como el mar, solía bromear con Blake sobre el color de sus ojos, diciéndole que parecía un gatito rubio, o que sus ojos solían cambiar dependiendo del humor en el que estaba, lo cual era cierto.
Como todos los agentes que teníamos Blake tenía un cuerpo bien formado, ejercitado y listo para cualquier situación, le ayudaba bastante su altura (entre él y papá me hacían sentir una enana).
-Me encanta Londres - le contesté con una sonrisa de oreja a oreja corriendo hacia él, refugiándome de la lluvia con su paraguas, fuimos caminando hacia el auto que nos esperaba de la Agencia, no llevábamos equipaje ni cosas personales, todo estaría en el apartamento que nos proporcionarían, junto a nuestras nuevas identidades.
El auto nos condujo hacia un complejo de departamentos, entramos por un estacionamiento privado para subir por un ascensor de lujo privado, era claro que era un complejo de departamentos para agentes encubiertos, para subir a nuestro piso tuvimos que teclear un código especial, cerrando el ascensor para las demás personas hasta haber subido a nuestro piso, tal vez era un poco exagerado pero dado nuestro trabajo, nada era exagerado para cubrirnos.
Al llegar a nuestro piso, silbé como camionero de suburbio maravillándome de tanto lujo, ya ni en la Academia teníamos tanto lujo y comodidades, televisiones de pantalla plana pegada a la sala, bocinas en cada muro conectados a un equipo de música, una cocina que por supuesto no se usaría, pues mis habilidades culinarias y las de Blake daban mucho de que desear y dos puertas separadas que estaba segura que daban a habitaciones igual de lujosas que el recibimiento.
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Cronicas de La Academia. Libro 1. Descubrimiento.
Novela JuvenilValentina Adams es una joven de 21 años, recién egresada de la Academia de agentes especiales, academia secreta encargada de reclutar y entrenar a jóvenes con algún talento especial, demasiados persuasivos, perceptivos, que podían fácilmente jugar c...