The Clone Wars (Editando y actualizando)

XXXIX

"El amor es un secreto que los ojos no pueden ocultar"

Kyaa se despertó con la luz del sol de Coruscant entrando a su habitación, estiró su cuerpo, luego miró a lado izquierdo de su cama donde dormía tranquilamente Obi-Wan, miró detenidamente cada detalle de su rostro, desde su cabello que brillaba dorado suave por el sol, hasta el largo de sus pestañas, luego se acercó a él para darle un pequeño beso y despertarlo.

-Buenos días- dijo Obi-Wan con una gran sonrisa en el rostro estiró su cuerpo y luego le devolvió el beso.

Segundos después entró R4-P17 para avisarles que Anakin esperaría a Kyaa en el hangar dentro de una hora, mientras que Obi-Wan tenía 15 minutos para prepararse para una reunión de emergencia del consejo, el semblante de Obi-Wan pasó de serenidad a preocupación en un segundo,  luego se paró rápidamente de la cama, se cambió, tomó su sable de luz y se fue directamente a su habitación para terminar de arreglarse, R4-P17 salió disparado tras el mientras le reprochaba su tardanza. Un segundo después regreso para despedirse de Kyaa.

-Suerte- Obi-Wan le dió un suave beso en su frente y luego se fue.

Ella se rió de la prisa de su maestro, después con toda la tranquilidad se paró de la cama para arreglarse.

Ese día tendría una reunión con el canciller, y solo pensar en eso le revolvía el estómago.

Consejo Jedi

-Maestro Kenobi- saludó Anakin, mientras veía como Obi-Wan caminaba apurado hacia el elevador que lo llevaría directo a la sala del consejo.

-Anakin- saludó el maestro Obi-Wan mientras se acomodaba el cabello y se ajustaba bien la armadura, después se preparó para enfrentarse una vez más a los demás maestros jedi.

-Vaya, nunca te había visto así, ¿Todo bien?- preguntó Anakin, su voz tenía un tono divertido.

-Me quedé dormido después del ataque de Kamino y la pelea con Grievous, pero todo bien, nos vemos Anakin- respondió Obi-Wan antes de que las puertas del ascensor se cerrará frente a ellos dos.

Anakin sonrió ampliamente, sabía que Obi-Wan estaba mintiendo, dado a qué el jamás se quedaba dormido por más que la misión anterior fuera demasiado pesada, para el jedi era muy obvio lo que sucedía con el maestro, pero al final no le tomó demasiada importancia, así que decidió ir al comedor donde encontraría a Ahsoka y a Kyaa platicando, Anakin ya podía imaginar una taza humeante de caffa.

Por otro lado Obi-Wan tomó unas largas bocanadas de aire, entró en contacto con la calma que le brindaba la fuerza y segundos después ya era el maestro Obi-Wan Kenobi, miembro importante del alto consejo jedi que todos conocían. Al abrirse las puertas del ascensor, camino un pequeño pasillo que lo llevo a la sala, dónde casi todos los maestros estaban esperando. El maestro Mace Windu lo miró por unos segundos con curiosidad, pero después centro su atención con el maestro Ki-Adi-Mundi.

-Buenos días- saludó el maestro Obi-Wan al sentarse en su asiento.

-Maestro Kenobi- respondieron los demás maestros.

Cinco minutos más tarde llegó el maestro Yoda y la reunión empezó a tiempo. El tema a tratar ese día era como evitar otra infiltración en el templo jedi, el ataque en Kamino y la fuga y recuperación de Ziro The Hutt.

Nave estelar Canciller Palpatine.

-Bueno, ¿Lista para la reunión con el Canciller?- preguntó Anakin a Kyaa. Los Jedi ya estaba en el hangar esperando el transporte que había mandando para ellos Palpatine.