Capitulo 25.

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Al día siguiente había llegado el escuadrón de "protección de testigos" por Elizabeth, la joven castaña se encontraba en estado catatónico y no se quería despegar de mi padre, suponía que lo veia como su salvador y todo eso, sumándole su encanto innato.

Habíamos pasado la noche en el recinto, aún quedaba mucho papeleo por llenar e informes que mandar.

Nathaniel seguía en las mismas, con su misma actitud de mierda hacia mi, como si haber compartido una misión y el que me hubiera salvado la vida no hubiera creado un lazo entre nosotros. Notesé el sarcasmo.

Debía admitirlo que me daba curiosidad, había mencionado a mi madre, daba a entender que la había conocido y una parte de mi, tal vez la niña que estaba dentro mío que siempre sintió esa falta de compañía femenina, quería saber más de ella, pero la parte rencorosa y orgullosa de mi, prefería no saber nada.

-Ey, tierra llamando a Valentina - Helena me sacó de mis pensamientos moviendo una mano frente a mis ojos - ¿Estas bien?

-Estoy bien - mentí fácilmente, después de un entrenamiento como el que habíamos sido sometidos toda nuestra vida, el mentir era tan sencillo como respirar - ¿Por qué lo preguntas?

-Te veo un poco ojerosa y pálida - dijo mi castaña amiga con preocupación - no a de ser fácil haber visto lo que paso anoche, luego tu lucha con Lucah.

-Solo estoy cansada - murmuré tallando mis ojos, no había podido pegar ojo en toda la noche, cada vez que cerraba los ojos, miraba a Thomas con la sangre saliendo de su cuerpo. Lo peor de todo, es que veía en mis manos el arma que lo había asesinado, como si yo hubiera sido quien hubiera acabado con su vida.

Blake había pasado la noche en mi cama, abrazándome cada vez que despertaba de una pesadilla, como cuando éramos niños, aún con los brazos de mi mejor amigo acunandome, no había podido dormir mucho.

-Chicas - llego Jennifer a la habitación, ya vestida con el uniforme de La Academia, pantalones ajustados negros, junto a la chaqueta correspondiente del mismo color, su cabello recogido en una trenza, a diferencia de la noche anterior no llevaba la cara cubierta como nosotros al salir a misión - Andrew nos quiere listas en 5 minutos, hay reunión con protección de testigos, por cierto Val, vinó tu mejor amigo - dijo esto último con una sonrisa ladeada y bromista.

Sabía que se refería al mejor amigo de Blake, Jacob Anderson.

Jacob era el mejor amigo de Blake después de mi claro esta, lo conoció al entrar a La Academia en el equipo de fútbol, habían hecho buenas migas desde que se conocieron, pero a mi no me caía bien.

Podían ser celos por la atención de Blake, podía ser que me caía mal su manera tan relajada de ver las cosas, que fuera un egocéntrico e inmaduro, no sabía que estaba en el área de protección a testigos.

Al salir de la habitación con Helena, me tope la tierna imagen de dos mejores amigos que tenían tiempo sin verse.

Jacob era de la altura de Blake, con una musculatura definida al igual que la de mi mejor amigo, se robaba varios suspiros de las chicas con su cabello ondulado y azabache, su piel olivacea y sus ojos azules, a pesar de ser un buen lujo para la vista, a mi solo me daban ganas de molestarlo.

-Al parecer si pudiste hacer algo bueno con tu vida idiota - fue mi manera tan cordial de saludar, a lo que el solo me sonrió de esa manera tan arrogante y despreocupada que tanto me molestaba.

-Y tu me pudiste robar a mi novio ¿Rubia? Pensé que no podías ser más hueca - bromeó el morocho, desde nuestros días de La Academia, así nos llevábamos, pesado e insultandonos.

Cronicas de La Academia. Libro 1. Descubrimiento.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora