Los días habían pasaban cada vez mas rápido, estábamos casi llegando al invierno en Londres y aunque parecía difícil de creer, si el clima se ponía más frio.
Había pasado el fin de semana con Stefan, me había llevado a ver los lugares más emblemáticos de la ciudad, el Big Ben, los museos y todo lo relacionado con la historia, conforme más lo iba tratando, más lo iba conociendo, era un amante de la historia, le encantaban los libros, cosa que amaba pues yo era una lectora empedernida, era un caballero en toda la extensión de la palabra, siempre me trataba como a una princesa, así como él me decía, tenía unos modales de alcurnia, suponía que se debía a su educación con Dimitri.
No hablábamos mucho de su pasado o del mío (inventado claro está), solo me había platicado que era huérfano, que sus padres habían muerto hace muchos años y que Dimitri Bridge los había encontrado a Lucah y a él, en un basurero buscando sobras de comida, que los había acogido como sus protegidos, así como tomar el puesto de su tutor.
Unos días después del baile, había llegado el temido y respetado director y fundador de Nueva Era, Dimitri Bridge.
Estábamos en sesión con algunos jóvenes cuando entró, sin siquiera tocar la puerta o pedir permiso, entró al aula caminando con una seguridad y un dominio de sí mismo impresionante, pese a estar en sus sesenta, se miraba mucho más joven, su cabello azabache estaba teñido de mechones grises, llevaba una barba bien recortada y definida, su cuerpo era esbelto pero a la vez bien conservado, se notaba que desde joven había hecho ejercicio y cuidado su cuerpo, podía decir que realmente aparentaba menos edad de la que tenía.
Pero lo más impresionante de Dimitri Bridge no era su físico, que sí lo era en cierta parte, te recordaba a esos sugar daddy que salían en las películas de mafias, si no su presencia, la manera en que se imponía, su aura era de un hombre dominante en todo el sentido de la palabra, sus ojos azul zafiro, podría traspasarte si te miraba mucho tiempo, no llevaba gafas como en algunas fotos que había visto de él, tenía unas largas pestañas negras, su piel era de un tono marfil, blanco sin llegar a lo pálido, tenía la teoría que tal vez como era un biomédico se hiciera cirugías a sí mismo para parecer más joven o tal vez fuera un vampiro, bueno ya estaba desvariando.
-Stefan - llamó con voz gruesa pero a la vez refinada con un acento británico marcado, al joven castaño que estaba revisando unos documentos, este se levantó al escuchar la voz de su jefe.
-Lo siento señor - dijo estrechando su mano, el agarre de Dimitri era fuerte, seguro, como todo lo que destilaba de su presencia, era imponente - estaba viendo unos documentos, por eso no lo escuche entrar, permítale presentarle al primer grupo de pasantes de psicología que entra a Nueva Era.
La mayoría de mis compañeras estaban "en su ordenador" pero sabia que estaban mas atentas al hombre que acababa de entrar al aula que a lo que estaban revisando en las computadoras, muchas estaban con la boca abierta comiéndose con los ojos al hombre maduro que acababa de entrar, yo por otro lado, tenia un sentimiento extraño dentro de mi, tal vez fuera por el sueño que había tenido hace unos días, que cada dia lo tenia mas presente o tal vez porque sabia todas las aberraciones que hacia ese hombre, que aparentaba ser de la alta sociedad, realmente no podía explicar porque me sentía asi.
Confundida, molesta, pero a la vez con una familiaridad extraña, suponía que era parte de su encanto.
-Bienvenidos jóvenes a Nueva Era, lamento no estar estos meses, pero como bien saben, soy un hombre de mundo que se la lleva viajando, haciendo diferentes investigaciones y buscando nuevos jóvenes para ayudar, como a Stefan - dijo el nombre de mi novio con una sonrisa arrogante, pasando un brazo por la espalda de este, tal vez fuera porque ya conocía a Stefan lo suficiente como para ver que estaba incomodo con esa muestra de afecto - o a Lucah, como bien ya lo han de conocer, siéntanse como en casa, aprendan mucho de lo que hacemos aquí y si son lo suficientemente buenos, podrían quedarse trabajando aquí.
ESTÁS LEYENDO
Cronicas de La Academia. Libro 1. Descubrimiento.
Fiksi RemajaValentina Adams es una joven de 21 años, recién egresada de la Academia de agentes especiales, academia secreta encargada de reclutar y entrenar a jóvenes con algún talento especial, demasiados persuasivos, perceptivos, que podían fácilmente jugar c...