Cronicas de La Academia. Libro 1. Descubrimiento.

Capitulo 33

La noche de navidad, llegó mas rápido de lo esperado, los jóvenes que nos habíamos quedado en Londres, fuimos invitados a la cena navideña en Nueva Era, con el fin de convivir con los huérfanos que albergaba esa institución, la invitación había llegado por correo electrónico, era de etiqueta, así que el director Dimitri Bridge, nos esperaba a todos de gala.

Estaba en mi habitación luchando contra el jodido vestido, odiaba los vestidos de gala, odiaba los eventos de etiqueta.

Bien sabia que estaba dejando salir mi frustración, mis nervios y mi ansiedad peleando contra el vestido que se negaba a subir ¿Había engordado? Claro que no, pero al parecer me había equivocado en la talla.

-¡Ah! ¡Odio mi vida! - grite con frustración dejándome caer en la cama, tapando mi rostro con ambas manos, en una hora mas teníamos que asistir a esa estúpida cena navideña. 

Blake, Stefan, Blake, Stefan.

Arg. Estar en la misma habitación con ambos chicos, sentía que mi cabeza iba a estallar, no era tan fuerte como para controlar mis celos, ver a Blake del brazo de aquella pelirroja, me iba a volver loca, verme a mi del brazo de Stefan, estaba martirizándolo. "Gracias bendita conexión" pensé en mi interior.

-Toc, toc ¿Puedo pasar? - Era la voz de mi mejor amigo, detrás de la puerta, viéndome de reojo, con un pie adentro de la habitación y el resto del cuerpo fuera - ¿Ocupas ayuda?

-Si, quiero morir lentamente, ven gordo y asfixiame con esa almohada. Joder ¿Por qué todo es tan complicado? ¿Por qué mi papá no fue un maestro o tiene una profesión normal? 

-Llegó la reina del drama, mi bonita.

Su sola presencia tenia un efecto calmante en mi, su sonrisa, que se le marcaban los hoyuelos, sus ojos brillantes, sus rizos ya cortados, pero que apenas se miraban, ese brillo en su mirada, joder que podía verlo el resto de mi vida y jamás cansarme de esa vista.

-Si ya saben como soy para que me invitan - le mostré mi lengua en gesto de niña pequeña, a lo que solo soltó una carcajada, terminando de entrar a la habitación y recostándose al lado mío, vestido solo con unos pantalones de franela, sin camiseta, lo hacían ver mas sexy.

-Así te amo bonita - fue la única respuesta a mi absurdo comentario - todo estará bien, controlare mis celos no te preocupes.

-Ya quiero que termine esta jodida misión, quiero que nos vayamos lejos de todos, tu y yo solos, lejos del drama de Nueva Era, lejos de La Academia, de todos, solo tu y yo amándonos y disfrutando el uno del otro.

-Ya casi bonita, ya casi los tenemos en nuestras manos, he de decir que me preocupa lo que le llegue pasar a Isabella - el rostro de Blake denotaba seriedad mientras yo, yo me moría de celos, sentía como un ardor en el estomago mientras mi cara mostraba todo lo que no expresaba con palabras, una risa divertida salió del rubio - me encanta cuando te pones celosa.

Al llegar al recinto ya conocido para nuestras vistas, Blake tomó mi mano como dándome ánimos, a lo que le correspondí apretando la suya, a pesar de que no combinaba para nada con mi vestido de gala, color plata, llevaba la pulsera negra de tela que compartíamos, así el también, un recordatorio de que no importara que pasara por fuera, nosotros estábamos unidos por algo mas que una amistad, una conexión tan única que solo se daba una vez en la vida.

-Te amo bonita – susurró pasando ambas manos por mi rostro con cuidado de no estropear mi maquillaje.

-Yo te amo gordo – pose mis manos sobre las suyas, aguantando las lagrimas que querían salir de mis ojos, desde la despedida con Andrew estaba demasiado sensible – nada de lo que pase dentro es real ¿Lo entiendes cierto? Terminaremos pronto con esta farsa y podremos irnos de vacaciones juntos, tu y yo solos en una cabaña en un bosque, alejados de todos, eso quiero contigo, lo merecemos.