La liberación del planeta de Ryloth fue a base de esfuerzo, dedicación y guía por la fuerza, pero mantenía inquietos a los Jedi. Kyaa Dornu se encontraba camino hacia el Senado, acompañando a los maestros Yoda, Mace Windu y Obi-Wan, tendrían una cita con el Canciller Palpatine para hablar sobre temas importantes, más que nada, discutir lo que paso en Ryloth. Iban en una lanzadera, escoltados por algunos clones, todo era calma y silencio excepto por Kyaa, desde que llegó a Coruscant jamás había ido al Senado o habría tenido el placer de conocer al Canciller, sería la primera vez lo cual le causaba una sensación de pesadez en el cuerpo y lo que podría ser una perturbación en la fuerza, ella se lo recriminaba mucho, no entendía el porque, solo verían al Canciller y hasta dónde ella sabia, el era la figura actual de la democracia.
-Todo va a estar bien- le dijo Obi-Wan a su padawan, por la fuerza sentía una gran inquietud por parte de su padawan.
-Lo se, es solo que... no se, tengo una perturbación en la fuerza- respondió Kyaa, mientras tocaba su cabello, Obi-Wan había notado que cada vez que su padawan se ponía nerviosa, tenía ese pequeño gesto.
Obi-Wan le sonrió y por la fuerza le brindo cierta paz, similar a la que su maestro Qui-Gon le daba cuando estaba ansioso.
Mace Windu solo observaba atentamente la interacción entre Obi-Wan y su padawan, por más que se veía buena, positivo, algo no le terminaba de gustar, mientras que el Maestro Yoda era espectador de aquel escenario, hasta que escucho las palabras de la padawan.
-¿Perturbación? Hmmm, escuchar a la fuerza importante es, atentos debemos estar todos- dijo Yoda a los dos maestros y los clones que les acompañaban, a lo que recibió una afirmación general de todos los que le acompañaban.
El maestro Yoda después en el lugar donde estaba, intento poner más atención a la fuerza, intentaba sentir lo que la padawan sentía pero no tuvo exito, el maestro estaba extrañado, así que decidió que lo mejor sería observar atentamente. La lanzadera llegó hasta las sede del Senado en cuestión de minutos, los Jedis pasaron de llegar al hangar, a estar subiendo en un ascensor para llegar a la gran oficina/suite del Canciller, el cual se encontraba en el último piso.
La oficina se accedía mediante un área de recepción administrada por Dar Wac, un rodiano de ojos negros y piel verde, que apenas vio a los Jedi los hizo pasar, dando la señal a los dos Guardias Rojos, que custodiaban la oficina. Los guardias les dieron el paso a los Jedi y ninguno se inmutó por el gran jarrón negro que decoraba la entrada de la oficina, excepto por Kyaa, ella se sintió extrañamente atraída, de hecho escuchaba unas palabras que no entendían, -kora syadho rahtahmah- extendió su mano y antes de tocar aquel jarrón Obi-Wan le llamó para ser presentada ante el Canciller.
Sheev Palpatine estaba ansioso y a la vez fascinado por la nueva padawan de Kenobi, no dejaba de observar como ella se acercaba al jarrón, lo que no sabía es que ahí se encontraban los restos de su maestro, Darth Plagueis, las palabras de Dooku habían sido ciertas, la Erjome estaba entre los Jedi y muy dentro de si sabía que el conocimiento que tanto deseo estaba por fin en sus manos, observó como la padawan entro a la oficina, admiro el escritorio de Palpatine, la silla de la oficina observaban la entrada desde la pared opuesta, mucho de lo cual era visto desde una ventana panorámica de transpariacero.
Ella admiro que la ventana ofrecía una vista impresionante de la Ciudad Galáctica, recordándole a los ocupantes de la oficina que los asuntos allí tratados tendrían consecuencias de gran alcance. Kyaa observo que la oficina era un comprendiendo varios salones circulares ubicados alrededor de la oficina formal principal del Canciller, el estilo de la oficina remitía a los apartamentos senatoriales de Palpatine, con paredes rojas inspiradas en lo Sith, lo cual solo Palpatine sabía y estatuas de bronzio de filósofos y deidades.
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The Clone Wars (Editando y actualizando)
FanfictionHace mucho tiempo, en una galaxia muy lejana, dónde el amor estaba prohibido, el miedo te llevaba al sufrimiento, el sufrimiento al odio y el odio al lado oscuro. Vivieron unos Jedi que hicieron todo lo posible para evitar la venganza de los Sith.