The Clone Wars (Editando y actualizando)

I

Hace mucho tiempo, en una galaxia muy, muy lejana....

Agaran un planeta ubicado en el borde exterior de la galaxia con tres lunas, flora boscosa y grandes lagos que le distinguen, hogar de pequeñas pero abundantes tribus pacifistas y espirituales, totalmente ajena de cualquier conflicto en la galaxia. Aunque cierta zona del planeta era mayormente conocido por sus minas enteras de agarantium, un resistente metal destinado a la fabricación de todas las naves de la galaxia. El conflicto en este planeta inicio cuando la alianza Separatista decidió poner un bloqueo y tener control total de este metal precioso, con la finalidad de parar la fabricacion de la flota estelar de la República.

Dentro de este bello plantea vivía Kyaa Dornu, una de los antiguos Erjome, una raza casi extinta similar a la humana, caracterizada por su longevidad, su conexión con la fuerza a otro plano y sus ojos, todos los Erjome tienen ojos morados o verdes intensos. Kyaa se encontraba en los bosques en una clase de meditación con su gente, mayoría de ellos ancianos de su aldea, de edad de cuatrocientos años o más. Hasta que varias naves les interrumpieron su paz, el conflicto había llegado a su tranquilo mundo. El combate inicio de una manera atroz, centenares de clones liderados por un pequeño hombrecillo de espada de luz verde, contra oleadas de droides que disparaban a matar.

-¡General! ¡Todos los aldeanos están en peligro!- gritó uno de los clones, mientras evitaba las ráfagas de luz que iban a ferozmente a su dirección.

-A salvó ponerlos deben, a los droides distraeré-

Kyaa al ver tal conflicto decidido correr a su hogar, en busca de refugio y encontrarse con sus padres. Pero al estar a escasos metros de su casa varias naves de los Separatistas lanzaron bombas, logrando destruir casi toda la aldea. El impacto de la explosión lanzó varios metros a Kyaa dejándola aturdida, un zumbido invadía su audición, intento reincorporarse sin embargo el dolor la inundaba, sintió su pierna izquierda pulsaba de dolor, el impacto la había lanzado sobre una piedras logrando hacer que se cortase he impidiera casi el total de su movilidad, pero su necesidad de sobrevivir era mayor. Al lograr ponerse de pie vió como unos droides se situaban frente a ella listos para disparar.

-¡Jedi!- exclamó uno de los droides.

Algo paso, antes de que estos pudieran iniciar el ataque un hombrecillo salió de los aires sobre Kyaa y con su espada de luz verde los corto a estos a la mitad, después se volteo hacia la joven, necesitaba ponerse a salvó.

-Esconderte debes- habló el pequeño hombrecillo antes de volver al combate con sus hombres.

Yoda estaba de camino con los soldados cuando sintió que la fuerza le hablaba, al voltearse se dio cuenta que la chica estaba seriamente herida, así que rápidamente fue con uno de sus clones médicos y ordenó ponerla a salvó.

Kyaa estaba aturdida por el combate, no sabía a dónde huir, que hacer, el único lugar donde se sentía a salvó había desaparecido, su pierna pulsaba y apenas podía escuchar, sentía que todo estaba perdido. Pero al ver el preocupado rostro verde de quién la había salvado sintió algo extraño dentro de ella, decidió caminar aunque no llegó a mucho dado que a los cinco pasos había vuelto a caer al suelo, el dolor la invadía de nuevo, justo en el momento que sintió que todo estaba perdido unos fuertes brazos la levantaron del suelo, vió como un soldado clon la cargaba y se la llevaba lejos del combate, la pusó a salvo con los demás clones heridos, rápidamente coloco un catalizador en su pierna para detener el sangrado, la vendó y antes de que se fuera de ahí le ordenó que no se moviera de dónde estaba.
Kyaa obedeció las palabras del clon, se abrazó a sí misma y esperó hasta que finalizará el combate, vio a su alrededor y solo notó a clones heridos junto a ella, pero nadie de su aldea. Las lágrimas  caían sobre su rostro, una vez más el dolor de la guerra la perseguía, se abrazo más fuerte y por varias horas esperó.