Mi cabello había sido teñido de un rubio cenizo, parte del disfraz, iba a ser conocida como Valentina Black, nombres y apellidos norteamericanos, Blake llevaría su nombre real, pues es un nombre igual conocido y repetido en Estados Unidos, al tener un aspecto bastante norteamericano, no cambiaría mucho, solo que sus rizos rubios desaparecieron dejándole un corte casi a rapa estilo militar, usaría unos anteojos cuadrados para terminar su atuendo de bio químico, yo por mi lado, tendría que ocultar mis ojos grises con unas lentillas de color azul, así mismo iría una de nuestras estilistas de La Academia para terminar de ocultar nuestras facciones.
Con mi rostro más angulado de lo que realmente era, pues mi cara es más redondeada que triangular, mis ojos de un color azul cielo, el cabello rubio y unos anteojos redondos, me sentía la doctora Harley Quinzel más conocida como Harley Quinn, entraría con los jóvenes practicantes de psicología clínica haciéndome pasar por uno, cosa que no se me haría difícil pues en La Academia habíamos llevado varias materias sobre esa carrera, al ser un agente secreto teniamos que tener conocimientos en general, sobre todo lo relacionado con la medicina, química y psicología.
Mentiría si dijera que no me moría de los nervios por nuestra primera misión real y solos, en mis años de estudiante de La Academia, habíamos estado en varios tipos de misiones de tipo A y B que eran las de más bajo peligro y riesgo, siempre acompañados de algún profesor o instructor que era el encargado de la misión, pero en esta ocasión Blake y yo éramos los encargados y titulares de esta misión.
- ¿Lista? - Me pregunto mi mejor amigo en la puerta de nuestro apartamento, a punto de salir hacia Nueva Era, su cabello ahora corto iba peinado de lado, con sus gafas oscuras y la chaqueta de cuero parecía un chico malo, su mentón ligeramente cubierto por un inicio de barba, eso sumando al maquillaje que le había enseñado Katrina nuestra estilista a aplicarse a Blake, lo hacía ver de una manera diferente, ya no tan aniñado su rostro, si no más maduro y muy apuesto.
- Realmente no, pero qué más da - sonreí tratando de transmitirle un valor que realmente yo no tenía, debía de controlar mis nervios.
El complejo de Nueva Era estaba situado al sureste de la ciudad de Londres, guiado por un camino que lo dejaba fuera de la vista de la carretera, escondido detrás de un frondoso bosque, mientras salimos del único camino pavimentado para el coche, nos encontramos con un gran edificio.
A primera vista, parecía una mansión de dos pisos, con un cercado y muros de hormigón protegiendo el recinto, para entrar teniamos que pasar nuestras credenciales por un lector que estaba en la entrada, al darnos la autorización, se abría el portón eléctrico.
Al parecer no habíamos sido los primeros en llegar, varios coches de modelos recientes se miraban estacionados en el amplio estacionamiento de la mansión, al ir adentrándonos más, me di cuenta que el bosque no había terminado donde iniciaba el complejo, al contrario el edificio había sido construido dentro del bosque, alrededor de este se miraban varios árboles y troncos que parecían ser parte de la decoración, la gran mansión que se encontraba frente a nosotros, contaba con dos pisos, una gran puerta de madera en la entrada y varias ventanas frontales, por las cuales se observaban varios rostros infantiles observando a los invitados.
Habían varios jóvenes de nuestra edad, probablemente los demás practicantes que iban a Nueva Era, se notaban de diferentes nacionalidades, todos venían de diferentes partes del mundo y es que "La Organización Nueva Era" era conocida por su prestigio y fama, era la primera vez que se abría una convocatoria para practicantes de las carreras de bioquímica y psicología, se decía que era un internado que recogía niños en condición de pobreza y hacía de ellos ciudadanos ejemplares, así como grandes profesionistas.
Por lo tanto era una Organización que cuidaba demasiado su privacidad, sus métodos no eran conocidos por el dominio público, por eso había tanta expectativa y curiosidad sobre lo que hacían dentro, así que cuando salió la convocatoria reclutando jóvenes para que hicieran sus prácticas profesionales dentro de ahí, se había llenado rápidamente el cupo de este.
Las puertas de madera del edificio se abrieron de par en par, dos jóvenes algo mayores que nosotros, salieron llamando nuestra atención.
Uno de ellos, con el cabello negro azabache, unos ojos azul cielo casi tan trasparente que te podrías reflejar en ellos, una nariz un poco respingona, una boca simétrica a su rostro pero que gritaba por ser besada y una mirada de infarto, todo en perfecta sincronía, su piel blanca contrastaba con su oscura cabellera que le llegaba poco arriba de los hombros, su cabello lacio perfectamente peinado hacia atrás.
Contrastando claramente con su compañero, el otro joven tenía los mismos ojos azul cielo, un cabello castaño algo desordenado, tenían la misma forma del rostro, solo que el castaño tenía un rostro más inocente y aniñado, al observarlo de cerca pude percatarme de algo, JODER, era Stefan Bennett, el chico que había conocido el día anterior.
-Buenos días y bienvenidos - hablo el pelinegro con una sonrisa formal pero a la vez coqueta y arrogante, toda su presencia irradiaba peligro, el típico chico malo de las películas - mi nombre es Lucah Bennett y seré uno de sus mentores junto a mi hermano - señalo a Stefan, que esperara no fuera el, sino un gemelo que todos dicen que tenemos perdido por el mundo - Stefan Bennett.
¿Podía meter la pata sin siquiera haber iniciado la misión? Yo creo que sí.
************
N/A
Hola de nuevo por acá, un poco corto pero ya viene lo bueno, lo que paso es que hubo problemas técnicos y tuve que reescribir el capítulo, así que espero no seguir con esos problemas técnicos, gracias por haber llegado hasta acá ❤️
Imagen de arriba es como me imagino a Lucah❤️
Espero actualizar pronto, si les gusto recuerden dejar una estrella y un comentario, ustedes me ayudan mucho a crecer y a mejorar día con día.
Byeeeeeesss 😘😘😘
ESTÁS LEYENDO
Cronicas de La Academia. Libro 1. Descubrimiento.
Novela JuvenilValentina Adams es una joven de 21 años, recién egresada de la Academia de agentes especiales, academia secreta encargada de reclutar y entrenar a jóvenes con algún talento especial, demasiados persuasivos, perceptivos, que podían fácilmente jugar c...